Cristina Kirchner y Sergio Massa recibieron esta tarde la auditoría realizada en el congreso sobre la Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado (D.A.Ju.De.C.O), la oficina creada por la Corte Suprema en 2016 para ocuparse de realizar las intervenciones telefónicas solicitadas por la justicia. 

El informe anticipado por LPO, complican a los miembros de la Corte Suprema y sobre todo a quien fuera su presidente hasta hace un año, Ricardo Lorenzetti, por haber activado la creación de la Dajudeco y su polémica actuación. 

"También al poder Ejecutivo de entonces y a la AFI por presentar 55 'pre causas' judiciales para activar escuchas. Una de ellas fue a una modelo que supuestamente era novia del fallecido fiscal Alberto Nisman. Durante mi gestión no hubo ninguna", dijo el senador y ex jefe de inteligencia Oscar Parrilli, miembro de la bicameral y victima de la filtración de conversaciones. 

Exclusivo: el kirchnerismo analiza denunciar a Lorenzetti por el informe de las escuchas de la Corte 

Como relató LPO, ante una solicitud de los presidentes de ambas Cámaras, el informe fue elaborado por una subcomisión creada en la bicameral de fiscalización de organismos de inteligencia, cuyos representantes oficialistas firmaron un dictamen favorable el lunes y se lo entregaron a las autoridades del Congreso en un acto transmitido por el Senado.

Cristina y Massa se tomarán un tiempo para leer el informe, cuya elaboración se realizó en forma confidencial, para definir qué decisión toman. 

Moreau explicó que Lorenzetti se apresuró a nombrar director de escuchas al camarista Martín Irurzún, citando un sorteo que no aparece. "Nuestros técnicos requirieron información sobre ese sorteo pero el acta no apareció, no existe. Y no era entre dos: tenían que participar más de 100 camaristas penales", afirmó.

"Esto no es literario, sino es científico. Y el diputado radical José Cano, que integró la subcomisión, no hizo objeción técnica sino sobre el dictamen", sostuvo Leopoldo Moreau, presidente de la Comisión, que mantiene reuniones en forma reservada pero en esta oportunidad participó de un evento.

Cristina y Massa se limitaron a escuchar la descripción del informe, aunque la vicepresidenta no pudo evitar gesticular. Moreau relató que Lorenzetti se apuró en firmar una acordada para aceptar el traspaso de la oficina de escuchas definido por Macri por un decreto en la Navidad de 2015. Y otra para nombrar como director al camarista Martín Irurzun, en la que citó un sorteo del que no quedan rastros. 

Cristina Kirchner y Sergio Massa con los legisladores. 

"Nuestros técnicos requirieron información sobre ese sorteo pero el acta no apareció, no existe. Y no era entre dos: tenían que participar más de 100 camaristas penales", explicó Moreau. El fiscal Federico Delgado inició una causa que luego fue archivada por la Cámara Federal por considerar que la acordada justificaba la elección. "Un argumento absurdo", agregó el diputado.

 El informe señala que la Dajudeco "lejos de ser una instancia de apoyo administrativo a pedido de los magistrados en determinadas causas, se transformó en una herramienta del máximo tribunal de Justicia de la Nación para supervisar la persecución penal del poder jurisdiccional". 

Cristina recibe el informe sobre las escuchas que complica a Lorenzetti y define si lo denuncia

"El organismo se definió a través de acordadas que, en algunos casos, han sustituido y reemplazado las facultades del Congreso de la Nación ya que la creación de esta verdadera policía judicial entra en el terreno de la organización de la Justicia Federal Penal, tarea que le corresponde al Parlamento".

"Se convirtió en un instrumento, que con la participación de servicios de inteligencia y con amplia cobertura mediática, facilitaron la persecución de personalidades con representación política e institucional de la Argentina", señaló Moreau.  

La auditoría también consignó que la Dajudeco creó una mega estructura con 641 cargos, de los cuales se ocuparon 321. Y designó un cuerpo de peritos, que en muchos casos fueron definidos por acordadas a sola firma de Lorenzetti. "Casi siempre actuaban los mismos", sostuvo el diputado. Contó, además, que estaba destinado a actuar en "delitos complejos" e incorporo como tal a la corrupción. 

El otro asunto fue la filtración de escuchas como las conversaciones de Parrilli y Cristina; o los diálogos del ex secretario de Transporte Juan Pablo Schiavi en la cárcel de Ezeiza. "Quienes producían la prueba luego tenían la facultad de evaluarla. Parrilli fue escuchado 209 días y la Dajudeco no cumplió su rol de custodia".

"Hubo filtraciones periodísticas, escuchas telefónicas que tuvieron amplia repercusión pública, y también sirvieron para que un fiscal, que actualmente se encuentra procesado por instar actividades de espionaje ilegal, iniciara causas sobre supuestos delitos que resultaron ser falsos", concluyó.