La ex ministra de Gobierno de Axel Kicillof vuelve a la Cámara alta bonaerense en un escenario de paridad absoluta con Juntos y conduciría el bloque oficialista
Por Facundo Cottet
El bloque del Frente de Todos en la Cámara de Senadores bonaerense está cerca de tener la conducción de la ex ministra de Gobierno Teresa García a partir de la semana que viene. La respuesta se repite en La Plata ante la consulta de quién estaría al frente del espacio oficialista. La legisladora electa regresará al Senado como lo hizo en el período 2017-2019 cuando era una de las espadas opositoras a la gestión de María Eugenia Vidal. Detrás de aquella candidatura provincial, que la llevó a la Cámara alta por el espacio de Unidad Ciudadana hace cuatro años, estuvo la decisión de la ex presidenta Cristina Kirchner, quien notaba que la entonces gobernadora tenía poca resistencia legislativa y se posicionaba con fuerza hacia 2019. Ahora, con el peronismo en el gobierno, García llega a un bloque con algunos matices internos que deberá aplacar para darle celeridad a las proyecciones del gobernador Axel Kicillof e imponer una agenda legislativa propia.
El oficialismo tendrá 23 bancas en el Senado a partir de la semana que viene. La misma cantidad que las que hasta el momento tendría Juntos, si es que no escinde su bloque en dos, o tres. En ese frágil equilibrio de paridad, el FdT -y en este caso García- tendrá entre sus funciones sostener la uniformidad del espacio y una conducción clara.
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Es que el escenario del Senado con dos bloques grandes de 23 integrantes por cada espacio obliga al Frente de Todos, primero, a conseguir el quórum de la mano de -al menos- una asistencia o ausencia opositora para iniciar las sesiones. Además, en el oficialismo no sobran votos como para poder arbitrar a gusto. De hecho, hay una instalación un tanto mediática de que el intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray, traccionaría hacia atrás el funcionamiento del bloque. ¿El motivo? La senadora Magdalena Goris forma parte de la estructura política del jefe comunal díscolo a la conducción de Máximo Kirchner en el PJ bonaerense, en una herida que aún no cicatrizó. Y sin ella, no alcanzaría el número para el oficialismo.
El senado bonaerense presidido por la vicegobernadora Verónica Magario
Gray salió a pedirle una reunión al gobernador Axel Kicillof. “Queremos saber cuáles van a ser las líneas de acción en materia de seguridad que tiene programado el gobernador para los próximos años, cuál va a ser la inversión en esa área y también en educación y en salud”, dijo el intendente días atrás en declaraciones a Letra P.
En el Ejecutivo le restan valor al posicionamiento del intendente, que se ausentó en el encuentro que el mandatario provincial mantuvo semanas atrás con casi la totalidad de jefes comunales del Frente de Todos. Allí, Kicillof plasmó algunas líneas de lo que piensa hacer hacia 2023. En el gobierno provincial también ponderan lo que sería la designación de García como jefa de bloque. La ex funcionaria había llegado al Gabinete con el empuje de Cristina Kirchner. De hecho, es una de las dirigentes bonaerenses que tiene diálogo con la vicepresidenta.
Axel Kicillof y Fernando Gray
La proyección electoral que el Frente de Todos realizó sobre el Senado provincial fue casi un objetivo central en la elección legislativa de este año que se va. La campaña se inclinó con fuerza en las secciones electorales que renovaban senadores provinciales, puntualmente la Primera, Cuarta y Séptima sección electoral. Durante el primer tramo de la gestión de Kicillof, el oficialismo fue minoría con 20 bancas, mientras que Juntos tuvo 26 .”Basta de palos en la rueda”, festejaba el gobernador la noche de las elecciones generales desde el búnker del Frente de Todos tras confirmar el escenario de paridad que se avecinaba de 23 bancas para el oficialismo y 23 para la oposición, imaginando un virtual desempate de la vicegobernadora Verónica Magario en caso de una votación empardada.
Esa ecuación también estaría considerada para la designación de autoridades de Cámara. Hoy la vicepresidencia del Senado está en manos de Alfredo Fisher, legislador peronista por la Sexta sección electoral y ex intendente de Laprida. Responde a Magario y podría continuar al frente de la vicepresidencia para asegurar que ante una eventual ausencia de la vicegobernadora el voto sería el mismo.
Con menos ordenamiento asoma Juntos para la conducción de bloque en la Cámara alta. Como dio cuenta Infobae, hasta el momento hay dos sectores en pugna dentro del PRO para presidir el bloque: por un lado el saliente jefe de gabinete del municipio de General Pueyrredón, Alejandro Rabinovich -que sería impulsado por el Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta y el diputado nacional electo, Diego Santilli- y por el otro la senadora Daniela Reich, que cuenta con el acompañamiento del intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, y algunas adhesiones más puertas adentro de la bancada de Juntos.
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