La Municipalidad de Santa Rosa respondió con un extenso informe al reclamo de la Fiscalía de Investigaciones Administrativas, que había pedido medidas “urgentes” por el colapso cloacal en la ciudad.
El expediente de la FIA se abrió de oficio en base a un artículo de El Diario, de hace dos años, en el cual el presidente de la Comisión Vecinal del barrio Butaló, Walter Bernal, denunciaba el colapso de las cloacas, el hundimiento de patios y paredes de las viviendas y el ascenso de las napas freáticas.
El organismo había reclamado tanto a la Provincia como al municipio que se convoque al Observatorio Sanitario Socioambiental.
En la contestación de las autoridades municipales, manifestaron que desde el comienzo de esta gestión se vienen realizando acciones y gestiones “tendientes a abordar la emergencia sanitaria en toda la extensión de la ciudad de Santa Rosa”.
“Existe un antiguo Plan Director elaborado en 1982, del cual se realizaron varias obras de las planificadas pero no todas. De las realizadas, algunas han dado resultados positivos y otras no han sido satisfactorias”, advirtieron.
De la misma manera, hicieron notar que “en la actualidad este Plan ha quedado obsoleto, producto en parte del crecimiento de la ciudad, sin planificación estratégica alguna”. Para eso, destacaron, la actual gestión “retomó el plan estratégico participativo que se había iniciado durante el periodo del exintendente Francisco Torroba”.
“El Plan Director consistirá en recopilar, estudiar y analizar globalmente las obras y proyectos pluviales con las nuevas proyecciones de densidades poblacionales, así como las nuevas problemáticas ambientales generadas en los últimos años”, describieron.
Inmediato
Entre las acciones inmediatas, destacaron el desarrollo de un plan de mitigación que comprende una serie de obras paliativas para los próximos dos años.
Como acciones preventivas en el sistema cloacal y pluvial, describieron un “plan zonificado de limpieza de cámaras de registro y periódicos trabajos de limpieza de desagües a cielo abierto a los efectos de mejorar los desagües de la ciudad”.
Con respecto a la salud ambiental, detallaron que se realizan fumigaciones en todos los cuencos de desagote pluvial de la ciudad, jornadas de saneamiento ambiental para combatir el mosquito del dengue, desmalezamiento y mantenimiento de espacio públicos, reemplazo de caños e intervenciones puntuales en puntos específicos de la ciudad.
Para los próximos seis meses harán un relevamiento de construcciones nuevas “a fin de mejorar en el futuro la recaudación del servicio que brinda DAGSA”. También planean llevar adelante la demorada obra de la calle Santa Cruz “con fondos del FoFeSo”, que incluye “renovación completa de las cañerías de la última cuadra”, además de cambio de acometidas y limpieza de cuencas y subcuencas en toda la ciudad, y obras en la cloaca máxima de la calle Chile. Sobre esto último, el tramo que será sometido a obras municipales son cinco cuadras entre Lope de Vega y México. Se reemplazará la cañería de PVC de 355 milímetros de diámetro, para lo cual se excavarán zanjas de más de seis metros de profundidad. “Se están evaluando distintas alternativas para esta tarea muy compleja dada la profundidad y el tipo de suelo”, aclara el informe. Los trabajos incluirán los amuramientos de las bocas de registro que están entre Zola y Pestalozzi, Pestalozzi y Wilde, Wilde y Pasteur y Pasteur y Lope de Vega.
En el final, advierten que la resolución de la FIA “hace referencia a la problemática sanitaria de un punto específico de la ciudad, como lo es el barrio Butaló”. Puntualizan que esa obra es “del año 2014 y gracias a la tarea investigativa de concejales del FrePam se determinó que algunas viviendas quedaron sin conectar y el resto quedó conectado con cañerías viejas”. Por eso, apuntaron que la obra fue ejecutada “durante el gobierno de Luis Larrañaga y mientras el secretario de Obras Públicas era Daniel Ucciardello”.
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