Por cuatro décadas de desidia, las playas de Berisso son las más contaminadas

Por cuatro décadas de desidia, las playas de Berisso son las más contaminadas

Una de las mayores reservas de agua dulce del mundo, el Río de la Plata, cada día está peor. Y en la Región, ello tiene un capítulo central

 

El agua es un recurso renovable. Pero finito. Y cada vez más codiciado en el mundo. Hay migraciones por su carencia y dificultades crecientes para producir alimentos. En ese contexto, nuestra región se extiende a la vera de uno de los reservorios de agua dulce más importante del planeta: el Río de la Plata. Sin embargo, desde hace décadas y décadas no deja de ser castigado (al menos de este lado).

HACE MÁS DE 40 AÑOS QUE EL CAÑO CLOACAL ESTÁ ROTO A LA ALTURA DE LA PLAYA

En ese contexto general, aquí nomás, en la costa de Berisso, desemboca el caño que lleva los desechos cloacales de casi toda la Región, convirtiendo a las playas de la ciudad en las más contaminadas de la franja ribereña sur del Río de la Plata. Conocido popularmente como “caño de la 66”, por seguir la traza de esa avenida, se encuentra roto desde hace más de cuatro décadas justo en la línea que separa las aguas de la arena.

Hace menos de tres meses, una empresa contratista de Aguas Bonaerenses SA (Absa) inició trabajos sobre el conducto, según pudo averiguar este diario. También hay fuertes versiones de que los mismos responden a una orden judicial que habría recibido la empresa. El tema se maneja con un nivel de hermetismo llamativo teniendo en cuenta el porte y la necesidad de la obra.

“HOY DEBERÍA HABER UNA PLANTA DEPURADORA DE MAYOR ENVERGADURA. PERO NO SÓLO NO OCURRE ESO SINO QUE, VEINTE AÑOS DESPUÉS DE SU INSTALACIÓN, LA PLANTA ACTUAL NO FUNCIONA COMO CORRESPONDE” MARCELO GARÓFALO PRESIDENTE ONG NUEVO AMBIENTE

Lo cierto es que desde antes de 1976 el caño está roto. A mediados de los ‘90, una familia que vivía en la playa sufrió un caso de cólera del cual dio cuenta EL DIA. Hoy habla la ciencia: un estudio del Instituto de Limnología de La Plata (Ilpla-Conicet) determinó que en el balneario Bagliardi, ubicado 900 metros al sur del conducto, hay una concentración de más de 68 mil bacterias de Escherichia coli (E. coli) cada 100 mililitros de agua. ¿Cuál es la relación definida para calificar el agua como “de uso recreacional”? Como máximo, 126 bacterias cada 100 mililitros.

El número asusta. Y no es para menos. Desde el Ilpla-Conicet subrayaron que “el gráfico que surge de los estudios (ver en esta página) puede llamar a confusión, teniendo en cuenta que los valores de las otras playas caen drásticamente en comparación con los de la Bagliardi. Es que allí se disparan porque a menos de un kilómetro desembocan, prácticamente sin tratamiento previo, los desechos cloacales de la mayor parte de la Región, pero los niveles son alarmantes y preocupantes en toda la costa sur”, puntualizaron.

“EN EL MUNDO HAY MIGRACIONES MASIVAS POR FALTA DE AGUA, POR LO TANTO, LA DESIDIA CON QUE SE MANEJAN EL RÍO Y LA CUENCA DEL PLATA ES INEXPLICABLE E IMPERDONABLE” HORACIO DE BELÁUSTEGUI PRESIDENTE FUNDACIÓN BIOSFERA

“RECURSO FINITO”

El licenciado en Ecología y Recursos Naturales y doctorando en Desarrollo Sustentable en la Universidad de Manizales (Colombia), Horacio de Beláustegui, realzó que “el problema afecta principalmente a la población más pobre, que vive en la ribera o utiliza esas playas en verano. Estudios de la UNLP, de la UBA, así como los informes del Hospital de Niños dan cuenta de una presencia alarmante de parásitos por metro cúbico de agua y de sus consecuencias en la salud, sobre todo de niños y niñas”.

 

Tras resaltar que el río se ha convertido en un vertedero puro y duro “pues los líquidos se vuelcan casi sin tratar”, el experto señaló la necesidad de tener de una vez por todas “una visión regional” de la cuestión ambiental. “El Estado es el principal responsable, ya que cuenta con organismos supuestamente dedicados al tema y con profesionales y técnicos a los que presentan como idóneos y que cobran”, disparó el profesor de Ecología de la Universidad Nacional de Luján, pero aclaró: “Las empresas y los ciudadanos también somos responsables. Hay muchas firmas que realizan vuelcos ilegales. Y la ciudadanía no toma conciencia de que el agua es un recurso renovable pero finito. Y a este ritmo, ese gigantesco reservorio de agua dulce corre riesgo si no se actúa con firmeza y persistencia”.

Hay playas donde los niveles de E. coli y de enterococos en arena superan a los hallados en el agua

Vale recordar que la llamada planta depuradora que se inauguró en octubre de 1999 en 66 y 165 es, en rigor, una planta de pre-tratamiento. Cumple apenas la primera fase de un proceso de depuración, como es la separación entre sólidos y líquidos. “Eso sólo disminuye el 40 por ciento de la demanda bioquímica de oxígeno (un indicador de contaminación) de todos los desechos, de manera tal que el 60 por ciento llega al río sin tratamiento alguno”, especificó un profesional.

“Todo proceso de producción de alimentos requiere de agua”, dijo Horacio de Beláustegui. “Según la FAO (organismo de la ONU para la alimentación y la agricultura), para hacer cada taza de café se necesitan, desde el cultivo de la planta en adelante, 140 litros de agua; para una de té, 35 litros; para un vaso de jugo de naranja, 170 litros; para producir un kilo de carne vacuna, 15.000 litros; un kilo de pollo, 4.300, y un kilo de verduras, 4.000”, ejemplificó, para apuntar que “hay migraciones masivas por ese problema, por lo tanto, la desidia con que se maneja el Río y la Cuenca del Plata es imperdonable”.

El presidente de la ONG Nuevo Ambiente, Marcelo Garófalo, consideró que “a esta altura debería estar funcionando una planta depuradora de mayor envergadura, que esencialmente mejore la calidad del agua que se obtiene. Pero no sólo no ocurre eso sino que, veinte años después de su instalación, la planta actual no está trabajando como debería”, añadió. De hecho, funciona “cuando quiere y como quiere”, confiaron fuentes de la Comuna. “Resulta inadmisible que, con los riesgos sanitarios que conlleva, se sigan volcando sin tratamiento gran parte de los desechos cloacales de la Región. Y que, pese a su gravedad, el tema no haya estado en la agenda de los sucesivos gobiernos que pasaron desde aquel 1999. A ello se agrega el abandono de parte del caño, lo cual no sólo provoca la contaminación del agua, sino también de la arena. La ONU dice que ‘el agua debe ser saludable y estar libre de contaminación, productos químicos o sustancias peligrosas para la vida humana’”, remató.

 

54.000Por ciento es la diferencia entre la cantidad de bacterias de E. coli halladas cada 100 mililitros de agua donde desemboca el “caño de la 66” y la cantidad permitida para el uso recreacional del agua. La muestra que tomó el ILPLA tiene 68.261 bacterias/100 ml y se recomiendan 126/100 ml.

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