Seguridad, coparticipación, la basura y las organizaciones sociales, en agenda.
Erigirse como uno de los pocos oficialistas que pudo obtener su reelección tendrá un correlato complejo para Horacio Rodríguez Larreta: la victoria del Frente de Todos en Nación y Provincia obligará al jefe de Gobierno porteño a desactivar una serie de “bombas” no resueltas con las que deberá lidiar desde diciembre. Se trata de conflictos históricos que atañen al Area Metropolitana y al trabajo conjunto con el Ejecutivo nacional y que pondrán a prueba la muñeca política de Larreta, en especial durante sus dos primeros años de gestión.
Por ello, también esta semana lanzó un gabinete de perfil bajo, sin grandes figuras –a excepción del vicejefe, Diego Santilli, quien seguirá a cargo de la Seguridad– y pretende que el futuro ex presidente, Mauricio Macri, así como la próxima presidenta del PRO, Patricia Bullrich, sean quienes encarnen la oposición más dura a Alberto Fernández y Axel Kicillof. En ese marco, Larreta ya tendió puentes con el gobernador electo (con quien se encontró acompañado del ministro de Hacienda de la Ciudad, Martín Mura), y hará lo propio con el nuevo presidente. Una de las “bombas” tiene que ver con los fondos coparticipables. Aunque hubo señales en distintos sentidos, en la Ciudad hay preocupación sobre la posibilidad de que se disminuya el porcentaje de recursos que reciben de Nación.
Con el traspaso de la Federal en 2016, la coparticipación se estableció en 3,75% y luego quedó en 3,5%. “Vemos difícil que avancen, pero si lo hacen, creemos que es inconstitucional e iremos a la Corte”, adelantan a PERFIL en el Gobierno porteño. La Ciudad aporta entre el 22% y el 25% de los recursos (IVA y Ganancias). PUBLICIDAD inRead invented by Teads La Ciudad aporta entre el 22% y el 25% de los recursos (IVA y Ganancias). Otro de los temas clave, junto con la Provincia, será el manejo de la basura que administra el Ceamse, el ente bipartito que gestiona los rellenos sanitarios y que comparten ambas jurisdicciones, incluidos un grupo de municipios. Trabajar en el Area Metropolitana es una de las tareas que ya tiene en la cabeza Santilli junto al ministro de Gobierno, Bruno Screnci. Otro tema que podría ser una “bomba” es la seguridad. Allí, el encargado de la Policía de la Ciudad, Marcelo D’Alessandro, deberá lidiar con el trabajo con su par bonaerense y nacional. Su amistad con Cristian Ritondo y la paciencia de Santilli con Bullrich fueron determinantes para avanzar los últimos años.
Hacia adelante, todavía es una incógnita. La cuarta “bomba” será el vínculo con las organizaciones sociales y las manifestaciones en la calle. En este contexto, la llegada de María Migliore al Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat porteño puso en alerta a buena parte del larretismo, que califica como de “alto riesgo” esa elección. “Mery” empezó a hacer los deberes: se reunió con cada uno de los funcionarios del área social, con el nuevo presidente de la Corporación Sur, Santiago López Medrano (ministro social bonaerense y quien podría ayudarla en la contención), y se llevó al jefe de asesores de Hacienda, Javier Salas Bulacio, como su jefe de gabinete.
También dio muestras de autonomía y no quiere ser intervenida por quien la ungió como funcionaria, el titular del Instituto de la Vivienda, Juan Ignacio Maquieyra. Pero no será sencillo. Además de deslizar la intención de echar a la subsecretaria de Promoción Social, Agustina “Apu” Señorans, ya tiene un frente interno: el encargado del Barrio 31, Diego Fernández, adelantó que no trabajará bajo el ala de Migliore.
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