La brecha en los valores de venta es del 32% y de cada litro que llega al consumidor las compañías petroleras pierden cerca de $40.
Por múltiples factores, Argentina vive un problema de desabastecimiento parcial de gasoil. Demoras en las entregas, cupos de venta de hasta 15 litros por vehículo y alerta por la crisis en un producto clave para la economía, tanto para el agro como para la industria. ¿Qué es lo que está pasando?
• Desfasaje. En el sistema hay una gran diferencia entre el precio de venta y el de importación del gasoil. Según un comunicado de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de Argentina (CECHA) el atraso es del 32%. Por eso, en las provincias que limitan con países fronterizos el faltante se nota aún más que en el resto del país. ¿Por qué? Las estaciones de servicio dan prioridad de carga a camiones de Brasil, Chile, Bolivia, Paraguay y Uruguay porque allí se paga más que la tarifa oficial y en dólares.
• El atraso. El valor del litro de gasoil en Latinoamérica estuvo siempre entre los U$S 1,10 y U$S 1,20. Pero ahora, mientras en otros países como Brasil cuesta el equivalente a $270, en Argentina se consigue a $120, menos de la mitad. El calculo que hacen las petroleras es que pierden alrededor de U$S 350 por cada 1.000 litros. Es decir, cerca de $40 por cada litro que llega a los usuarios.
• Otros factores. En su comunicado, CECHA explicó que la crisis del sector no se da solo por la recesión y la pandemia, sino que también influye la inflación –fogoneada aún más por la presión de los precios internacionales producto del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania–, el aumento de costos, la decisión política de establecer techos altos para las paritarias y el atraso del precio en los surtidores: algo que, según la organización que nuclea a 4.500 propietarios de estaciones de servicios, provocó un “combo explosivo que cada día drena las posibilidades de supervivencia de las 5.000 estaciones que operan en el país”.
• Faltantes. La problemática genera demoras en las entregas. Si bien en febrero de 2022 el volumen total de combustibles líquidos aumentó un 2,1%, en 18 provincias argentinas se vende alrededor de un 4,7% menos que en abril de 2018. Esto genera que en muchas estaciones de servicio se apliquen cantidades máximas de venta de hasta 15 litros por vehículo.
• Calma. La empresa estatal YPF es el proveedor número uno de gasoil en el país y representa el 56% del mercado. En un reciente comunicado, la compañía pública aseguró que "está garantizado" el abastecimiento de gasoil para consumidores del canal mayorista y expresó: “A través de sus más de 100 distribuidores YPF AGRO con presencia en todo el país, la compañía garantiza el acceso al gasoil a los productores agropecuarios".
• Preocupación en el campo. La crisis pone en peligro, además, la cosecha de trigo y soja, en un contexto donde encima suben los precios de los commodities en el mundo, lo cual implicaría un desaprovechamiento de la situación internacional. Por eso, el agro se mostró preocupado. “El faltante de gasoil en distintas zonas del país es un problema que tiene que tener solución inmediata. No podemos encarar una cosecha con problemas de abastecimiento de este insumo clave”, tuiteó Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA).
• Palo al Gobierno. En su misiva abierta, CECHA apuntó contra los secretarios de Energía y de Comercio Interior por la “falta de respuesta”. “El atraso en los precios jaquean la provisión de combustibles y ponen en peligro toda la cadena productiva”, planteó la organización en el documento, donde también se exigió: “Es urgente que el Gobierno convoque a todos los actores del sector y busquemos soluciones para garantizar su normal funcionamiento”.
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