La renuncia de Francisco López Sastre a la Secretaría de Ambiente de la Provincia no llama la atención en el sector productivo; lejos de asombrarse, la vinculan al manejo de los fondos previstos por la ley de bosques.
Daniel Briones, presidente de Aproficsa, la entidad que agrupa a los productores de maderas del norte provincial, consideró que el ciclo de López Sastre estaba claramente acabado al frente de los temas ambientales. “Sin dudas es un ciclo cumplido porque a un funcionario se lo evalúa por sus logros, por los resultados”, explicó el empresario.
Briones señaló que cuando habla de resultados se refiere a que “al sector maderero salteño le correspondía recibir el año pasado más de $1.000 millones de los fondos de la ley de bosques y no sé si llegaron $100 millones. Es decir, se consiguió apenas un 10% de lo que a Salta le correspondía por ley. Y de esos pocos que llegaron no se alcanzó a ejecutar más que una pequeña parte”.
Por otra parte, Briones remarcó que forman parte del sector productivo, como queriendo separar las aguas entre productivistas y conservacionistas, sector en el que está claramente enmarcado el ahora exfuncionario.
La gestión del renunciante transcurrió durante la paralización de las actividades rurales en el norte salteño, en la que se combinan un amparo de la Suprema Corte que finalmente se declaró incompetente -como era de esperar- y un régimen de ordenamiento territorial que deja amplio margen a la discrecionalidad.
Con López Sastre se fueron los subsecretarios Emiliano Venier y Sebastián Varela. Los más benévolos relacionan la renuncia del ahora exfuncionario a la mala relación con el ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Alfredo De Angelis. Lo cierto es que López Sastre ya es pasado en ese cargo que desde hoy ocupará Mirta Terán, una licenciada en Recursos Naturales que hasta ayer fue responsable de la Dirección de General de Planificación Territorial.
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