El escrutinio definitivo de las Paso realizadas el 13 de agosto último confirmaron el manoseo de los datos que realizó Cambiemos a la hora de la carga de datos aquel domingo, pero también que el triunfo de Cristina Kirchner sobre Esteban Bullrich fue por un margen mucho más estrecho del que se esperaba: apenas 20 mil votos en toda la provincia. En General Pueyrredon, incluso, el recuento amplió la brecha entre Cambiemos y Unidad Ciudadana: Vilma Baragiola sacó más ventaja sobre Marcos Gutiérrez.
¿Y si se hubieran dado Paso? ¿Cuánto hubiera cambiado? Está claro que el triunfo del oficialismo en Mar del Plata está fuera de toda discusión, ningún factor hubiera modificado el resultado, pero una participación más amplia en la oposición hubiese podido acercar distancias.
Desde el 24 de junio hasta el 13 de agosto, en el kirchnerismo de Mar del Plata abundaron las críticas por la decisión de imponer una lista única para competir en las Paso. Es cierto que la Junta Electoral autorizó a Aldo Albarracín a competir en la primaria frente a la lista de Marcos Gutiérrez, pero con una boleta corta por lo que las condiciones de desigualdad fueron evidentes.
Fuera de competencia quedaron dirigentes de mayor peso, como Horacio Tettamanti y Carlos Cheppi, ambos funcionarios nacionales durante las gestiones de Néstor y Cristina Kirchner. Sin la posibilidad de competir, junto a otros dirigentes de distintos sectores, se dedicaron a trabajar en pos de la candidatura de la expresidenta, pero dejaron en claro que la lista local no los contenía ni los representaba.
Tal vez ese sea el motivo por el cual la lista de Cristina Kirchner sacó 102.600 votos en General Pueyrredon y la de Gutiérrez 75.277, más de 6% menos. Los 27.323 votos menos que sacó la lista de concejales con respecto a la de senadores es bastante más que los 20.324 por los que Cristina venció a Bullrich en la provincia.
Trazar análisis en el terreno de las suposiciones siempre es frágil, pero el ejemplo de Pilar, un distrito gobernado por Cambiemos y sin una fuerte tradición kirchnerista, puede servir como muestra. Allí, la lista de Unidad Ciudadana logró imponerse tras disputar una Paso competitiva entre Federico Achával y el histórico José Molina, que además contó con la participación de las listas encabezadas Fabián Pitronaci e Iván Giordano.
En esa localidad del Gran Buenos Aires la lista encabezada por CFK sacó el 36,97% de los votos, mientras que todas las que compitieron en el orden local estuvieron menos de dos puntos por debajo (35,20%).
Esta situación no encaja solo para el esquema de Unidad Ciudadana. En 1 País también cuaja la hipótesis. Desde un principio hubo diferencias en el armado de la lista, donde quedaron marginados dos sectores importantes: el peronismo de Juan Garivoto y el Gen de Margarita Stolbizer.
Pablo Farías, hombre de Stolbizer en la ciudad, hasta último momento quiso dar una pelea interna, pero finalmente su lista fue bajada de la competencia. En el peronismo, los enojos se hicieron oír por lo bajo durante el cierre de listas y, conocidos los resultados de las Paso, dondeMassa sacó menos votos de los esperados, comenzaron a salir a la luz. Días atrás, Cristian Azcona reconoció en distintos micrófonos que no formó parte de la campaña electoral y evidenció su molestia. ¿Hubiera sacado más puntos 1 País en la ciudad? Tal vez sí, tal vez no muchos, pero seguramente no hubiera sacado menos de los que sacó.
Incluso en el oficialismo hubo estos planteos, hoy opacados por el contundente triunfo de Baragiola. Sin embargo, hubo muchos radicales que optaron por otras expresiones en las Paso por no sentirse representados por la lista.
Las Paso fueron creadas con el espíritu de que los ciudadanos resuelvan quiénes son los candidatos que mejor los representan de cara a una elección general, pero hasta el momento parece ser una apuesta a la que pocos espacios se arriesgan. Y algunos, en silencio, después lo lamentan.
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