La Vicepresidenta formalizó la semana pasada la búsqueda de un acuerdo con figuras de otros espacios para respaldar su propuesta de extender el plazo de la deuda del Fondo Monetario. En el borrador figuran eventuales presidenciables de la oposición y propios, como Kicillof y Massa.
La rosca política no siempre es por candidaturas, a veces es institucional pero atravesada también por las elecciones. El llamado de Cristina Fernández de Kirchner a un acuerdo con opositores para lograr un apoyo frente a la renegociación con el Fondo Monetario que trascienda a la dirigencia todista toma cada vez más forma. Se sumó Sergio Massa al operativo y tendría el aval de la Casa Rosada, para sumar interlocutores. No habrá, por ahora, convocatorias formales ni cartas para pedir la adhesión: la búsqueda de respaldos ocurrirá con cafés informales.
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La novedad es a quiénes apuntan a convocar: los eventuales presidenciables 2023, un tiempo que aún parece de ciencia ficción. En el borrador figuran desde Horacio Rodríguez Larreta a María Eugenia Vidal, por el PRO, gobernadores ajenos como Gerardo Morales y dirigentes de la UCR, como Martín Lousteau. También los hay propios, como Axel Kicillof o Massa.
No está, por obvias razones, Mauricio Macri. Pero tampoco Patricia Bullrich, a fin de cuentas presidenta del PRO. "Tiene otra lógica, de destruir no de construir", argumentan cerca de la Vicepresidenta. Con esa lógica, en charlas privadas tantearán a opositores "moderados" para que no sea, prometen, una mera campaña más publicitaria que real. Como antecedente reciente figura la carta que Macri le envió a inicios de 2019 a posibles competidores (incluyendo a Cristina Kirchner) para sellar los "10 puntos básicos" de entendimiento. En líneas generales le clavaron el visto.
"La oposición tiene que entender que debe expresarse sobre la deuda, porque pueden gobernar en el futuro y deben sumarse al compromiso del Estado para cumplir el acuerdo con el FMI", razonan cerca de la Vicepresidenta. Imaginan un apoyo explícito, coordinado, al plan para postergar hasta 20 años el pago, algo que el Fondo ya avisó que no puede aprobarlo.
La convocatoria, que fue adelantada por el diario Perfil, surgió primero de la cabeza de Máximo Kirchner y terminó de extenderse a la cúpula todista.
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