Fue recibida en el Vaticano y dijo que hablaron de los problemas de la región.
Cristina Kirchner fue recibida ayer por el Papa Francisco y aseguró que no hablaron tanto sobre temas de Argentina sino del mundo y la región, una muestra de que evalúa ser candidata a legisladora por el Parlasur.
"Cuando nos encontramos con el Papa nos gusta hablar mucho de lo regional, de lo global, y lo mejor es que lo hacemos sin esfuerzo. No es que nos esforzamos por no hablar de temas de la Argentina”.
“No lo hacemos porque él hoy tiene un rol global y segundo porque ustedes saben que a mí la política internacional y regional me gusta mucho, me interesa y la vivo con mucha intensidad", aclaró Cristina, desde Roma.
La elección del Parlasur fue incorporada a estos comicios por el Congreso y le permitirá a las fuerzas sumar un cuerpo a la boleta, con el foto de algún candidato taquillero.
Desde la sanción de la ley, sólo posible por la mayoría kirchnerista, se especuló con que Cristina utilizará esa estrategia para arrastrar su imagen al resto de los candidatos del Frente para la Victoria.
Y hoy pareció dar señales de que así será. “El Papa está muy preocupado por lo que pasa en el mundo y América Latina es una región que se ha consolidado como una región de paz, en la que no hay diferencias étnicas ni religiosas ", planteó la presidenta.
"Hay intereses encaminados a ver a una América Latina dividida sobre la que han pivoteado durante décadas para políticas neoliberales, pero yo creo que la región ha tenido una experiencia muy importante durante la ultima década y más también", aseveró.
Su intención de mostrarse como líder de la región comenzó ayer, cuando se entrevistó con Lula Da Silva, ex presiente de Brasil y también presente en Roma.
Se esperaba la llegada de Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, pero no fue posible por problemas de salud.
Cristina incorporó el debate en plena crisis del Mercosur, por la intención de Uruguay y Brasil de hacer un convenio de libre comercio con Europa sin consultar al resto del mercado común.
Esta tarde también se alejó de las relaciones carnales con el viejo continente. "A partir de los gobiernos de Kirchner, de Chávez, de Lula, la gente fue comprendiendo a América Latina de manera diferente, y ahí los peronistas contribuimos un poquito”.
“La nueva realidad de Europa es totalmente diferente que parecía que el sueño era venir acá. Yo me acordaba cuando era diputada y senadora, en 2001, y trabajaban los coleros para gente que se quería ir a España o a Italia, y la verdad es que ha cambiado tanto. hay una nueva comprensión del fenómeno latinoamericano que se vivía como algo exótico, y muy lejano", concluyó.
El encuentro
La presidenta llegó al Vaticano poco antes de las 17 de Roma, las 12 de Argentina y minutos antes Francisco se acercó y saludó uno por uno a los periodistas que cubrían el encuentro y les deseó un feliz día.
Una vez arribada la Presidenta, ambos líderes ingresaron la sala Paulo VI de la Santa Sede, donde aguardaba la comitiva argentina que, entre otros, estuvo integrada por el canciller Héctor Timerman; el secretario de Culto, Guillermo Oliveri; el secretario de Comunicación Pública, Alfredo Scoccimarro y embajador Eduardo Valdés.
La reunión entre Francisco y Cristina, la quinta desde que hace dos años Jorge Bergoglio fue entronizado papa, se extendió durante una hora y media, y concluyó pasadas las 18.30 de Italia.
Una vez concluida la reunión, ambos jefes de Estado se acercaron a la sala contigua al salón donde se llevó a cabo el encuentro y donde aguardaban los periodistas acreditados.
Allí la presidenta argentina se dirigió a los cronistas y aseguró que “es un honor saludar en su día a los trabajadores y las trabajadoras de prensa con Su Santidad al lado”.
En ese mismo salón, la Presidenta le entregó al Santo Padre los obsequios oficiales, entre los que se destacaban un cuadro de Eugenio Cuttica, un libro sobre patrimonio arquitectónico argentino, el libro de Alberto Methol Ferré “Los estados continentales y el Mercosur”, y una copia del Martín Fierro.
También le entregó dos bajorrelieves: uno de la Virgen de Luján y otro del Papa y una canasta de productos argentinos.
Por su parte, el pontífice le entregó a la Presidenta un ícono de la Virgen de la Ternura de la catedral de Vladimir del siglo XI.
También en ese momento, periodistas argentinos de la Agencia Télam le acercaron un presente a Francisco, quien les agradeció y les pidió que “recen por mí y si no pueden rezar, tiren buena onda”.
Instantes después la presidenta argentina partió junto a la delegación oficial hacia el hotel Edén de esta capital, donde se espera que a su llegada realice declaraciones a la prensa.
La jefa de estado se quedará en Roma al menos hasta el martes próximo, día en que en Argentina se llevará a cabo un paro nacional del transporte contra el impuesto a las ganancias y por paritarias libres.
Participará mañana de la 39 reunión de la organización de Naciones Unidas para la alimentación y agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).
En ese marco, la Presidenta recibirá una distinción por los resultados de Argentina en la reducción del hambre, uno de los Objetivos del Milenio pactados para el 2015.
Por el lugar que le tocó a la Presidenta, dará su discurso a las 11 hora de Roma, 6 de Buenos Aires.
Dos horas después, será agasajada con un almuerzo en el Palacio del Quirinale por el presidente de Italia, Sergio Mattarella.
El martes, poco antes de regresar a Buenos Aires, la Presidenta iría a Milán a visitar el pabellón argentino en la Expo Milán.
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