El oficialismo mostrará unidad y gestión en la inauguración del gasoducto. Movilización bonaerense. La coralidad de Gutierrez-Rubí y la ambulancia de Rossi. Inauguraciones, hasta el 19. El factor FMI.
Por Gabriela Pepe
Será “la gestión hecha campaña”. Desde distintos puntos de la provincia de Buenos Aires y distritos vecinos, este domingo llegarán al kilómetro 285 de la ruta provincial 85 miles de militantes de La Cámpora, el Frente Renovador, el Partido Justicialista, la UOCRA, otro gremios y espacios que forman Unión por la Patria (UP) para participar del acto de inauguración del primer tramo del gasoducto Néstor Kirchner, la obra de infraestructura más grande de las últimas décadas, que servirá como lanzamiento oficial de la carrera presidencial de Sergio Massa.
El evento se celebrará en una carpa instalada junto a la planta compresora Saturno, donde llegará el primer tramo del gasoducto. El ministro de Economía estará allí junto a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y al presidente Alberto Fernández, que no se muestran juntos en público desde la apertura de sesiones ordinarias, el 1 de marzo, y no comparten un acto desde el 3 de junio de 2022, cuando se celebraron los 100 años de YPF.
La foto que parecía imposible hace no mucho tiempo se logró por el mismo peso del evento. El gasoducto es la obra que transformará la matriz energética y productiva de nuestro país, dará soberanía energética, generará divisas y se hizo en tiempo récord, aun en un gobierno atravesado por tensiones imborrables.
Todos los protagonistas buscarán mostrar que pusieron su granito de arena a pesar de las internas y que eso los diferencia de la oposición, que según UP, “entró en estado de descomposición”. “Será la foto de las dos Argentinas. De un lado, unidad y gestión, producción y desarrollo. Defensa de lo nacional. Del otro lado hay una interna feroz, se están tirando con todo”, dicen en el cristinismo.
La palabra clave que marca el ritmo de la campaña es “coralidad”. Se trata de un concepto que remarca el gurú catalán de la comunicación, Antoni Gutiérrez Rubi, y que el UP repite de forma obediente. Un coro es plural, tiene muchas voces, tonos e intérpretes. Una explicación de permite segmentar mensajes y diluir las diferencias internas. La partitura, en cambio, es una sola, la unidad y la gestión, dicen en el oficialismo.
El acto que juntará a Massa, Fernández y Cristina el Día de la Independencia fue organizado por el cristinismo, que maneja el área de Energía, en coordinación con el ministro de Economía. Aunque en las últimas horas hubo dudas sobre si se logrará armar una foto de unidad, voceros de los tres protagonistas dicen que eso “nunca estuvo en discusión”. “Siempre se presupuso que tanto Cristina como Alberto iban a querer estar. Nadie manifestó que iba a haber problemas en el encuentro”, dice un hombre de primera línea de la Casa Rosada. La confirmación oficial llegó el jueves.
El evento también contará con la presencia de los gobernadores de las provincias por las que pasa el gasoducto, Axel Kicillof (Buenos Aires), Omar Gutiérrez (Neuquén), Arabela Carreras (Río Negro) y Sergio Ziliotto (La Pampa), funcionarios nacionales, representantes de empresas y dirigentes gremiales. También irá el diputado Máximo Kirchner, entre otros.
Massa, Cristina y Fernández darán su discurso. No habrá dardos cruzados. Los mensajes estarán a tono con las ideas centrales de la campaña. “Vamos todos con buena onda”, resumió un dirigente de UP. El Presidente y la vice llegarán por separado. El viaje tendrá dos tramos. Primero, en avión hasta Bahía Blanca. Luego, en helicóptero hasta Salliqueló. Por protocolo, el binomio presidencial no debe abordar el mismo vuelo. Cristina y Fernández lo cumplen a rajatabla. El acto empezará a las 15, de manera puntual. El ingreso al predio estará habilitado hasta las 14.
Por “orden institucional”, el discurso de cierre estará a cargo del Presidente y no hubo tironeos al respecto. Cada cual jugará sus fichas. CFK remarcará que, sin la estatización de YPF que se concretó en 2012, durante su gestión, no se hubiera avanzado en la explotación de Vaca Muerta y no habría ningún gasoducto que inaugurar. Massa capitalizará que se hizo bajo su gestión y que debió dar la pelea con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para avanzar en la construcción, que el organismo vetaba. Fernández se llevará el crédito de que la obra se haya hecho durante su mandato. El respaldo a Massa será elocuente. Cristina se mostrará con el ministro por segunda vez en 13 días. El Presidente repetirá lo que dijo el jueves en Catamarca: "Acompañen a Sergio".
Máximo Kirchner también tendrá un reconocimiento. Una parte de la obra se financió con el aporte solidario extraordinario de las grandes fortunas, la ley que impulsó Kirchner como diputado y se sancionó en diciembre de 2020, mientras Martín Guzmán era ministro de Economía. El proyecto marcaba que el 25% de lo recaudado debía ser destinado “a programas y proyectos que apruebe la Secretaría de Energía de la Nación, de exploración, desarrollo y producción de gas natural”.
Afuera de la carpa habrá pantallas que transmitirán el acto a la militancia. Los líderes de UP saldrían a saludar una vez terminado el evento. De acuerdo a lo que marca la ley, el mismo día se publicarán los primeros spots del espacio. Se terminaron de editar el viernes. También arrancará la campaña gráfica, con fotos de Massa y su candidato a vice, Agustín Rossi.
Más intuición y menos planificación
El santafesino hizo esta semana de puente con sectores menos cercanos a la figura de Massa en la interna. Participó de un plenario de la CTA junto al diputado Hugo Yasky, mantuvo una reunión con científicos del Conicet e investigadores, se reunió con dirigentes del “Movimiento Octubre” y con los legisladores Claudio Ferreño y Maia Daer, que se había enrolado en la candidatura de Daniel Scioli. También convocó a la Casa Rosada al gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, que se reunió con la fórmula Massa-Rossi, y habló con Jorge Capitanich para que enviara a su vicegobernadora, Analía Rach Quiroga, a la reunión que se celebró el miércoles en el Consejo Federal de Inversiones (CFI).
La división de tareas tuvo poco de planificación y más de intuición. El conflicto por el paro de transporte que afectó el viernes a miles de pasajeros ubicó a Massa en el rol en el que busca mostrarse, el de quien se involucra en la gestión y soluciona conflictos a través del diálogo.
El ministro está abocado al cierre del acuerdo con el FMI, que se concretaría en los próximos días. El anuncio llega demorado. El equipo que forman Leonardo Madcur, Gabriel Rubinstein y Marco Lavagna tenía previsto viajar el miércoles pasado a Washington. No lo hicieron. En el medio, Massa buscó presionar al Fondo con una reunión con el ministro de Finanzas de Egipto, Mohamed Maait. El país africano es el segundo deudor del organismo, detrás de Argentina. El equipo viajaría finalmente este domingo a la noche. Massa volaría en la semana para volver con el trato cerrado.
En el massismo dicen que el cierre es un hecho, pero que el punto clave estará en “cómo será la comunicación del acuerdo”. Debe ser parte del relato de la campaña, con Massa como garante y gestor. Deberá capitalizar un trato que difícilmente sea un camino de rosas para Argentina, y explicar cómo evitó una catástrofe mayor.
Por ahora, la fórmula no tiene planes de viajes al interior en tono de campaña. Todo quedará para después del anuncio del acuerdo con el Fondo. Otro plazo corre al oficialismo. Según la ley electoral, el 19 de julio, 25 días antes de las PASO comienza a regir la prohibición de actos públicos susceptibles de promover la captación del sufragio. UP deberá concentrar todas las inauguraciones antes de esa fecha. Luego saldrá al territorio. El gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, ya anunció que el 28 de julio Massa y Rossi compartirán un acto en su provincia.
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