Cristina Fernández de Kirchner vs. Axel Kicillof: ¿a qué juega Sergio Massa?

Cristina Fernández de Kirchner vs. Axel Kicillof: ¿a qué juega Sergio Massa?

Reunió a sus fieles y se asomó públicamente a la interna CFK - Kicillof con ropaje de cardenal Samoré. Antes, su tropa jugó con La Cámpora. El martes, día D.

 

Por Juan Rubinacci

Sergio Massa volvió a calzarse el traje de cardenal Samoré -el enviado papal que evitó la guerra entre Argentina y Chile en 1978, al intermediar en el conflicto por el que se disputaban las islas del Canal Beagle- y se asomó públicamente a la interna que hace trepidar al peronismo: frente a sus fieles del Frente Renovador, pidió “contribuir a la unidad" y dejar de lado "vanidades, egos y caprichos". Se leyó como un mensaje a Cristina Fernández de Kirchner y Axel Kicillof, pero ¿de qué lado de la cancha está parado el hincha de Tigre?

La que mostró este sábado en San Fernando, el distrito que gobierna su pollo Juan Andreotti, es la postura más conocida de Massa: la de la ancha avenida del medio; primero, entre kirchneristas y macristas, y luego, celestino de Alberto Fernández y CFK en el turbulento gobierno del Frente de Todos. En el encuentro que encabezó junto a su dirigencia este fin de semana, reiteró cuál es el rol que debe jugar el FR: “Estar dispuestos a ceder y a tender la mesa para tratar de acercar siempre las partes”, sostuvo.

No obstante, Massa nunca juega un solo juego. Los hechos que se vienen sucediendo en la Legislatura bonaerense demuestran que tiene posición tomada y que, amén de la unidad a la que viene llamando dentro del peronismo, sabe en qué vereda prefiere estar parado.

Sergio Massa juntó a su tropa en San Fernando.

Sergio Massa y la táctica electoral

En San Fernando, el exministro de Economía y último candidato presidencial del peronismo habló sin tapujos del debate central que hace crujir al peronismo: la táctica electoral. “Yo no sé si es con concurrencia o desdoblamiento posterior o anterior... antes hay que resolver un paso previo”, señaló y se preguntó si “¿hay o no hay vocación política de construir algo colectivo? ¿Es en unidad o no? Después discutamos la táctica”.

Como viene contando Letra P, CFK quiere elecciones concurrentes y Kicillof prefiere separar los comicios de los nacionales, adelantándolos. Massa había impulsado una salida por arriba del laberinto cuando propuso que se hagan el 9 de noviembre, es decir, después de los nacionales.

Ocurre que, si bien esa vocación pareciera ser inobjetable para una oposición a la que todavía le cuesta salir del shock que produjo el arribo de Javier Milei a la Casa Rosada, Massa construyó un vínculo mucho más fuerte con CFK - Máximo Kirchner que con Kicillof. La foto del acto del peronismo en Moreno el año pasado, donde la expresidenta manifestó su posición sobre cuándo deben ser las elecciones bonaerenses, dejó mucho más que sonrisas cómplices entre ambos; marcó un antes y después en la relación política de esas dos partes con el gobernador.

Sergio Massa y Cristina Fernández de Kirchner.

La Legislatura bonaerense es nuestra

Aquello se tradujo en una fuerte alianza legislativa de La Cámpora y el massismo en Buenos Aires. La semana pasada, la tropa de CFK en Diputados estaba dispuesta a suspender las PASO (algo que siempre había evitado) con un proyecto del massista Rubén Eslaiman y trabajaron para conseguir un consenso legislativo aún cuando el kicillofismo tenía un texto propio -también firmado por el massismo- que había defendido en soledad en una fallida sesión pedida por LLA a la que los otros dos socios de UP faltaron.

A pesar de que es un propósito 100% CFK, el Frente Renovador de Massa dejó abierta la puerta a que su texto sea modificado con la incorporación de las elecciones concurrentes. Fue un triunfo legislativo del último jueves, cuando este sector consiguió el cuórum para tratar ese ítem, que ahora le permitirá avanzar con menos obstáculos que hasta hace una semana: precisará una mayoría simple para darle luz verde a la propuesta de la concurrencia electoral.

Se trata de una muestra de poder del kirchnerismo -con 15 bancas- y el massismo -con 10 sillas y la presidencia del cuerpo- a Kicillof. En el Senado, el proyecto de la cristinista Teresa García en el mismo sentido también llevó la firma de Sofía Vanelli, única representante de Massa en la cámara alta. Es decir, a la hora de los bifes en la Legislatura, el tigrense juega con los Kirchner.

El vínculo Sergio Massa - Axel Kicillof

Massa y Kicillof hablan, tienen buena relación. La alianza con CFK no le impide al exministro seguir abriendo canales con el gobernador y manifestarle su postura política y electoral. En La Plata creen en su voluntad, pero tienen claro que está parado del otro lado. Les alcanza con revisar los movimientos del tigrense durante los últimos meses. Con todo, Kicillof conserva a dirigentes del FR en su gabinete y no cree que la salida a este conflicto sea rompiendo vínculos con nadie en particular -conviven en el equipo del gobernador dirigentes de La Cámpora, no hace falta decir mucho más.

Sergio Massa y Axel Kicillof

Por eso habrá que ver cómo se desarrollan los acontecimientos del próximo martes, cuando la Legislatura vuelva a abrir el recinto de Diputados para tratar el proyecto massista-camporista y si el mismo contiene alguna sorpresa no demasiado grata para la Gobernación. Allí también se verá si Massa sigue calzando el traje de cardenal Samoré o si se sube por completo al barco cristinista que intenta imponerle a Kicillof la fecha de las elecciones.

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