Las bases del kirchnerismo apuran detalles sobre una movilización a la avenida 9 de Julio el feriado del 25 de Mayo. Habrá una reunión en la sede del Smata en las próximas horas. Las pistas que dejó un encuentro entre Máximo Kirchner y Emilio Pérsico, quien busca movilizar contra Tolosa Paz unas 200 mil personas junto al Polo Obrero. La luz de esperanza que ve el oficialismo con las victorias en las provincias.
Mauricio Caminos
El aniversario de los 20 años de la asunción de Néstor Kirchner el próximo 25 de Mayo parece operar en el universo del Frente de Todos como una bisagra sobre su futuro electoral. Las expectativas orbitan los extremos: desde que el escenario en la avenida 9 de Julio sea la plataforma de lanzamiento de Cristina Fernández de Kirchner hacia una nueva aventura presidencial, a que sea un “renunciamiento histórico” ante sus feligreses.
La vicepresidenta –que ya avisó que no iba a competir cuando fue condenada en la causa Vialidad– juega a la incógnita y es posible que defina si participará o no del acto recién la semana que viene. Por lo pronto, el operativo clamor está en marcha y para las próximas horas se está armando un encuentro en el sindicato de Smata que ultime detalles del evento del jueves feriado.
“Hay expectativa de que Cristina defina algo, por eso la vamos a esperar”, dijo a elDiarioAR un operador que está en la cocina del cónclave que habrá en el gremio que conduce Ricardo Pignanelli, pero que tiene a Mario “Paco” Manrique como lugarteniente principal.
El gremio de los mecánicos será un nuevo punto de encuentro de la “mesa de Ensenada”, el grupo de ultrakirchneristas que tiene al intendente Mario Secco como anfitrión habitual. A su alrededor suelen encontrarse el gobernador Axel Kicillof, Maximo Kirchner, Andrés Larroque –ahora referente de La Patria es el Otro–, el intendente Jorge Ferraresi, el jefe de la CTA Hugo Yasky, entre otros. Son la guardia pretoriana que quiere a CFK 2023.
Hay voces que ya dan por hecho que la vice tomará el micrófono desde un atril en el Obelisco, pero en el Senado rechazaron a este medio que haya aún “algo concreto”.
“Creo que el 25 de Mayo se va a hacer el acto en la 9 de julio, y Cristina va a estar y va a decir que va a ser candidata”, afirmó el diputado Eduardo Valdés durante el fin de semana. Sonó más como un pedido público que como una certeza.
Los movimientos de Máximo
La arenga de “Cristina candidata” es coreada por el kirchnerismo, aunque en voz baja los movimientos sean contrarios. Como publicó elDiarioAR el domingo, Máximo Kirchner tiene sus razones para que sea Kicillof el precandidato del oficialismo. El diputado minimiza a Sergio Massa y desinfla a Eduardo “Wado” de Pedro.
Además de esquivar cualquier definición el sábado en su acto en La Matanza, el hijo de la vice hizo en las últimas horas otros movimientos singulares. El jueves pasado se reunió con Emilio Pérsico, jefe del Evita y retador –a través de la diputada Patricia “Colo” Cubría– de Fernando Espinoza en el distrito más populoso del conurbano. El también secretario de Economía Social estuvo acompañado por Eduardo “Cholo” Ancona, senador bonaerense y referente de la organización en la provincia.
“Cristina no va a jugar”, compartió a este medio una importante fuente territorial que conoció de primera mano esa conversación privada. La sentencia sobre el futuro electoral de CFK abrió la especulación sobre para qué se subiría a un escenario en la avenida principal de la Capital Federal.
“Cristina solo puede terminar de dos maneras este año. Con una derrota en las urnas o haciendo un renunciamiento ante las masas y hacia Massa”, dijo con un juego de palabras la voz consultada. “¿Vos qué camino crees que va a elegir?”, interpeló.
En el Evita son esquivos a la hora de precisar si se plegarían en un mismo acto con el kirchnerismo. Tendría que compartir banderas con La Cámpora, por ejemplo.
Por ahora, en la organización más preocupados en movilizarse con el bloque piquetero que encabeza el Partido Obrero este jueves frente al ministerio de Desarrollo Social. Allí la pauta no es electoral, sino que está marcada por la agenda social.
Entre todas las columnas de la UTEP –el gremio oficialista de la economía popular que también integran el MTE de Juan Grabois, Barrios de Pie de Daniel Menéndez y la CCC de Juan Carlos Alderete–, la Unidad Piquetera y la CTA Autónoma esperan reunir unas 200.000 personas. Le enviarán un mensaje contundente a Victoria Tolosa Paz por la falta de entrega de alimentos en los comedores y el ajuste en los planes sociales.
Las PASO que no quiere Massa
Así como Pérsico lo escuchó a Máximo decir que Cristina no va a jugar, lo escuchó decir a Sergio Massa que sí va a ser candidato. El ministro de Economía dio señales la semana pasada que quiere ser el postulante de unidad del Frente de Todos, una variable que el kirchnerismo convalida.
Aunque hay pedidos de interna –Daniel Scioli y Alberto Fernández no quieren quedar relegados– hay preocupación de que una PASO desinfle el sello electoral: la peor pesadillas para el oficialismo es que la foto del domingo 13 a la noche lo muestre a Javier Milei como el candidato nominal más votado.
Acaso los triunfos de los oficialismos provinciales los dos últimos domingos le dieron esperanza al Gobierno, pero es complejo transpolar la realidad local a la nacional.
Si Cristina termina inclinándose por Massa, el tigrense deberá hacer sus malabares para quitarse de encima la espada de Damocles de la inflación. Tal vez es por su misma creatividad circense que aún se sostiene al frente del Palacio de Hacienda. “Se está quedando sin nafta”, comentó un operador kirchnerista, que pese a la crítica lo ponderó a conciencia: “Es verdad que Massa hace lo que puede, pero de alguna manera tiene banca. El conflicto social es muy bajo. Con esta inflación ya tendríamos que haber tenido un 2001”.
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