Una causa judicial de la firma obligó a la entidad a moverlo a una empresa bonaerense de cerámica, y así evitar un faltazo del Gobierno en plena tensión de la relación.
“Cuestiones de logística” fue la razón que esgrimieron los directivos de la Unión Industrial Argentina (UIA) para cambiar la locación de la celebración del Día de la Industria el próximo 2 de septiembre. En realidad, la trastienda de la migración tiene que ver con una interna política y una causa judicial en curso que tiene la empresa entrerriana de bebidas Baggio, punto que hizo insostenible la realización allí de un evento en el que los industriales quieren tener a la plana mayor del Gobierno Nacional, justo en el momento más frío de la relación.
En la reunión de Comité Ejecutivo de este martes, el presidente de la entidad, Daniel Funes de Rioja, confirmó que el festejo se hará en las instalaciones que tiene la firma Cerámica Alberdi en la localidad bonaerense de José C. Paz. El dueño de la empresa es Martín Rappallini, actual titular de la Unión Industrial Bonaerense (UIPBA). Inicialmente, según supo Página I12, se analizó mudar el evento a otra firma de Entre Ríos, cumpliendo con el pedido de los socios de sacar el mitin de territorio bonaerense, la madre de todas las batallas de cara a las PASO legislativas.
El nombre que se barajó fue el de Lambert Hermanos, una importante fábrica de acoplados. Pero las tensiones que generó el caso Baggio en la provincia forzaron una salida fronteras afuera: hubo posiciones internas de la UIA que sugirieron que aún a riesgo de tener un faltazo del Gobierno, había que defender a los socios entrerrianos. No se hizo en Lambert por la sencilla razón de no herir susceptilidades en el ámbito empresario entrerriano, sobre todo porque Alejandro Baggio, uno de los dueños, es el actual vicepresidente de la UIA Entre Ríos.
¿Cuál fue el problema con Baggio? En primer lugar, es vox populi que hay en curso una causa en la que el juez Hernán Viri investiga la supuesta fuga de 7 millones de dólares de la empresa a cuentas en Hong Kong, todo un hecho que se dio en medio de una interna familiar de socios. En segundo término, algunos empresarios aseguran que la compañía habría interpuesto un amparos ante el Gobierno por la imposibilidad de acceder a divisas. En el Ejecutivo vienen siendo bastante cuidadosos, en la dinámica de visitar plantas, en saber qué situación atraviesan, para evitar dolores de cabeza a posteriori.
El desembarco del evento en el Conurbano se hará en la planta de cerámicas de Rappallini, uno de los empresarios más activos en el acuerdo de Precios Cuidados de la Construcción y que está utilizando financiamiento estatal para producir más. En el entorno del empresario, que además es parte de la mesa chica de UIA, contaron que él cree que "es un año importante para la industria" con mejoras que incluso superan al 2019 y en algunos casos al 2018. Y que por eso es importante generaron un evento masivo que cuenta con la plana mayor del Gobierno Nacional.
Todo este culebrón de mudanzas se da, además, para evitar sumarle tensiones a una relación espinosa de la UIA y el Gobierno, que arrancó hace un tiempo ante las críticas de Funes a la cuestión tributaria y siguió con la propuesta de no pagarles el salario a aquellos trabajadores fabriles que no aceptaran vacunarse contra la COVID 19. Unos días después, fue el propio Funes el que buscó un acercamiento en un encuentro con los ministros Matías Kulfas y Claudio Moroni. El nexoo está abierto, pero el Gobierno ya empezó a dividir el poder de la representación empresaria, hecho que se verá plasmado este jueves en un evento en el Museo del Bicentenario donde las cabezas de los ministerios económicos se sentarán a dialogar con la CGT, la CTA, y entidades sectoriales como ADIMRA, AFARTE, AFAC y el Consejo Agroindustrial.
En este contexto, en la UIA esperan la confirmación del presidente Alberto Fernández, ya corrido del eje el problema que hubiese sido ir a Baggio. En paralelo, la entidad fabril está armando un Día de la Industria bonarense que se realizará el próximo 6 de septiembre en la planta que el empresario del café Martín Cabrales tiene en Mar del Plata.
Por Leandro Renou
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