El municipio admitió que se vierte al río sin tratar el 80 por ciento de los líquidos cloacales. Son dos millones de litros de agua servida por hora que van al agua. La Provincia intimó al Gobierno municipal a no conectar más domicilios a la red.
Río Cuarto. Unos dos millones de litros de aguas servidas, sin tratar, son largados por hora al río Cuarto, con el consiguiente impacto ambiental. La segunda ciudad de Córdoba arroja casi todos sus desechos cloacales crudos al río.
Más de 200 millones de pesos costaría ampliar la planta de tratamiento de efluentes de Río Cuarto. Gran parte de la ciudad tiene redes de cloacas pero que no terminan en una planta de depuración sino en el río.
La planta existente en Río Cuarto es de 1931. Está ubicada unos 15 kilómetros al este del casco urbano. Fue pensada para 35 mil habitantes. Actualmente la ciudad tiene 170 mil.
El presupuesto municipal anual para conexiones del servicio es de ocho millones. Desde 2002 que no se hacen obras para depurar efluentes.
La Provincia califica ahora la situación de “altamente contaminante” y “preocupante” y en los últimos días intimó al Ente Municipal de Obras Sanitarias (Emos) para que se abstenga de efectuar nuevas conexiones domiciliarias a la red cloacal y presente un plan para mitigar el impacto.
“Es evidente que la capacidad de la planta depuradora se encuentra sobrepasada habida cuenta que entre el 60 y el 80 por ciento de los líquidos que llegan son derivados, a través de un by pass, directamente al curso del río Chocancharava, sin tratamiento alguno”, dice la intimación firmada por Edgar Castelló, secretario de Recursos Hídricos del Ministerio de Agua.
Contrapunto
Con un dictamen de la fiscalía municipal, Carlos Ordóñez, titular del Emos, rechazó la intimación. Consideró que el pedido para que no se conecten más vecinos a la red de cloacas “carece de razones lógicas, técnicas y legales”.
Defendió las obras de redes cloacales, aunque no haya planta de tratamiento. “No se trata sólo de darle comodidad a la gente para que no se le tape el pozo negro sino de una política que tiende a genera cambios en la vida cotidiana, avanzar en salubridad, inclusión y calidad de vida”, dijo.
“No desconocemos la problemática, estamos tirando el 80 por ciento sin tratar al río, no lo negamos, es un tema prioritario que ponemos en agenda, nos estamos juntando con todas las instituciones y organismos para tratar de generar conciencia y poder social para buscar financiamiento para la planta”, afirmó Ordoñez.
El municipio argumenta no tener fondos propios para encarar semejante obra. Dicen esperar que la Provincia “apoye estas gestiones y las que se hicieron ante la Nación, porque el propio gobernador José Manuel de la Sota ha admitido que esta obra no la puede afrontar sola la ciudad, ni la Provincia”.
El problema no es sólo para Río Cuarto. El impacto sanitario y ambiental es regional. “Aunque por sus características, el río tiene una alta capacidad para degradar la materia orgánica, los líquidos pueden afectar a otras poblaciones”, admitió Ordóñez.
El concejal opositor Víctor Nuñez (PJ), integrante del directorio de Emos por la minoría, dijo: “Con excepción de la gestión de Alberto Cantero no hubo ningún gobierno municipal que se preocupara por la planta de tratamiento de cloacas”. Y añadió: “Hubo una falta de gestión total. Yo he hecho trámites personales ante el Ministerio de Planificación Federal pero lo que hace falta es que lo haga el intendente. No se ocuparon de gestionar una planta, pese a que llevaron el servicio a casi la totalidad de la población”, expresó.
Nuñez opinó que la municipalidad tiene que sentarse a discutir con la Provincia, “tomar el toro por las astas, hacer un nuevo proyecto porque el que tenemos tiene 16 años y está perimido y gestionar de dónde va a surgir el dinero”.
En los últimos días, el municipio insistió en que no se abstendrá de hacer nuevas conexiones domiciliarias de cloacas. Además de razones de salubridad, alegó que la propia Provincia tiene pequeñas obras de cloacas en marcha en la ciudad gestionadas a través del Círculo Vecinal.
Meses atrás, el gobernador De la Sota –vecino de esta ciudad– propuso a Río Cuarto impulsar una legislación local que obligue a todos los nuevos loteos a tener sus propias plantas de tratamiento.
Por otra parte, una comisión de vecinos autodenominados “Amigos del río Cuarto” pidieron en junio la banca del ciudadano en el Concejo Deliberante y comenzaron a juntar firmas para solicitar a las autoridades provinciales y nacionales ayuda para concretar la obra y realizar un estudio integral del río.
Plantearon que en distintos puntos del país la Nación ha suministrado los fondos o ha gestionado créditos internacionales para que estas obras de saneamiento sean posibles.
Desde la Emos, anticiparon que convocarán a los legisladores de Río Cuarto para que contribuyan en la gestión de financiamiento.
En detalle
Intimación. La Provincia califica ahora la situación de “altamente contaminante” y “preocupante” y en los últimos días intimó al Ente Municipal de Obras Sanitarias (Emos) para que se abstenga de efectuar nuevas conexiones domiciliarias a la red cloacal y presente un plan para mitigar el impacto.
Negativa. Con un dictamen de la fiscalía municipal, Carlos Ordoñez, titular del Emos, rechazó la intimación. Consideró que el pedido para que no se conecten más vecinos a la red de cloacas “carece de razones lógicas, técnicas y legales”. Y defendió las obras de redes cloacales.
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