El peronismo celebró ayer el Día de la Lealtad, la fecha más cara a sus sentimientos, con cuatro actos distintos. Una muestra de que la unidad pregonada desde todos los sectores es una meta, al menos, difícil de alcanzar.Hubo para todos los gustos. Hasta el presidente electo del radicalismo estuvo en uno, junto al intendente Nicolás Ducoté, de reciente afiliación al Pro.Más temprano había sido el turno del acto sindical, convocado por un puñado de organizaciones, la mayoría, afines al macrismo. Después se movilizaron las agrupaciones kirchneristas y, por último, cerraron militantes históricos, en un acto que tuvo como orador principal al exintendente Jorge Telmo "Pampa” Pérez, que juró a los cuatro vientos que no tenía pensado hablar. Entre todos, hubo mensajes cruzados y diferencias por la historia reciente y, sobre todo, por el rumbo futuro de cara al primer año electoral que los encontrará fuera del gobierno en 14 años.El escenario de la mayoría de los actos fue el mismo: el busto de Perón y Evita, en el centro de la plaza 12 de Octubre. A la noche, el monumento rebosaba de coronas florales.Por la mañana, se reunieron algunos gremios. Los más macristas fueron los principales oradores: el concejal oficialista, Gustavo González y el ruralista Jorge Herrera. Una suerte de pata peronista de Cambiemos. Aunque lamentó la división, para González, "no es el momento” de rearmar el partido. Antes, dijo, "se tienen que correr los que lo condujeron en los últimos años para que surja gente joven”. De paso, criticó la reciente unidad de los gremios locales que desembocó en la normalización de la CGT, cuyos dirigentes no estuvieron en ninguno de los actos.Al mediodía, el concejal Gustavo Trindade, ahora cercano al oficialismo, hizo su propio acto, nutrido por funcionarios del gobierno y autoridades de la UCR.El intendente Nicolás Ducoté, incluso, tomó la palabra para resaltar que hay "una parte de Pilar en la que late un corazón peronista”.Los concejales de la UCR Claudia Zakhem y Juan Manuel Quintana, oficializado como presidente del radicalismo, también fueron de la partida. Las agrupaciones K eligieron el cementerio como escenario. Allí, homenajearon a Américo Vattuone, intendente electo en 1962, en plena proscripción del peronismo, pero impedido de asumir.Hubo representantes de varias organizaciones. Algunas habían estado hasta último momento a punto de participar del acto de la tarde. Pero la prohibición de nombrar a Néstor y Cristina Kirchner en los discursos los hizo desistir. Solo el concejal Juan Luna y otros dirigentes del Movimiento Evita participaron de ambos.Romina Nogués (Néstor Kirchner), Mirta Ortega Sanz (Psol), Fabian Pitronacci (Los Kumpas) y el Frente Grande fueron algunos de los convocantes. Al caer la tarde se realizó el último acto, el que en la previa tuvo pretensiones de mostrar unidad. Pero la multiplicidad de la previa lo fue desgranando y, al final, le dejó no más de un centenar de concurrentes. Ese fue el reencuentro de los peronistas que peinan canas. Y, sobre todo, de los que quieren dejar en el pasado la etapa kirchnerista.  ZÚCCARO Y MOLINADos ausencias muy presentes Los actos por el Día de la Lealtad tuvieron muchas presencias y varias ausencias. Pero dos fueron muy notorias: las del exintendente Humberto Zúccaro y el dirigente José Molina. Ninguno de los dos convocó a ningún acto ni participó de alguno. Con una particularidad: Zúccaro es presidente del Consejo del PJ local y Molina su vice. Y ambos están anotados para mantener los cargos cuando se pongan en juego. Pero ayer, los dos se contentaron con recordar el nacimiento del peronismo en Twitter.