Hay frases que se repiten pero no por ello dejan de ser ciertas. Al menos aquí se comprueba cuando "el sol raja la tierra". Literalmente. Aquí se comprueba ese dicho tan popular cuando el astro aprieta. El clima seco, la tierra agrietada y las piedras que reflejan la impiadosa luz natural que aumenta aún más la temperatura. La 2» etapa del Dakar 2015 fue compleja. No sólo por ser la que cuenta con el especial más extenso de toda la competencia, 518 kilómetros de velocidad pura, sino por el clima, una variable que ajusta la exigencia de cada jornada.

En los 625 kilómetros de recorrido total, incluyendo los enlaces, la topografía cambió notablemente. Y el clima popular también. De los caminos marcados sobre la tierra firme en la serranía mediterránea a los ríos secos, con piedras punzantes, y la arena frondosa, en la zona cuyana.

Al margen de la topografía, el acompañamiento popular se mantiene, aunque las características varían. En Villa Carlos Paz no se podían transitar las principales arterias de la ciudad turística, colapsada por los visitantes veraniegos y por el fastuoso movimiento dakariano, con máquinas de los equipos y el acompañamiento de aquellos que siguen la carrera. Las altas temperaturas ya no permiten aquí aguardar a los competidores en cualquier lugar. Si no hay reparo de alguna sombra provista por árboles, no hay manera de estar bajo el punzante sol.

Justamente por las altas temperaturas, la organización decidió detener la etapa para los pilotos de motos y de cuatriciclos poco después de las 15, cuando el termómetro del vivouac sanjuanino alcanzaba los 42 grados. Se estima que en el camino habría unos 15 más?

Los pilotos sufren mucho las altas temperaturas. Más allá de la exigencia física de conducir sobre un recorrido tan extenso, también padecen los inconvenientes mecánicos. En el caso de las motos, por ejemplo, el derrame de líquidos calientes puede provocar el incendio del vehículo. En algunos casos, el combustible se evapora y cae sobre elementos más calientes aún, provocando el principio de incendio.

Desde el control de la prueba se pretende garantizar la seguridad de los pilotos. Y ante la imposibilidad de no poder manejar una variable con tanta incidencia, como la climatológica, se opta por no correr riesgos. Es cierto que ante jornadas como la de ayer, en la organización del Dakar sobrevuelan los fantasmas de aquella jornada del año pasado, en la etapa entre Chilecito y San Miguel de Tucumán, en la que falleció el belga Eric Palante, en el día quizá más duro desde que la competencia desembarcó en América.

El piloto cordobés de cuatriciclos Daniel Mazzuco, confiesa que durante el año se prepara para combatir estos días de agobio del Dakar: "Suelo ingresar en un sauna con el traje de motociclista puesto para simular días como éstos".

Sorprendente fue cómo quedó el buggy del polaco Adam Malysz, desintegrado por las llamas en medio del camino. "A nosotros el termómetro nos marcaba unos 66 grados en el cockpit", relató Orly Terranova.

En el campamento también se sintió el calor. En la sala de prensa, por ejemplo, las baterías de las notebooks y de los celulares estaban conectados a la corriente eléctrica, pero no se cargaban. Ello, cuando no se cortaba la energía, un detalle que no se sabe aún si obedece a las exigencias climáticas o a parte de la desorganización que se advierte en varios aspectos de la logística (como los retrasos en los traslados de la organización y prensa, por ejemplo).

En la carpa de servicios médicos las visitas por baja de presión fueron constantes. También estuvo allí el chileno Ignacio Casale, último ganador del Dakar en cuatriciclos, que sufrió una descompensación, no sólo por el calor, sino también por la experiencia vivida en el camino: "Encontré un piloto fracturado -el motociclista Moulin- y la verdad me asustó mucho. A tal punto que hasta pensé en abandonar la carrera. Es impresionante encontrarse con una situación semejante en la soledad del camino". El sol raja la tierra. Impiadoso, el Dakar se somete a esa condición y trata de tomar sus recaudos, aunque no siempre la situación sea dominada...

Sainz chocó con un motociclista

SAN JUAN.- "Me he preocupado porque un motociclista marchaba a contramano, y al encontrarlo me tiré a mi derecha. Pero él no hizo lo mismo, se tiró a su izquierda y lo golpeé. Me quedé asitiéndolo y quiero saber cómo está", comentó el español Carlos Sainz, que protagonizó el incidente con su Peugeot 2008 DKR. El piloto golpeado es el francés Laurent Moulin, de Yamaha, que sufrió la fractura de tibia y peroné de la pierna derecha. Según el servicio médico, el piloto estaba "perdido" por el intenso calor y fue chocado. En el campamento, Sainz se acercó para conocer el estado del francés, y además para recuperar los 6 minutos que estuvo detenido en la asistencia.

Una etapa menos exigente

SAN JUAN (De un enviado especial).- Hoy se desarrollará la tercera etapa, rumbo a Chilecito. Una etapa menos exigente en cuanto a las distancias (657 kilómetros en total, de los cuales 220 corresponden a los especiales de las motos y los cuatriciclos, y 284 para los autos y camiones) reducirán la intensidad de la competencia. Esta etapa estará marcada por caminos y luego ingresará en los cañones, un símbolo para las imágenes más pintorescas del Dakar. Por supuesto que las piedras serán un obstáculo que estarán en gran parte del recorrido, y los neumáticos deberán ser cuidados al extremo..