Cuenta regresiva para el debut electoral de LLA en provincias: desafíos para Milei y los gobernadores

Cuenta regresiva para el debut electoral de LLA en provincias: desafíos para Milei y los gobernadores

El próximo domingo se abre el calendario en Santa Fe. Megrafrente de Pullaro parte con ventaja ante una oferta fragmentada. Salta, Jujuy, Chaco y San Luis llegarán el 11 de mayo: oficialismos favoritos por lógicas locales y poco poder de fuego de libertarios en el territorio.

Por Ariel Basile.

En una semana, con más precisión el próximo domingo, comenzará a rodar el calendario electoral de este 2025 con las elecciones en Santa Fe. Será el punto de partida que tendrá otros mojones hasta llegar a octubre, cuando se lleven a cabo las elecciones nacionales que determinarán la futura composición del Congreso, clave para la gobernabilidad de Javier Milei en el segundo tramo de gestión.

Además del color local, este 13 de abril en Santa Fe se dará un hecho particular: el debut de La Libertad Avanza (LLA) como partido con personaría, con un armado nacional que encaró Karina Milei con Martín Menem como ladero, presidente y vice de la fuerza, respectivamente. Será en un contexto delicado para el Gobierno, con pérdida de reservas, volatilidad en los mercados y un puñado de errores no forzados que socavaron el nivel de popularidad del Presidente, quien no obstante mantiene buena imagen personal, según consultores sondeados. Pero Milei no estará en las boletas y eso hará que sea también un test para saber cómo tracciona la marca por sí misma.

Luego, vendrá el superdomingo del 11 de mayo, con llamado a las urnas en Salta, Jujuy, San Luis y Chaco, para llegar una semana después a los comicios de la Ciudad de Buenos Aires, acaso las elecciones con más condimentos para forzar una interpretación nacional de los resultados.

Como sea, el próximo domingo no solo empezará a reflejar el termómetro de aceptación de la motosierra en funcionamiento, sino que también recabarán indicios los gobernadores, quienes podrán medir cuánto afecta a los oficialismos locales los recortes de gastos nacionales en sus distritos. Del mismo modo, el peronismo tendrá muestras en miniatura de sus fracturas, que se trasladan a una serie de armados provinciales.

Santa Fe, primera escala

Las elecciones de Santa Fe tendrán dos componentes: por un lado, PASO para un puñado de municipios menores. Por otro, una elección de 69 convencionales constituyentes que sí tendrá despliegue en todo el territorio provincial. La particularidad es que el gobernador Maximiliano Pullaro encabeza la boleta de constitucionales del megafrente Unidos para Cambiar Santa Fe, el mismo que lo catapultó a la gobernación y que incluye a la UCR, el PRO y el Partido Socialista, entre otros espacios.

Con la decisión de ir primero en la lista, el mismo mandatario apuntó a plebiscitar su gestión con el objetivo final de modernizar la carta magna local. En ese sentido, provincializó la campaña y evitó darle un tono nacional, de confrontación con Milei. Es un factor común en varios distritos: los gobernadores comparten electorado con Milei, los mismos que apoyan a un mandatario en la provincia lo respaldan también al Presidente en la Nación. Explica, también, parte de los favores en el Congreso, que en general solo son leídos en clave de “látigo y billetera”.

Sin embargo, en general los gobernadores tienen escaso diálogo con Casa Rosada y las promesas pocas veces se cumplen. El interlocutor preferido, el que habla el mismo idioma, es el jefe de Gabinete Guillermo Francos, pero, como dice un mandatario consultado, “tiene una caramelera sin caramelos”. Es decir, buena parte del respaldo ofrecido se debe más a esa necesidad de mantener el equilibrio, antes que a la llegada de fondos u obras a las provincias.

Según los últimos sondeos, Pullaro está cerca de los 40 puntos, con una diferencia de entre 15 y 20 puntos respecto al segundo. No obstante, de conseguir ese guarismo reflejará una pérdida de votos respecto a la elección de 2023. La explicación es que aquella vez solo había un rival de peso, el senador nacional Marcelo Lewandoswski por el peronismo. Ahora, habrá más contendientes. Por caso, el peronismo traslada (y mantiene) sus internas a Santa Fe, y presenta tres candidatos que dividirán votos entre sí: además del propio Lewadowski que desairó lo pedidos de Cristina Kirchner para erigirse como prenda de unidad, el PJ oficial irá con Juan Monteverde, quien en 2023 arañó la intendencia de Rosario. Y a ellos se suma otro excandidato a intendente rosarino: Roberto Sukerman, quien además integró el gobierno de Omar Perotti.

La Libertad Avanza tendrá al diputado Nicolás Mayoraz al frente de la boleta. En la provincia aseguran que tiene un bajo caudal de conocimiento, y así lo expresan las encuestas. Para colmo, Amalia Granata no cerró con Karina Milei y se presenta también por fuera. Otro dato común en varios distritos: los llamados “liberblue”, en referencia al dólar paralelo –no oficial-, asoman en las urnas para comerle votos a LLA.

Como fuera, será cuesta arriba para los libertarios por la dispersión de la oferta, la buena imagen de Pullaro y la supervivencia de un Juntos por el Cambio ampliado que no existe en otra parte del país. Por caso, en esa contorsión nacional, es esperable que Mauricio Macri el mismo domingo le enrostre los resultados finales a Milei para señalarle que LLA necesita de un acuerdo orgánico con el PRO, imperioso, si quiere tener éxito en el medio término. En los papeles, el sello amarillo tiene un lugar en la alianza a través de la vicegobernadora Gisela Scaglia, pero de ningún modo la potencial victoria de Unidos para Cambiar Santa Fe será un triunfo del PRO.

Vale aclarar que desde una mirada nacional es más importante esta fecha de abril que las generales de junio, ya que la elección de constituyentes votados por toda la provincia será a instancia única el próximo domingo. Para junio quedarán 11 intendencias de baja escala, concejales municipales, comisiones comunales y contralores de cuenta.

Recordatorio: cuando en 2023 Pullaro ganó la gobernación y le alzó la mano Horacio Rodríguez Larreta, la lectura nacional llevó a creer que el exjefe de Gobierno porteño era favorito para la Presidencia. Luego, perdió cómodo la PASO contra Patricia Bullrich. Un antecedente para no repetir lecturas erróneas.

Entre internas y oficialismos

También corre de atrás LLA en las cuatro provincias que votarán el 11 de mayo. En una, San Luis, no presenta candidato oficial, pero se presentan dos listas que dicen representar los valores libertarios. Manifestación, también, de internas feroces. En otra, Chaco, LLA decidió plegarse a un frente con el gobernador radical Leandro Zdero, cobijo sin riesgos. En Salta y Jujuy, en tanto, el partido de Milei viene cuesta arriba.

En defensa de LLA, las lógicas provinciales primarán, y si no son favoritos responde más a ello que a una debilidad de Milei a nivel nacional. De hecho, la figura del Presidente tiene peso para compensar el endeble armado territorial libertario. “En localidades del interior provincial no tienen candidatos, pero la gente dice que va a votar al ‘candidato del espacio de Milei’ aunque no sepan quién es”, expresó a este medio un consultor que trabaja para un gobernador.

Esa característica aparece en otras mediciones, incluso en CABA. En la Ciudad de Buenos Aires, coinciden desde diferentes espacios que si bien en el arranque de la campaña Leandro Santoro, del PJ, pica en punta por la dispersión de centro derecha, Manuel Adorni, el candidato que debió arriesgar LLA, es quien más tiene para crecer. “Además, cuando estén cerca las elecciones, el antiperonismo se va a inclinar por quien mejor venga parado en esa oferta, y creemos que será Adorni”, confían con pesar en una tribu del PJ. “Por eso, mejor no agitar que vamos a ganar, como están haciendo algunos compañeros”, señalan con cautela los peronistas menos entusiastas.

“El 11 de mayo se va a polarizar una elección en donde juegan el oficialismo provincial y nacional juntos: Chaco Puede y LLA contra el peronismo unido con Jorge Capitanich a la cabeza. Luego, otras opciones electorales que no cosechan popularidad. El escenario está polarizado en 40 y 40 para las dos listas más importantes”, mencionaron desde el distrito que gobierna Leandro Zdero. Como fuera, LLA decidió en Chaco ser un actor de reparto. Un dato a considerar: la unidad del peronismo (con representación institucional) aparece en un distrito que, como CABA, en octubre renovará senadores nacionales.

En San Luis, en tanto, “los libertarios están en un drama tremendo porque no hay lista oficial”, dicen cerca del gobernador Claudio Poggi, que logró reeditar (como Pullaro) el megafrente que lo llevó a ganar en 2023. Allí, el propio apoderado de la Libertad Avanza en San Luis ha manifestado en escrito de que nadie puede usar ni los logos ni nada de LLA. Sin embargo, se inscribió por un lado un diputado nacional de ese espacio, Carlos D’Alessandro, con un partido que se llama “Tercera Posición”. Y, por otro lado, Rodolfo Negri, marido de la senadora nacional Ivana Arrascaeta, con un frente que se llama la Libertad Avanza. También jugará, sin aval de Karina. O sea, los libertarios están divididos con carta documento incluida, con presentaciones judiciales y otras apostillas que demuestran sus desaguisados internos.

Para Poggi, todo ganancia: queda como la única referencia antiperonista formal contra el intento de retorno de Alberto Rodríguez Saá, con una lista exenta de kirchnerismo.

Dispersiones en el norte

En Salta y Jujuy los oficialismos de Gustavo Sáenz y Carlos Sadir tienen ventaja inicial. En el primer caso, las elecciones, como de costumbre, tendrán foco en la capital, que concentra casi la mitad del electorado salteño.

LLA se prepara para una buena elección en uno de los pocos distritos donde tiene un referente con poder territorial real. En este caso, Alfredo Olmedo, el exdiputado de la campera amarilla. Coinciden sondeos en que los libertarios podrán terminar segundos, beneficiados al igual que Sáenz por una fragmentación de lo que fue Juntos por el Cambio. El PRO y la UCR irán solos, al tiempo que para el peronismo intervenido asoma un score magro.

El PJ tiene como interventores a Sergio Berni y María Luz Alonso, pero buena parte de los dirigentes están encolumnados a nivel provincial tras la figura de Sáenz. Éste apunta a conseguir una victoria categórica el 11 de mayo, pero declararse luego prescindente en octubre y darle libertad de acción a los suyos para la contienda nacional, ya que construyó un provincialismo variopinto.

Allí, los interventores del PJ dan por perdida la local, pero se entusiasman con que la disputa por los lugares en el Congreso Nacional sea mano a mano con LLA. Salta también renueva senadores: el exgobernador Juan Carlos Romero tienen terminales con la Casa Rosada, mientras que Sergio Leavy y Nora del Valle Giménez reportan al interbloque de José Mayans. Ninguno de ellos tributa a Sáenz.

En tanto, en Jujuy LLA quedó con lista completa en toda la provincia. No lleva colectoras porque salen con su partido político. Hay también un frente “liberblue”, una interna que se les abrió pero que no tiene ninguna densidad. “La Lista de LLA en toda la provincia juega solamente con la marca porque los candidatos no son conocidos y es el primer turno electoral”, dicen en la provincia.

El oficialismo del radical Carlos Sadir viene golpeado, pero tiene algo a favor: también aquí el peronismo va dividido y al PJ le pesa una intervención a cargo de Aníbal Fernández y Gustavo Menéndez. Así, quedará maquillada una interna entre Sadir y su antecesor Gerardo Morales, pulseada UCR.

Dentro del tándem de las divisiones peronistas el más perjudicado es el armado del propio Frente Justicialista porque los interventores no conocen a los actores locales. “Hay referentes de la mesa como Rivarola, Fellner, Jenefes, Chaher y Snopek que terminaron peleados entre sí por la injerencia de La Cámpora”, razonan en el oficialismo. Por el peronismo gana musculatura la senadora nacional Carolina Moisés, con una posición antikerchnerista y reagrupando a sectores que miran con recelo a dirigentes que jugaron para la UCR, ya sea en tiempos de Morales o de Sadir.

En resumen, en el lote de elecciones provinciales, la fragmentación se encamina a ser a pedir de los gobernadores para revalidar su poder territorial. LLA podrá terminar la tanda de comicios locales sin ninguna victoria, con listas libertarias paralelas que le partan el voto, pero sobre todo sin candidatos fuertes y atravesado por lógicas locales que podrán dinamitar sus chances. De todos modos, los gobernadores, aún ganando, podrán perder caudal de votos, mientras el peronismo deambula entre intervenciones, divisiones y una unidad acordada en pocos distritos. ¿Los traspiés en las provincias podrán determinar algo a nivel nacional? La respuesta es simple: falta demasiado para octubre.

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