Cristina condiciona el armado 2025 y reaviva la hoguera del peronismo

Cristina condiciona el armado 2025 y reaviva la hoguera del peronismo

Se lanzó una campaña contra los senadores peronistas que apoyaron el RIGI y la vuelta de Ganancias; ¿tambalea la unidad del bloque? Después de “Camau” Espínola, ahora piden la expulsión de Scioli; objetivo PBA

Mariana Verón

Decidida a mantener su porción mayoritaria de poder, Cristina Kirchner salió a jugar fuerte en la interna peronista por el liderazgo. 

En una acción coordinada, un sector de su espacio político avanza con la expulsión del senador Carlos “Camau” Espínola del peronismo de Corrientes para prohibirle que pueda volver a ser candidato con el sello partidario, mientras se espera que el mismo camino corra para Daniel Scioli, al que ya le advirtieron con quitarle las credenciales de afiliación. El feriado largo quizás retrasa los planes, pero se espera una presentación contra el funcionario de Javier Milei para las próximas horas. 

La ex presidenta puso en marcha rápidamente el operativo desde el Instituto Patria para condicionar al resto de sus socios y advertirles de las consecuencias que tiene que la dejen a un lado. En definitiva, de eso se trata: de re encender la hoguera del peronismo contra aquellos que la quieren ver corrida de la discusión de candidaturas.

Nadie sabe qué va a hacer Cristina Kirchner en 2025 pero algo es seguro: trabajará por fortalecer a su sector en la elección de medio término en la provincia de Buenos Aires, el territorio donde se dan las mayores disputas internas del cristinismo, que ahora, votación mediante en el Senado, Cristina extendió hacia el interior. Será con o sin ella candidata. 

Daniel Scioli y Carlos "Camau" Espinola, en una foto de 2015. Por entonces, candidatos del peronismo, hoy en la mira de la ex presidenta. Noticias Argentinas

Desde esa mirada explican en el Patria el retuit que reavivó las disputas y habilitó a pedir expulsiones partidarias. Con un click, Cristina promovió que las listas las deberían encabezar dirigentes de La Cámpora, más fieles que los peronistas tradicionales, como los díscolos Espínola y Edgardo Kueider, el otro de los senadores apuntados por el cristianismo. Intervenido el PJ de Corrientes y con “Camau” expulsado, es seguro que el senador no podrá aspirar a la candidatura a gobernador el año que viene. 

En paralelo, se lanzó una campaña contra los tres legisladores de Unión por la Patria que votaron a favor del régimen especial para las grandes inversiones (RIGI) y del regreso del impuesto a las Ganancias, representantes de provincias mineras, sin conducción nacional. 

Los destinatarios de las críticas fueron Carolina Moisés (Jujuy), Guillermo Andrada (Catamarca) y Sandra Mendoza (Tucumán). Horacio Pietragalla inició la pelea en la red X. “Se vendieron por 4 pesos con 50”, les dijo, con foto y todo, bajo el mote de traidores.   

El malestar dentro del peronismo no kirchnerista se acrecienta desde entonces. La senadora Moisés no se quedó callada y salió a pegar duro. “Si Néstor los viera, le daría vergüenza haber criado gente tan sectaria y dañina”, arremetió, y sostuvo que “los camporistas se creen dueños de la verdad”.  

La novedad parece ser que la interna traspasa ya los límites de la provincia de Buenos Aires y empieza a extenderse a los peronismos provinciales. La toxicidad de la disputa, incluso, está haciendo tambalear la unidad del bloque de senadores, que logró mantener a sus 33 integrantes votando en contra de las medidas de Javier Milei, a excepción de un par de artículos. Difícil poder mantener la cohesión si el tono sube a los niveles del último fin de semana. 

La senadora jujeña llegó a su banca después de pasar una interna justamente contra La Cámpora. “No le debe nada al Patria”, recuerdan a su lado, y aclaran que todo se habló en la reunión de bloque que tuvieron el martes, de 4 horas, un día antes de la sesión. 

El otro apuntado fue Scioli, funcionario de Milei, una suerte de presidente honorario de un virtual peronismo libertario. Juliana Di Tullio propuso su expulsión del partido, lo que implicará que, de concretarse, no podrá volver a presentarse como candidato con el sello del PJ. Para eso debería activarse alguna presentación en territorio bonaerense, lugar de su última afiliación. La están esperando.

Por las dudas, él abrió el paraguas ayer y salió a recitar el Perón que más le conviene. Los invitó a leerlo y les dedicó un “Perón siempre la vio”. 

Por ahora, el PJ a nivel nacional espera. Todavía no sale a cazar traidores. No tiene cazador. Sin presidente, con elecciones recién convocadas para noviembre, ni siquiera se conformó la Comisión de Acción Política que se anunció en el último congreso partidario de Ferro, en febrero.

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