Apuran la puesta en marcha de una "mesa política" para evitar que la crisis interna siga escalando. Dónde y quiénes empezarían a implementarla
La crisis del oficialismo por la pelea entre el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner tiene en vilo a todos los integrantes del Frente de Todos y en ese contexto empezó a ganar apoyo la idea de poner en marcha una "mesa política" donde estén todos los sectores para evitar que la tensión escale y el primer paso podría darse en la provincia de Buenos Aires.
La implementación de un mecanismo similar al que tiene Juntos por el Cambio con su Mesa Nacional -donde están los presidentes y principales referentes de todos los partidos de la alianza- fue del presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y surgió después de la derrota electoral que sufrió el Gobierno el año pasado.
Esa iniciativa quedó en suspenso hasta ahora. La escalada pública de la pelea entre Alberto Fernández y el kirchnerismo la reactivó. Cerca de Massa, según supo iProfesional, consideran que ese mecanismo permitiría "institucionalizar" al Frente de Todos y discutir "puertas adentro" las diferencias más profundas.
La novedad es que ahora se sumó La Cámpora a plantear en público la necesidad de tener una instancia de ese tipo. El secretario general de la agrupación y ministro bonaerense, Andrés "Cuervo" Larroque, uno de los dirigentes que más critica en público al Presidente y su estilo, afirmó: "No hay una institucionalidad del Frente de Todos, no hay una mesa, no se sabe dónde se discute".
"No creo que los off sean el ámbito pertinente para discutir en el seno de una fuerza política que tiene la responsabilidad de gobernar", agregó Larroque. De esta manera, abonó la idea de Massa, quien a su vez espera que este mecanismo se ponga en marcha pronto.
Una mesa para encauzar la crisis: ¿por qué quieren copiar el sistema de JxC?
Fuentes del massismo consultadas por iProfesional señalaron que el presidente de la Cámara de Diputados "sigue pidiendo que esto se ponga en marcha". Al respecto, indicaron que "hay avances" en ese sentido y que "primero se daría en la provincia de Buenos Aires".
Allí se sentarían el líder de La Cámpora y diputado nacional Máximo Kirchner en representación de la vicepresidenta; la titular de AySA, Malena Galmarini, esposa de Massa; el ministro de Obra Públicas, Gabriel Katopodis, en nombre del "albertismo", y el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, o un representante de su gestión.
En el entorno de Massa consideran que la "mesa política" del Frente de Todos sería un ámbito para lograr la tregua forzada que todos esperan, dirimir las diferencias entre los distintos espacios, que escalarán a medida que se acerquen las elecciones presidenciales de 2023. Además, sería una forma de evitar que los detalles más incómodos de esa pelea trasciendan a través de la prensa.
Según reconocen casi todos en el oficialismo, ese es uno de los temas que más irritan a Cristina Kirchner y su sector. Están convencidos de que el "albertismo" opera contra ellos al filtrar información en "off the record". La propia vicepresidenta apuntó el año pasado contra Juan Pablo Biondi, por entonces jefe de prensa de Fernández, por ese motivo.
Por su parte, una fuente del kirchnerismo deslizó a iProfesional que en ese espacio hay quienes consideran que la implementación de una "mesa política" como propone el massismo "podría ser la única forma de que el Frente de Todos sobreviva, porque hasta ahora nadie se imagina cómo puede aguantar esto".
El interés en la provincia de Buenos Aires
La intención de Massa es que la "mesa política" se implemente a nivel nacional, pero que se ponga el foco inicialmente en el territorio bonaerense no es algo antojadizo, sino que responde directamente a la estrategia política y, principalmente, a la necesidad de cuidar la base electoral del Frente de Todos.
Además del hecho de que la Provincia concentra a casi el 40% del padrón nacional, en ese territorio se encuentra el principal caudal político tanto de Massa como de Cristina Kirchner, además del de Kicillof, cuyo proyecto de reelección está en marcha.
Massa es diputado por la provincia de Buenos Aires al igual que Máximo Kirchner, quien además es presidente del PJ bonaerense. Cristina Kirchner le da mucha importancia a este distrito y por ello, durante el tratamiento del acuerdo con el FMI, se movió para que los diputados bonaerenses más cercanos a ella y a Kicillof se despegaran de la aprobación.
El caso testigo fue el del diputado Daniel Gollán. El ex ministro de Salud bonaerense había anticipado su apoyo al acuerdo con el FMI pero al momento de la votación se abstuvo, debido a la insistencia del kirchnerismo.
La vicepresidenta y su hijo quieren evitar las internas en la Provincia en 2023. Consideran que será fundamental mantener al peronismo unido para retener el poder en el distrito de mayor peso electoral del país y la implementación de una mesa con todos los sectores podría jugar a favor de ese objetivo.
En tanto, Massa también necesita mantener su capital político en la Provincia y considera que la unidad del Frente de Todos en ese distrito es tan central como a nivel nacional. El titular de la Cámara baja sabe que su propio futuro político está atado a la suerte de la coalición, al igual que el de Alberto Fernández y el de Cristina Kirchner.
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