Los empresarios Sergio Todisco, Elizabeth Ortiz Municoy, Osvaldo Parolari, Marcelo Danza y Elba Municoy serán juzgados por crear y dirigir empresas en el exterior que habrían invertido el dinero proveniente de la corrupción en inmuebles en Estados Unidos.
El juez Claudio Bonadio decidió enviar a juicio oral a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner y a una gran cantidad de presuntos asociados, bajo acusación de haber formado una asociación ilícita que se habría dedicado a la recaudación de fondos ilegales.
En ese marco se encuentran involucrados cinco empresarios marplatenses, quienes habrían sido parte activa de la complicada estructura de lavado de dinero en el exterior. Se trata de Sergio Todisco, Elizabeth Ortiz Municoy, Osvaldo Parolari, Marcelo Danza y Elba Municoy.
Siempre según lo establecido en el expediente, de dichas maniobras también habrían participado Carolina Pochetti -viuda de Muñoz-, Carlos Cortez, Peral Puente Resendez, Carlos Gellert, Víctor Manzanares, Sergio Dorf, Juan Manuel Campillo y su sobrino Gastón Campillo, Antonio Gugino, Rubén y Leonardo Llaneza y Mauro Profético.
A todos ellos se los acusa de haber “realizado diferentes transacciones comerciales, entre las que se destacan la constitución de empresas y la compra de inmuebles a nombre de éstas, operaciones que no se condicen con la capacidad económica” de los imputados, según detalló Clarín.
Entre 2010 y 2015, Muñoz habría constituido en el exterior “quince empresas a nombre de terceras personas de su círculo”. Doce de estas firmas fueron dirigidas por Todisco y Ortiz Municoy, que entonces estaban casados. Las empresas son: Succesfull, Harbor Golden Inc, South Golden Inc, Lizer Investments LLC, Mother Queen Inc, North Golden Inc, First All Inclusive Ocean Silver Of South Florida Inc, Dream Golden Enterprises Inc y Municoy International Properties Inc.
Después de 2015 -cuando la empresaria inmobiliaria y el productor textil se separaron- en nueve de estas sociedades asumió Puente Resendez, cónyuge de Gellert, detenido recientemente e hijo de Blanca Blanco, la ex diputada nacional y ex esposa de Daniel Peralta, entonces gobernador de Santa Cruz. Blanco, a su vez, es tía de Pochetti.
La Justicia determinó que todas estas personas buscaron “ocultar el origen ilícito del dinero” a través de las sociedades creadas y, para ello, “habrían comprado un total de 16 inmuebles a nombre de dichas empresas”. Catorce de las propiedades se encuentran en Miami y las dos restantes en Nueva York. Según el dictamen al que accedió Clarín, todas estas operaciones demandaron un desembolso de más de 53 millones de dólares.
Parte del dinero investigado se movió, indicaron los fiscales, a través de Parolari – cuya familia fue la fundadora de la reconocida confitería marplatense El Cóndor– y el abogado Danza, mediante las firmas Golden Black Limited y Old Wolf, radicadas en Islas Vírgenes Británicas. Junto a Todisco, compraron propiedades por 15,5 millones de dólares.
La acusación relata que Parolari y Todisco “concurrían juntos al domicilio de Muñoz en Capital Federal, a fin de retirar el dinero ilícito con el objeto de concretar las operaciones inmobiliarias y remitirlo al exterior a través de diferentes agencias de modo ilegal”.
Según explicaron los representantes del Ministerio Público Fiscal, la reconducción de los fondos se hizo a través de la adquisición de otros inmuebles, operaciones de las que participó Elba Municoy, interviniendo “en los fondos ilícitos adquiridos por Elizabeth Ortiz Municoy”.
Por ejemplo, la empresa Iñaki Saizarbitoria Esq PA, recibió una transferencia de 2 millones de dólares proveniente de una cuenta a nombre de Todisco radicada en la Banca Privada de Andorra. Según Clarín, la operación estaría vinculada a la adquisición de un inmueble en Miami. Tiempo después, esa empresa transfirió 400 mil dólares a Todisco.
Esta operatoria se repitió con otras personas del entorno de Muñoz: Héctor Llaneza y Cortez serían directivos de New Dreams LLC constituida en Florida, que libró tres cheques a favor de Todisco para el pago del alquiler de un inmueble en Estados Unidos. Todos ellos usaron diferentes cuentas radicadas en el exterior para la triangulación de fondos.
Luego de ser detenidos, Ortiz Municoy y Todisco declararon como “arrepentidos” y fueron liberados; mientras que Parolari fue apresado en septiembre del año pasado cuando regresó al país proveniente de los Estados Unidos.
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