Mientras en el sector de clínicas celebran la medida, médicos de la Ciudad expresan “preocupación e incertidumbre”.
El plan anunciado por el gobernador Axel Kicillof para “articular” el sistema público con el privado e inyectar durante la pandemia por coronavirus 400 millones de pesos mensuales desde el Instituto de Obra Médico Asistencial (IOMA) a las clínicas y sanatorios privados, desató posiciones encontradas entre los profesionales de la salud de la Ciudad.
Mientras por un lado, parte de la comunidad médica platense recibió la noticia con “preocupación e incertidumbre” y pidió aclarar si la senda encarada terminará en la “estatización” sanitaria, en el sector de clínicas celebraron el camino hacia lo que interpretaron como “un cambio en este sistema de salud en crisis, fragmentado y anárquico”.
Cómo se dará esa transformación era un interrogante que hasta ayer no podía despejar el presidente del Colegio de Médicos de la provincia de Buenos Aires (Distrito I), Jorge Mazzone: “Nadie nos convocó para explicarnos, ni para consultar o intercambiar opiniones sobre lo que quieren llevar adelante. Lo anunciado ayer partió de una decisión unilaterial e inconsulta, ignorando a los médicos, principales actores del sistema sanitario”, advirtió en diálogo con EL DIA.
Preso del “desconcierto”, Mazzone se despachó con una catarata de preguntas: “¿Cómo nos quieren auxiliar? ¿Mejorando nuestros honorarios y garantizando la rentabilidad de los sanatorios ? ¿O empobreciéndonos, fundiendo las clínicas para luego comprarlas y transformarnos en empleados a sueldo del Estado patrón? La verdad es que no sabemos si en el nombre de la pandemia y un sistema fundido vamos hacia la estatización de las clínicas o no, pero es algo que los gobernantes deberían aclarar”.
Otra fue la observación del titular de la Federación de Clínicas, Sanatorios, Hospitales y Otros Establecimientos de la Provincia de Buenos Aires (Fecliba), Néstor Porras, quien destacó ante este diario que la asistencia presentada ayer es obra de un trabajo conjunto con IOMA y el Gobierno. Valoró, en ese sentido, el aumento del 7 por ciento anunciado para todas las prácticas y honorarios, la creación de módulos específicos para COVID-19 (lo que implicará un cobro especial para los pacientes afectados por este virus) y, sobre todo, la ayuda a los sanatorios privados por 400 millones de pesos mensuales.
“Este aporte, que devolveremos -aclaró Porras-, es una contribución ante la merma en la facturación que han tenido las clínicas desde la irrupción de la pandemia”.
A la fecha, se estima que estos centros médicos han sufrido una baja en los ingresos del 70 por ciento, principalmente, por la caída de las consultas ante el temor al contagio por COVID-19. Todo, pese a la insistencia de los profesionales para que el paciente no descuide las patologías y recurra a las clínicas que, aseguran, cumplen con estrictos protocolos de seguridad.
En ese escenario, explicó el presidente de Fecliba, el IOMA contribuirá con un porcentaje que dependerá de la categorización sanatorial. Aunque resta definir mediante qué fórmula.
“Todo ayuda”, decían ayer en un importante sanatorio privado de la Ciudad, aunque asimilaban el plan oficial a “una curita para un enfermo terminal”. Como ejemplo, mostraron gastos por 50 millones de pesos mensuales, frente a una recaudación de 15 millones. “Esa es una realidad que se multiplica en la mayoría de los sanatorios”, alertaron.
Para el presidente de la Agremiación Médica Platense, Jorge Varallo, es un “acierto que el Gobierno se ocupe del sistema privado”, pero pidió una asistencia similar “a los profesionales que atienden en consultorios y clínicas monovalentes, cuya actividad y honorarios han bajado en un 75 por ciento”.
Al respecto, Varallo agregó que ya el mes pasado elevaron esta propuesta al IOMA y están a la espera de una respuesta. Además, “hace 24 meses que la obra social no autoriza el aumento del copago -completó-. La pandemia no hace más que sumar problemas a una crisis de arrastre”.
Porras, por su parte, vio una luz al final del túnel en la flamante medida, al entender que “nadie quiere quedarse con las clínicas; la realidad es otra y es que la Provincia, como órgano rector, busca optimizar los recursos articulando los sistemas público y privado. El objetivo final es ayudar al beneficiario”.
En el Colegio de Médicos no lo tienen tan claro. No solo miran con reparos el anuncio de ayer, sino también el cuestionamiento a la libre elección de profesionales que esta semana hizo el titular del IOMA, Homero Giles: “¿Es que acaso quieren pamizar el sistema de salud de la Provincia?”, remató Mazzone.
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