La Presidente estará acompañada de una delegación de escritores argentinos que viajaron para la ocasión. Coincide con el centenario del nacimiento de Julio Cortázar.
Cristina Kirchner estará acompañada del primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault, durante la inauguración del Salón del Libro de París. Allí Cristina tambien habrá una delegación de escritores argentinos que viajaron para la ocasión y, tras esa actividad emprenderá el regreso a Buenos Aires, donde se espera que arribe el viernes.
Tras compartir un almuerzo ayer con su par francés, Francois Hollande, Cristina Kirchner agradeció este miércoles la decisión del gobierno francés de "apoyar firmemente las negociaciones" de la Argentina con el Club de París y sostuvo que lograr un acuerdo en ese ámbito resultará "muy beneficioso no sólo para Argentina sino también para las empresas europeas".
"Si se llega a un acuerdo, las empresas van a volver a tener crédito en sus agencias nacionales para poder invertir y generar trabajo", subrayó la mandataria en el marco de una declaración que ofreció en París junto al presidente francés, Francois Hollande, tras compartir un almuerzo.
"Agradecemos la decisión del gobierno francés de apoyar firmemente las negociaciones con el Club de París que se iniciarán el 28 de mayo", señaló Cristina tras el encuentro con Hollande.
Por su parte, Hollande expresó su deseo de que el país "salga de sus problemas financieros"
"Tenemos una relación económica intensa. Argentina es un gran país científico que hizo de la tecnología el corazón de su desarrollo y Francia quiere que salga de sus problemas financieros", aseguró el mandatiario francés.
Por otro lado, Cristina reclamó que las potencias apliquen la integridad territorial "para todos los países", al comparar el conflicto entre Rusia y Ucrania por Crimea con el de Argentina y Gran Bretaña por las islas Malvinas.
"Reclamamos a las potencias que se aplique la integridad territorial para todos los países. Reclamamos que todos sean coherentes", concluyó.
Cristina fue agasajada este miércoles por Hollande con un almuerzo en la sede del gobierno francés, el Palacio del Elíseo.
La primera actividad de la Presidenta en París fue su visita al Palacio Nacional De los Inválidos, un complejo arquitectónico del siglo XVII que posee la cúpula más emblemática de todo París, por el que se desplazó con cuidados especiales por su esguince de tobillo sufrido el pasado fin de semana antes de reunirse con el papa Francisco.
La jefa de Estado, que lució pantalón resguardando su bota ortopédica, un abrigo y sombrero negro en la fría tarde parisina, participó de la ceremonia en homenaje a Napoleón Bonaparte acompañada por el canciller Héctor Timerman, el vocero presidencia, Alfredo Scoccimarro y la flamante embajadora argentina en Francia, María del Carmen Squeff.
Al llegar, la Presidente fue saludada por efectivos de la Guardia Republicana, encargada de las misiones de honor y de la seguridad de las autoridades de Estado; y recibida por la ministra francesa de la francofonía, Yamina Benguigui.
En 1840, los restos de Napoleón Bonaparte fueron trasladados de la Isla de Santa Helena a París, por iniciativa del rey Luis Felipe I, a "Les Invalides".
Este edificio, durante el exilio de Napoleón, se había convertido en complejo emblemático de encuentro de los bonapartistas, ya que su figura, en el ámbito militar, continuó siempre en muy alta estima.
En septiembre de 2011 la mandataria había sorprendido al reconocerse "fan" de Napoleón, a quien calificó como un "personaje increíble" durante un acto oficial.
"Napoleón fue un personaje revolucionario. Es un personaje que me gustó mucho. Sé que mañana me van a matar, pero Bonaparte me gusta. Siempre desde la izquierda nos acusaban de bonapartistas. La figura de Napoleón me parece increíble", indicó entonces.
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