Duró poco menos de una hora y la reunión sirvió para coordinar el traspaso de mando en el Senado y la Asamblea Legislativa en la que Milei dará su discurso de asunción
Gustavo Ybarra
Ambos lados calificaron al encuentro como “cordial”. Hasta ahí llegaron las coincidencias entre la vicepresidenta Cristina Kirchner y su sucesora electa, Victoria Villarruel, que este miércoles protagonizaron el inicio de la transición en la conducción del Senado. Más allá de las palabras, oficiales y oficiosas posteriores, una señal de lo protocolar de la reunión lo da el hecho de que no quedó registro fotográfico de la cumbre celebrada en la Cámara alta entre ambas vicepresidentas.
“No hubo foto”, admitió una Villarruel sonriente ante la pregunta que surgió de la nube de periodistas que la abordaron cuando abandonó el palacio legislativo por la puerta de senadores que da a la calle Hipólito Yrigoyen. “Ha sido todo dentro de lo democrático, de lo cordial, del esfuerzo de ambas partes por tratar de llevar adelante una transición que sea en beneficio del pueblo argentino”, agregó la vicepresidenta electa.
“No fue planteado”, respondieron los voceros de Cristina Kirchner ante la consulta de LA NACION acerca de cuál fue la razón por la que no quedará registro gráfico del encuentro, algo que suele ser habitual en las audiencias oficiales que supo mantener la vicepresidenta durante los cuatro años que lleva ocupando el despacho de presidenta del Senado. “Buen clima, temas de gestión, reunión cordial, como corresponde”, agregaron desde el despacho de la expresidenta.
La vicepresidenta de la Nación, Dra. Cristina Fernández de Kirchner, recibió hoy en el Senado a la vicepresidenta electa Victoria Villarruel.
— Senado Argentina (@SenadoArgentina) November 22, 2023
Según la información oficial difundida por la oficina de prensa del Senado, en la reunión “se coordinó la Asamblea Legislativa del 10 de diciembre y se repasaron los principales hechos de la gestión”. De acuerdo a la comunicación, Cristina Kirchner destacó ante su sucesora el saneamiento de la Dirección de Ayuda Social (DAS), la obra social del Poder Legislativo, y la reducción en 400 empleados la planta de personal de la Cámara alta.
“Fue una reunión cordial donde hablamos de la transición, que va a ser una transición ordenada, respetuosa; donde ella y la persona que nos ha designado para la transición y trabajar con nuestro equipo nos ha explicado el funcionamiento del Senado y los próximos pasos a seguir en los siguientes días”, informó Villarruel.
La vicepresidenta electa llegó cinco minutos después de las 17, hora designada para la cita, sin hacer declaraciones a bordo de un automóvil blanco con el que ingresó por la explanada de la calle Combate de los Pozos, en la parte trasera del palacio del Congreso como parte del operativo de seguridad diseñado por la dueña de casa. Vestía pantalón negro, camisa blanca y chaqueta bordó y estaba acompañada por el diputado electo y su colaborador más cercano, Guillermo Montenegro.
A esa hora, Cristina Kirchner ya se encontraba en su oficina del primer piso del Senado. La vicepresidenta en ejercicio había llegado a su lugar de trabajo poco antes de las 15.
La reunión entre vicepresidentas se concreta un día después que Fernández recibiera a Milei en la Quinta de Olivos, en un encuentro de dos horas y media que implicó el primer paso de la transición en el nivel presidencial.
“Prerrogativa de Milei”
De acuerdo a las versiones de ambos lados, en la reunión no se abordó el tema de la elección del futuro presidente provisional del Senado, cargo clave ya que se encuentra en el segundo escalón de la línea sucesoria presidencial, detrás del vicepresidente.
Al respecto, Villarruel dijo que todavía no está decidido el nombre de quién ocupará ese sitial. Sin embargo, fue muy clara al afirmar que el cargo será ocupado por alguien del futuro oficialismo, que tendrá siete senadores propios.
“Todavía no lo hemos designado, pero esa es una prerrogativa que tiene el presidente Milei”, dijo la vicepresidenta electa ante la pregunta de una periodista. Intentó alejar, así, los rumores que circulan, tanto desde usinas peronistas como de la oposición, que dan cuenta de que el kirchnerismo intentaría imponer a un senador del PJ en el cargo.
La mención de esa posibilidad trae en el Senado el recuerdo de 2001, cuando a fines de noviembre de ese año el peronismo impuso su número y desplazó de la presidencia provisional al radical misionero Mario Losada. Ya para esa época, el gobierno de la Alianza no tenía vicepresidente, por la renuncia de Carlos “Chacho” Álvarez del año anterior. Poco más de 20 días después, caía el gobierno de Fernando de la Rúa.
En su diálogo con la prensa, la vicepresidenta electa reconoció la situación de debilidad en la que asumirá la presidencia del Senado, con apenas siete senadores integrando la bancada oficialista. “Vamos a hablar con todos los espacios y vamos a trabajar intensamente para sacar las leyes que permitan que el pueblo argentino salga de esta situación que esta viviendo, así que vamos a trabajar todo el verano”, prometió.
El encuentro con Villarruel fue decidido por Cristina Kirchner luego de que debiera suspender un viaje a Europa que iba a tenerla lejos del país toda esta semana. El inicio del periplo estaba previsto para este miércoles y tenía como destino ofrecer una conferencia en una universidad de la ciudad italiana de Nápoles. También se había hablado de una escala en el Vaticano para una entrevista con el papa Francisco que nunca terminó de confirmarse de manera oficial.
Sin viaje al exterior, la vicepresidenta en ejercicio le ordenó a su secretaria Administrativa, la pampeana María Luz Alonso, que coordinara con Villarruel una reunión para empezar la transición en la conducción del Senado. La dirigente de La Cámpora y mano derecha de Cristina Kirchner se comunicó con Montenegro, y sellaron el día y la hora de la cumbre. Ambos dirigentes tendrán a su cargo completar la transición que esta tarde iniciaron, aunque sin foto, Cristina Kirchner y Victoria Villarruel.
Comentá la nota