Un día como hoy, hace treinta años, el radical Raúl Ricardo Alfonsín asumía la Presidencia de la Nación, dando por concluido el gobierno de facto de la dictadura cívico-militar autodenominado Proceso de Reorganización Nacional.
El 30 de octubre de 1983, la fórmula Alfonsín-Martínez triunfó al obtener el 51,7% de los votos frente al 40,1% del binomio Luder-Bittel.
Esa restauración democrática supuso el fin de los golpes de Estado, ya que no hubo nuevas interrupciones al orden constitucional desde entonces. Eso es, precisamente, lo que se celebra hoy.
En Catamarca, el también boinablanca Arnoldo Castillo fue el último gobernador de facto y las crónicas de la época en La Unión lo ubican en el momento de la retirada del poder. “Me voy con las manos limpias”, dijo entonces quien volvería al Ejecutivo en 1991, esta vez elegido por voto. Castillo entregó el poder a un joven Ramón Saadi, quien compartió fórmula con Rodolfo Morán.
Celebración
El Gobierno preparó un festejo por los treinta años de democracia. Será esta tarde, a partir de las 19.30, en el Paseo de la Fe.
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