Un escenario industrial que también incluye a otras empresas de primera línea, al éxito de ventas vía ventajas impositivas y baja de precios se aprecia en paralelo despidos, retiros voluntarios y suspensiones
Por Luis Autalan
Algunos indicadores de la economía siguen reflejando guarismos que superan el nivel de preocupación, sobre todo si se hace foco en la industria. En ese rubro el sector automotriz afronta un escenario de cesantías, suspensiones, retiros voluntarios y cambios de los modelos de producción. En algunos casos la saga llega hasta versiones de retiro del país. De fácil confección es encontrar coincidencias con la siderurgia como aplicar un zoom para detallar el semblante de todos los gremios involucrados. La coyuntura, con respecto a otros años se da en semanas donde hace algún tiempo la expectativa era la ronda paritaria en preparación o desarrollo.
Y con nombres propios sobre la mesa la enumeración del capítulo automotor abarca a Toyota, Nissan, Mercedes Benz. Para el realce propio el escenario incluye a General Motors (GM), sobre todo por la situación en su planta de Alvear (Rosario – Santa Fe) donde las “desvinculaciones” suman 500 bajas, más planes de retiros voluntarios y a Smata analizando medidas de fuerza.
En el primer mes de este año GM despidió a más 300 trabajadores, de un polo que años atrás era el orgullo de la compañía por su desarrollo y el respaldo que dicha firma recibió del gobierno argentino como también el gremio, en tiempos donde su situación financiera global no incluía sonrisas.
En este 2025 la empresa abrió un programa de retiros voluntarios donde se suscrbieron 260 trabajadores. La lista de salida además suma 49 despidos como lo reportó Cadena 3 Rosario.
Esta nómina se suma a las 200 desvinculaciones, con 167 retiros voluntarios y 33 despidos que hubo en la planta de Alvear en abril de 2024, de acuerdo a lo que publicó el portal Infogremiales.
En esos términos y como parte de la crisis automotriz que no tiene acuse de recibo en la Casa Rosada, a juzgar por la falta de reacciones para buscar alguna solución o estrategia, corresponde recordar que la planta rosarina de GM estuvo cerrada entre diciembre de 2023 y marzo 2024, meses donde la gestión libertaria desarrolló los primeros tiempos de su política de ajuste de salarios y jubilaciones como otras medidas en pos de frenar el incremento sostenido de precios.
Fue también en el mes de la asunción de Javier Milei como presidente cuando GM frenó la fabricación de su modelo Chevrolet Cruze, abocándose únicamente a la producción de la Tracker, un modelo que también se fabrica en Brasil.
La paradoja, según consideran en el gremio mecánico es que a la par de un repunte en las ventas de unidades, merced a ventajas impositivas, con la caída apreciable en los precios, choca de frente con los problemas laborales que se aprecian en GM y otros fabricantes de vehículos en el país.
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