Como si la colección de fracasos en la materia no fuera amplia y variada, el gobierno nacional trabaja para que los 330 metros del “Preziosa” (MSC), fondeen frente a la costa el próximo verano. Los pasajeros bajarían en tenders. Que puedan entrar al puerto sería un milagro.
El "Preziosa" de MSC, es el barco elegido para dejarse fotografiar desde la costa. Por su tamaño no puede entrar al puerto.
No hay caso. Ligar a Mar del Plata con los cruceros de lujo no parece ser un anhelo sobrevalorado –y carísimo- solo de la anterior administración.En Cambiemos buscan que la ciudad se convierta en escala de la ruta sudamericana el próximo verano.
Pero hay obstáculos que ponen en riesgo poder cumplir el objetivo, y que van más allá que la ciudad carece de atractivos para el turismo internacional, en este caso serían brasileños que de playas conocen bastante.
La boca del puerto no tiene profundidad suficiente para recibir un barco de más de 200 metros. El muelle de la Terminal de Cruceros tiene calado solo para que amarren los barcos pesqueros que le dan movimiento a todo el sector de la Escollera Norte. Y el edificio de cristal ya tiene otros inquilinos: Policía Federal, Consorcio Portuario y hasta la Municipalidad.
Pero para insistir como lo hacen desde el Ministerio de Transporte, que maneja Guillermo Dietrich, deben tener todo calculado y planificado. Deben haber corroborado que en el Mar del Plata es perfectamente viable que se acople a la ruta que dibujan los cruceros en la próxima temporada.
Poca fuerza hizo la apatía de Martín Merlini por conocer detalles del operativo. El Presidente del Consorcio ha sido crítico de la política de cruceros y el despilfarro obsceno de recursos públicos –se gastaron más de 7 millones de dólares en la construcción de la Terminal- para tan magros resultados en la anterior gestión.
Entraron dos cruceros en los últimos años. Fue el Ocean Diamond en marzo del año pasado y en marzo del 2014, oportunidad en que Valeria Méndez, la exvicepresidenta del Emtur, destacó el avance de la obra de dragado, como si hubiese tenido algo que ver. En realidad ninguna de las dos escalas fue programada. Bajaron en el puerto de apuro para que los turistas lleguen a tiempo a Ezeiza a tomar los vuelos a sus países de origen.
Hace unos días estuvieron en el puerto directivos de MSC, la misma naviera que viene asiduamente con el buque de porta contenedores, y que juega fuerte en el negocio del turismo de barcos de lujo. Javier Luser, director de Operaciones, junto con Javier Masignani, director del área Cruceros, se entrevistaron con Merlini, con autoridades de Prefectura y recorrieron el espejo interior del puerto.
Hasta ahora los cruceros pasan de largo en el viaje de Buenos Aires hacia Puerto Madryn y Ushuaia. Pero este verano están empecinados en incluir a Mar del Plata. Desde lejos, es hora de aclararlo.
Porque fuentes de Prefectura que participaron de la recorrida revelaron que los representantes de MSC refirieron un crucero de 330 metros. El portal “Noticias de Cruceros” subrayó que el único crucero de esas características es el “Preziosa”, el barco más moderno de la flota.
“De concretarse esta primer visita, Mar del Plata tendrá 4.345 pasajeros más en sus playas, lo cual equivale al aporte que harían 10 “Jumbo” Boeing 747, 100 autobuses de larga distancia ó 1.826 vehículos particulares; gastando (según estándares internacionales) US$ 521.400en transporte, excursiones, alimentos y souvenirs”, dice el portal especializado.
Calma. Les pido que recuperen la compostura. En este portal el exintendente Gustavo Pulti anunció que faltaban 100 días para que se inaugure la Terminal de Cruceros. Fue en julio del 2014.
Si ahora la eslora limitante de los buques para entrar a puerto es de 180 metros, al Preziosa le sobran 150. Pero no parece ser impedimento. Lo que MSC evalúa por estas horas es bajar a los turistas en los “tender”, catamaranes a motor, auxiliares del barco, con capacidad para 200 pasajeros.
El buque fondearía frente a la costa y los turistas, en su mayoría jubilados por arriba de los 60 años, subirían a los tenders para desafiar el oleaje de la boca del puerto. Adrenalina, aventura y descomposturas colectivas garantizadas.
“MSC ya tiene experiencias exitosas respecto de realizar desembarcos con sus “tender” en diversas escalas”, aclara el portal especialista en cruceros. Aseguran que en Punta del Este, los barcos permanecen fondeados a 5 millas de “La Mansa” mientras los “tender” bajan su pasaje hasta el muelle “La Pastora” (frente al Hotel Conrad). Y más recientemente Camboriú, luego de la inauguración del Atracadero Tedesco, también se incorporó a las escalas brasileñas de estos grandes navíos.
Ninguno de dichos puertos se asemeja al de Mar del Plata, pero seguramente los funcionarios del Ministerio de Transporte han verificado las condiciones seguras de la maniobra para avanzar en el plan.
“Necesitas un día de mar calmo, planchado, que no haya viento así no levante oleaje que dificulte la navegación…. Es difícil, casi imposible”, cuenta uno de los proveedores del servicio de remolque en el puerto, acostumbrado a lidiar con las condiciones cambiantes de la boca del puerto.
“Qué pasa si comienzan a bajar, algunos incluso desembarcan y de pronto cambia el viento, se nubla, llueve, algo habitual en Mar del Plata fuera de pronóstico, y ya no es que algunos no puedan llegar, sino que los que desembarcaron no pueden volver a subir al Crucero”, se preguntó otra fuente. “Es una locura”, remarcó.
En los próximos meses habrá nuevas visitas –todavía no encuentran un ambiente amigable donde puedan amarrar los “tenders” como para que los visitantes no confronten con tanto olor a pescado- y hasta algún anuncio oficial cuando llegue la primavera. En el Consorcio, que ni siquiera comunicaron la visita de los enviados de MSC, intentan mantener un perfil subterráneo.
De mínima tendrán al “Preziosa” fondeado frente a la costa de Mar del Plata unas horas, como para dejarse sacar algunas fotos, vender maravillas supuestas de la ciudad y ocupar centímetros en los medios alabando las posibilidades de sumar a Mar del Plata al turismo internacional.
Mientras otros puertos reciben inversiones millonarias del gobierno nacional, como el de Comodoro Rivadavia o el de Madryn, que les permitirán mejorar su capacidad operativa y planificar un desarrollo en crecimiento, acá se insiste con los cruceros.
Basta de Cruceros, basta de vender espejos de colores con sus mínimas y remotas chances de ingreso. Basta de la politiquería barata que viene como equipaje. Basta del cuento repetido de sus bondades todavía envueltas en papel de regalo.
El puerto marplatense debe pagar su dragado, la ampliación de su infraestructura está atada al financiamiento de organismos internacionales y su principal actividad, la industria pesquera, apenas flota con un pulso cada vez más tenue. Pero insisten con los cruceros. Basta.
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