El titular del Instituto Obra Médico Asistencial aplaudió en las redes sociales el acuerdo del 60 por ciento de aumento obtenido por el gremio La Bancaria. Mientras tanto, continúa el conflicto con los profesionales de la salud. Para Homero Giles, una consulta médica continúa equivaliendo a tres empanadas.
El titular del Instituto Obra Médico Asistencial (IOMA), Homero Giles, volvió a quedar en el centro de la polémica tras aplaudir en las redes sociales el acuerdo obtenido por La Bancaria en las paritarias de su sector, a través del cual lograron una recomposición salarial del 60 por ciento durante el 2022.
Las felicitaciones de Giles dejaron en evidencia la doble vara con la que se maneja la principal obra social de la provincia de Buenos Aires. Mientras se festeja el acuerdo obtenido por el gremio de Sergio Palazzo, se admite implícitamente que un incremento del 60 por ciento es un acuerdo justo. Sin embargo, el IOMA continúa manteniendo una dura batalla con los médicos agremiados al organismo por el no reconocimiento de sus trabajos.
Al parecer, el criterio de doble vara funciona de forma aceitada. Puertas afuera del IOMA, se celebran los acuerdos que mejorar la calidad de vida de los trabajadores. Puertas adentro, una consulta médica continúa equivaliendo a, literalmente, tres empanadas.
Días atrás, la Agremiación Médica Platense (AMP) convocó a una nueva marcha con destino a la sede del IOMA, con el objetivo de desenmascarar una falsa propuesta de aumento por parte del gobierno de Axel Kicillof y reclamar una recomposición salarial que, a pesar de haber sido prometida en numerosas ocasiones por Giles, nunca se concretó.
En aquel momento, la AMP lanzó una curiosa campaña institucional con el objetivo de dar una idea cabal del escaso impacto de las coberturas del IOMA en la vida de los profesionales. A modo de ejemplo, compararon las prácticas médicas con productos cotidianos, para que la sociedad tome consciencia de la alarmante situación del rubro.
Bajo el lema #IOMAprecariza, la AMP utilizó una serie de imágenes que ilustran en detalle la precarización del instituto bonaerense. “¿Sabías a cuánto equivale una consulta médica para IOMA?”, se pregunta en la primera imagen. “Tres empanadas”, es la respuesta. En efecto, el costo por la cobertura que brinda el organismo dirigido por Homero Giles por una consulta profesional equivale a tres empanadas a un promedio de precio en el mercado actual.
Del mismo modo, una resolución de sangrado nasal recibe una cobertura del IOMA que equivale, en pesos, a 500 gramos de pan francés. Una cirugía de amígdalas tiene, para el organismo de Giles, el mismo precio que 3 kilos de milanesas. Una cesárea tiene el mismo valor que una bolsa de comida para perros. Una colposcopia, que se utilizada para la detección temprana de cáncer de cuello uterino, tiene el mismo valor que dos alfajores de maicena. Finalmente, una cirugía oncológica de mama cuesta lo mismo que un tanque de nafta súper.
Mientras esta situación continúa arrastrándose por años y pareciera no tener un final a la vista, el titular del organismo encargado de reconocer el trabajo de los profesionales de la salud aplaude el acuerdo de los bancarios. Una vez más, la doble vara política, fogoneada por la demagogia, la inoperancia y el deseo irrefrenable de quedar bien con Cristina Fernández de Kirchner, quedó a la vista.
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