“El progreso es indispensable para garantizar la viabilidad de la industria del reciclado de plásticos. Aunque el compromiso de los recicladores sigue siendo firme, nuestro sector se ha enfrentado a retos sin precedentes, primero con la paralización de las actividades durante el brote de COVID-19, seguido de la crisis energética en 2022”, comentó Ton Emans, presidente de PRE. “Más recientemente, en 2023, la preocupante baja demanda de reciclados afectó al sector, como consecuencia de los bajos precios de los plásticos vírgenes debido a la reducción de la producción industrial en la UE y a las importaciones baratas de plástico reciclado de fuera de la UE. De cara al futuro, la aplicación de medidas legislativas será esencial para garantizar la continuidad de los avances”, añadió.

El informe analiza 850 plantas de reciclado diferentes en toda Europa, la mayoría de las cuales son pequeñas, con una capacidad media de 15.000 toneladas. En términos de impacto socioeconómico, el sector del reciclado de plásticos factura 10.400 millones de euros y emplea a más de 30.000 trabajadores.

En cuanto a las calidades de polímeros, las poliolefinas flexibles, el PET y las poliolefinas rígidas siguen siendo las de mayor capacidad, representando más del 80% del total. Con el informe de este año, PRE ha introducido un desglose preciso entre las capacidades de polietileno rígido (PE) y polipropileno rígido (PP), que antes se presentaban juntas.

En cuanto a la dispersión geográfica de las actividades de reciclado en Europa, Alemania, Italia, España, Reino Unido y Francia representan el 60% del total. En España, Italia, Polonia y Bélgica, los flexibles de PE y PP tienen la mayor cuota relativa de capacidad de reciclado instalada en comparación con otros polímeros, mientras que en Francia, casi un tercio de la capacidad total se dedica al PET.

Además, Bélgica, Países Bajos, Polonia y Rumanía experimentaron el crecimiento más rápido de las capacidades en comparación con el año anterior.

La industria del reciclado de plásticos en Europa ha mantenido, a lo largo de los años, un flujo constante de inversiones para garantizar las capacidades necesarias para alcanzar los objetivos legislativos. Sin embargo, hoy en día hay motivos de preocupación en cuanto a la consecución de estos objetivos, dada la menor tasa de crecimiento de la producción de reciclados debido a la disminución de la demanda. También hay repercusiones medioambientales, ya que, sólo en 2022, las actividades de reciclado de plásticos supusieron la reducción de más de 10 millones de toneladas de emisiones de CO2, lo que equivale a retirar de la circulación todos los turismos belgas durante un año.

Por lo tanto, los nuevos desarrollos legislativos serán clave para impulsar el éxito de la circularidad del plástico. Esto incluye, entre otras, las propuestas para el Reglamento de Envases y Residuos de Envases o la Directiva de Vehículos al Final de su Vida Útil, que introducen nuevos objetivos como impulsores para mejorar la gestión de residuos de plásticos en Europa.

Estas medidas deben ir acompañadas de mecanismos de aplicación y de la armonización de las prácticas en todos los Estados miembros.