Alberto Saggese, presidente y CEO de Gas y Petróleo de Neuquén Alberto Saggese asumió la dirección de Gas y Petróleo del Neuquén (GyP) en 2014, cuando Vaca Muerta daba sus primeros pasos y no era aún la promesa de una segunda Pampa Húmeda que significa hoy para el país.
Con más de cinco años al frente de la petrolera provincial creada en el gobierno de Jorge Sapag, afirma que la formación no convencional «ya no es un activo que se pueda parar», sin importar el color político que venga.
"No creo que ningún gobierno vaya en contra del desarrollo de Vaca Muerta", asegura. Al frente de una empresa que produce 150 m3 de petróleo por día y otros 300.000 m3 de gas, calcula que en los próximos cinco años se podrá duplicar la producción para posicionar a GyP como una petrolera de mediano tamaño.
"Hoy tenemos un resultado neto que hemos mantenido entre u$s 10 y 12 millones, que se traducen en dividendos, es decir, una fuente de ingreso para la provincia. Esos dividendos van a crecer en la medida en que los proyectos crezcan. Nuestro outlook a cinco años es que GyP pueda llegar a u$s 40 o 50 millones por año de resultado neto", estimó. Saggese defiende el rol de la empresa como una facilitadora del desarrollo de áreas a través de la alianza con socios internacionales y propone una vuelta de tuerca para aportar más dinamismo en las inversiones: la irrupción de "independientes argentinos" capaces de explotar "superficies más chicas que puedan constituir en sí mismas un proyecto de desarrollo".
¿Cuáles son los objetivos de GyP?
Nosotros tenemos 37 contratos activos. Hay algunos que son convencionales y otros no convencionales en proceso de exploración que pueden conducir al desarrollo de un piloto. Y tenemos 11 concesiones no convencionales ya otorgadas, donde empezó a correr el período de los 35 años. Dos están en desarrollo pleno y las otras nueve, en proyecto piloto con planes nacionales presentados, donde las compañías han estimado que, de cumplirse todas las condiciones, iniciarán entonces el desarrollo pleno.
El primer objetivo es seguir acompañando a nuestros socios de las 11 concesiones ya otorgadas. Cuando digo acompañando, quiero decir que GyP tiene una función de inspección y monitoreo de las actividades de los concesionarios, no desde el punto de vista de la autoridad de aplicación, sino de socio. Nosotros tenemos un 10% en todas las concesiones, que es muy importante porque le genera a la provincia, como accionista de GyP, un ingreso que poco a poco está creciendo.
En los últimos años, el resultado neto se ha mantenido entre u$s 10 y 12 millones, que se traducen en dividendos para la provincia. Esos dividendos van a crecer en la medida en que los proyectos crezcan. Nuestra intención a cinco años es que GyP pueda llegar a u$s 40 o 50 millones por año de resultado neto. GyP es una empresa que produce 150 m3 de petróleo por día y aproximadamente 300.000 m3 de gas diarios.
Nosotros calculamos que a cinco años vamos a estar produciendo algo así como 600.000 m3 por día, lo cual posiciona a GyP como una petrolera de mediano tamaño y con un interesante cash flow. Por otro lado, buscamos seguir adelante con nuestra función principal, que es la de poner en valor todos los yacimientos de la provincia que hoy no tienen operación. Estos son los dos ejes de nuestra actividad.
¿Eso implica seguir con este plan trimestral de apertura de áreas que tienen?
Exactamente.Es difícil hacer futurología en la Argentina, y más en este contexto, pero ¿cree que, sea cual sea el resultado de las elecciones, en marzo o abril del año que viene puede haber un mayor interés de las empresas en entrar a estas áreas?Las elecciones inciden, pero no tanto. A mi juicio, Vaca Muerta ya tiene pasado, presente y futuro. Se puede acelerar o se puede retrasar, pero no va a dejar de avanzar. Avanzará a pasos agigantados o a pasitos, pero el color político no incide de una manera gravitante. No creo que ningún gobierno vaya en contra del desarrollo de Vaca Muerta. Parece uno de los pocos puntos de coincidencia que hay.Sería un tiro en el pie. Todos sabemos de qué se trata, lo que tenemos que hacer es darle cada día más impulso como para que Vaca Muerta sea realmente lo que todos esperamos que sea.
Si se piensa en 2021, ¿cuántas áreas podrían estar en desarrollo? ¿Cuántos de esos permisos podrían convertirse en concesiones?
De los permisos, calculo que entre cinco y seis todavía están en período de exploración. O sea, no hay apuro de las compañías para declarar la comercialidad de los yacimientos. Pero hay dos o tres que tienen muy buenas posibilidades.
¿Cómo se puede contribuir a cierta aceleración de los tiempos lógicos de exploración, de risqueo, de puesta en producción de estas áreas?
GyP es la empresa provincial que desde el 2011 ha iniciado el proceso de apertura de todas las áreas libres de la provincia de Neuquén. Gracias a GyP, hay empresas como Exxon y Shell que tuvieron acceso a áreas. Somos la compañía que más socios internacionales tiene en la cuenca. Y a nuestros socios internacionales les facilitamos todo lo que podamos, si bien es cierto que GyP les genera un cierto costo en cuanto al carry, que hace que ellos tengan que invertir el 100% y nosotros nos quedemos con un 10% posterior. (...)
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