El sacerdote tiene una condena en suspenso por desvio de fondos. La otra investigación es por redireccionamiento de donaciones.
El caso por abuso de menores agravado no es la única sentencia judicial que aqueja al sacerdote Julio César Grassi: tiene dos causas penales abiertas.
El sacerdote tiene una condena de dos años en suspenso por desviar fondos de la Fundación Felices los Niños para alquilar una casa-quinta en la que vivía en Hurlingham. Luego de que le prohibieron ingresar a la Fundación por el caso de abuso sexual, Grassi, de acuerdo a la fiscalía, alquiló una lujosa propiedad en 2002 frente a la sede de Felices los Niños.
El Tribunal Oral Criminal N° 3 de Morón rechazó el pedido de Grassi de realizar una probation para eludir el juicio oral y lo condenó a dos años. El otro caso contra el sacerdote surgió de una nota de Periodismo para Todos (PPT) en la que mostró cómo se redireccionaban bienes y alimentos donados a la Fundación Felices los Niños a la Unidad penitenciaria de Campana, donde actualmente está alojado.
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