Más de 200 mil votos siguen si contarse. Peligra la continuidad del ministro de Justicia de Bonfatti.
Tras el escándalo desatado por la omisión de más de 700 mesas en el escrutinio provisorio circula el rumor de renuncia de Juan Lewis, ministro de Justicia y Derechos Humanos del gobierno socialista que encabeza Antonio Bonfatti.
Con el transcurrir de las horas distintas fuerzas políticas de la provincia se sumaron al reclamo por las desprolijidades detectadas en el conteo provisorio. Desde el FPV, el PRO y sectores del oficialismo salieron a denunciar irregularidades.
“El escrutinio fue un zafarrancho”, afirmó el radical Mario Barletta -derrotado por el socialista Miguel Lifschitz en las primarias del Frente Progresista- al enterarse que faltaba contabilizar más del 10 por ciento de las mesas cuando el sistema anunciaba que se había escrutado el cien por ciento.
“Han hecho un zafarrancho. Si fuera gobernador ya hubiera pedido dos renuncias por lo menos. No podes decir que está el cien por cien de los resultados y al día siguiente decir que faltan 800 mesas”, afirmó el diputado.
Por su parte, el socialista Miguel Zamarini, que responde al socialista Rubén Giustiniani, consideró la situación de un intento liso y llano de fraude.
Es que según cálculos de distintos sectores de la oposición, confirmados luego por la Secretaría de Tecnologías para la Gestión, falta contabilizar más de ochocientas mesas que representa un total de 250 mil votos.
Considerando las ajustadas diferencias, la incorporación de estas mesas podría modificar radicalmente el resultado de la elección.
Según el Frente Justicialista para la Victoria, Omar Perotti, que según lo publicado en la página oficial quedó por debajo de Lifschitz por tan solo ocho mil votos, al escrutarse las mesas faltantes, desplazaría al tercer lugar al candidato socialista.
Desde el PRO también denunciaron las irregularidades y aseguraron que la ventaja obtenida por Miguel del Sel es mayor a los 5.500 informados oficialmente.
Por otro lado, en Rosario se contabilizaron más de cuatrocientas mesas sin escrutar, lo cual podría permitir que varios candidatos que no superaron el uno y medio por ciento necesario para pasar a las generales lo alcancen con el recuento definitivo.
Desde la Secretaría de Tecnologías para la Gestión confirmaron las desprolijidades: “Del total de mesas informadas -7.914- se desestimaron 150 mientras que de 657 no fueron recibidos los telegramas, por lo que no pudieron cargarse los votos emitidos en ellas en los sistemas correspondientes” explicaron.
Según rumores que circulan en la Casa Gris, el Ministro de Justicia, Juan Lewis podría estar renunciando debido a las contingencias surgidas durante la noche del domingo pasado.
Clima enrarecido
Tal como advirtió este medio, en el momento del discurso en la capital provincial, Miguel Lifschitz aseguraba que estaba arriba de del Sel por dos o tres puntos según las mesas testigos, un sistema aceitado que ha determinado con bastante precisión los resultados de elecciones pasadas.
A su vez, el candidato socialista aclaró en un par de oportunidades que esos datos se los había acercado el ministro de Gobierno, Rubén Galassi.
“Según los datos de las mesas testigos que me informa el Ministro, estamos en dos o tres puntos arriba” aseguró Lifschitz.
Sin embargo, a pesar del anuncio, en el bunker socialista se vivía un raro clima. Las caras largas no reflejaban una victoria y la desilusión se tornó más explícita cuando comenzaron a aparecer los números oficiales.
Comentá la nota