Halcones y palomas del PRO coinciden en que la decisión de la vicepresidenta de bajarse de la candidatura puede ser una estrategia política. Macri se corre del espejo y, aunque no cambian sus planes, Larreta y Bullrich toman nota de la influencia de Cristina en el armado opositor. La agenda del ex presidente después de Qatar y los viajes del alcalde y la ex ministra a EEUU, con cambios a último momento.
Mauricio Caminos
“Cristina pateó el hormiguero”. La metáfora que bien podría caberle a una voz kirchnerista por la sorpresa que causó la vice al “renunciar” al 2023 se escuchó en la vereda política de enfrente, particularmente cerca de Horacio Rodríguez Larreta, mientras el jefe de gobierno se codeaba con funcionarios de Joe Biden y celebraba el pase a semis de la Selección en un bar de Washington.
El anuncio de Cristina Fernández de Kirchner como contraataque a la condena que sufrió en la causa Vialidad –seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ocupar cargos públicos– aún resuena en el macrismo. Entre halcones y palomas del PRO coinciden en ver esa decisión como una mera jugada política que podría cambiar cerca de las elecciones. En contraposición, en el partido amarillo intentan que el eje no se corra del fallo judicial.
“A una ladrona no le creo nada”, sentenció un diputado macrista que opera detrás de Patricia Bullrich y de Mauricio Macri. “Ya nadie le cree nada; entonces, todo se pone en duda”, completó el vocero del alcalde porteño.
¿Pero si CFK realmente no se candidatea “a nada”, como ella mismo dijo, cambiará algo la estrategia electoral de la principal fuerza opositora? En la dinámica de la polarización, la vice fue tan necesaria para Mauricio Macri como viceversa.
Por ahora, el ex mandatario se quiere correr de su espejo. “Mauricio no va a hacer nada pensando si ella va a estar o no va a estar”, apuntaló el legislador que conversa habitualmente con el ex presidente: “Él no es candidato. Hoy apuesta a que sean Patricia y Horacio los candidatos del PRO”.
Con la agenda actual en Qatar, Macri se mantiene lejos de la comidilla local. “Prefiero un Messi campeón a ser presidente de nuevo”, le dijo a un diario deportivo de España, en la previa al partido con Países Bajos. Según sus voceros, hasta marzo o abril el ex mandatario no tomará ninguna decisión de relevancia. Siendo titular de la Fundación FIFA, estará en Doha hasta después de la final del Mundial. Recién entonces retornará a Buenos Aires algunos días. Luego se irá a pasar las fiestas de fin de año a Villa La Angostura, con su familia.
Larreta y Bullrich, EEUU y CFK
Con la agenda vernácula copada por la fiebre mundialista, los dos precandidatos amarillos parecieron moverse en composé y llevaron su interna a Estados Unidos. Larreta estuvo del miércoles al viernes en la capital norteamericana, mientras Bullrich viaja este domingo a Miami.
Se diferenciaron en las escalas de sus cumbres. El alcalde se fotografió con John Kerry, enviado especial presidencial para el Clima, y Pete Buttigieg, secretario de Transporte de Estados Unidos, además de otros funcionarios, senadores y empresarios. La presidenta del PRO tiene en agenda reunirse con argentinos que viven en Florida, aunque no estaba descartada alguna postal política: la ex ministra tiene simpatías con los republicanos, entre quienes emerge la figura del gobernador de Florida Ron DeSantis, quien desafía a Donald Trump en la carrera hacia la Casa Blanca.
“Cristina no nos cambia la estrategia para nada”, recogió elDiarioAR en el búnker de Bullrich, pese a que un reciente movimiento de la vice impactó en su círculo cercano. La denuncia de CFK contra el diputado Gerardo Milman como uno de los autores intelectuales de su intento de asesinato –por su conversación en el bar Casablanca– obligó a la ex funcionaria a correrlo de su armado electoral. Lo reemplazó por Juan Pablo Arenaza, legislador porteño.
“Lo hizo para no empañar la campaña. A Gerardo le gritan ‘asesino’ en la calle. Él mismo se corrió hasta que se esclarezca que la denuncia es falsa y toda una operación del kirchnerismo”, argumentaron cerca de Bullrich. Con ese cambio de fusible, la precandidata oficializó su “Grupo de voceros de La Fuerza del Cambio”, el puñado de dirigentes que buscan apuntalar su campaña, coordinados por la ex diputada Silvana Giúdici. Al frente de los contenidos está el ex senador Federico Pinedo, y a su vez hay voceros específicos en distintos temas como seguridad, educación y economía, que encabezan Luciano Laspina y Ariel Coremberg.
Bullrich y su mesa chica: Pinedo, Giúdici, Arenaza, Aguad e Iguacel
En donde no prevén hacer cambios de nombres es en Uspallata, tras la revelación de los chats del escándalo de Lago Escondido, que CFK leyó en su descargo por YouTube el martes. Larreta procesó hacia adentro la crisis con su ministro de Seguridad, Marcelo D’Alessandro.
Como ya contó este medio, el jefe de gobierno esperó hasta último momento para subirse al avión hacia Washington, sopesando cómo escalaba esa crisis. Antes había conversado personalmente con él y bajó la orden de que todo el gabinete porteño saliera a respaldarlo. El apoyo tuvo eco incluso en Bullrich, martillando la idea de una “mafia kirchnerista” que hizo una operación de inteligencia para filtrar las conversaciones entre el funcionario porteño, jueces y directivos del Grupo Clarín.
“Nos preocupa, seguro habrá otros capítulos de esto, pero por ahora va a seguir todo igual”, recogió elDiarioAR en la Ciudad. Tras su viaje a EE.UU., Larreta seguirá con su rutina de dividir la semana entre gestión y campaña: lunes, martes y miércoles se dedica a su agenda como jefe de gobierno; jueves, viernes y domingos se pone el traje de candidato, intercalando visitas a alguna provincia con recorridas por el conurbano y barrios porteños. Los sábados, intenta descansar.
UCR y el futuro de JxC
Con los dirigentes amarillos por estos días fuera del país, el radicalismo busca posicionarse en Juntos por el Cambio y hacer valer cada vez más sus acciones. En la UCR hay un debate fuerte entre ser furgón de cola del PRO o tener una fórmula propia en 2023, tema central de las últimas conversaciones entre el presidente del partido y gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, y el diputado nacional Facundo Manes.
La definición recién llegaría en marzo, cuando habría una nueva reunión de la Convención Nacional, según supo este medio de fuentes radicales. Hasta tanto, es posible que Morales y Manes se muestren juntos, como lo hicieron el fin de semana que pasó en Formosa, pese a las diferencias entre ellos. “Cuando el jujeño te habla nunca sabes qué sombrero usa, si el de gobernador, el de presidente del partido o el de candidato”, graficó un dirigente que milita la intención de que el neurólogo sea el postulante radical.
El talón de Aquiles de Manes es la falta de una estructura de peso. Con la botonera de la UCR en su poder, Morales tiene más fierros para acomodar dirigentes propios en una eventual fórmula con Larreta, como se aventura que sucedería. “Quiere ir con el Pelado, y todos en el partido piensan lo mismo”, apuntó un vocero radical.
Morales y Manes, juntos en Formosa hace una semana, apoyando la candidatura provincial de Fernando Carbajal
En esa estrategia será clave el rol del senador Martín Lousteau, cuya intención de ser jefe de gobierno porteño sería la prenda de cambio entre el centenario partido y el actual alcalde. El lunes, el economista sacó pecho de su armado propio: reunió a los referentes bonaerenses de Evolución en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA.
Si bien Manes sumó un poroto en Buenos Aires con la reelección en el comité de Buenos Aires de Maximiliano Abad, el partido de Lousteau ganó la interna en los principales distritos, como La Plata, La Matanza, Lomas de Zamora y Florencio Varela, Chivilcoy, Pergamino, Azul y Olavarría, entre otros. El senador también tiene entre sus filas a la flamante presidenta de la Federación Universitaria Argentina (FUA), Piera Fernández.
Con cada tribu cambiemita en su propia agenda, por ahora se demora una reunión de la mesa nacional de la coalición, que originalmente estaba programada para dos jueves atrás. También se bajó, por ahora, la presentación de una mesa temática sobre la cuestión energética. La última vez que se encontraron se armó a último momento para bajarle el tono a la crisis abierta entre Bullrich-Larreta por la amenaza de la ex ministra a Felipe Miguel. Fue un cónclave en buenos términos, pero sin foto de familia.
Como bloque, JxC también se concentró en estos días en el juicio a CFK, demostrando la centralidad de la vice en todo el armado opositor. Fueron rápidos en celebrar el fallo en su contra, aunque la Justicia no avaló la denuncia por “asociación ilícita” que sus dirigentes impulsaron: la denuncia original de la causa la inició Elisa Carrió en 2008, y la amplió el macrista Javier Igual, en 2016. “Es una señora que está condenada por corrupción. Más que si es candidata, hay que poner el interés en otras cosas que debemos hacer para ser más competitivos en JxC”, dijo un participante de la mesa chica opositora. Descartó que la demora de la reunión opositora sea por la interna y prefirió jugar al misterio: “Quizás haya una reunión más este año”.
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