Para todas las edades. Los paradores y restós con vista al mar convocan a miles de personas cada noche, con atracciones gastronómicas, música jazz, reggae y electrónica.
Arte en el Mar, un parador que por la noche abre sólo con reservas y no tiene más de 25 cubiertos, da la bienvenida a las playas del norte de Pinamar. Este parador fue un proyecto presentado ante la Municipalidad en 2001 e inaugurado en 2004, y su objetivo principal es generar un espacio donde realizar eventos culturales frente al mar. “Ofrecemos una carta de comidas de elaboración artesanal y libre de carne. Nuestra especialidad son las pizzas al horno de barro”, cuenta Marcela Loyarte, una de las encargadas del lugar.
Los sabores de arte en el Mar se deleitan en un ambiente tranquilo, rodeados de pinturas de artistas locales y porteños y con un fondo de música en el que se puede escuchar al cantante y pianista estadounidense Harry Connick Jr. Los jueves, el parador ofrece “las noches de pasta”, un menú casero que incluye bebida y que se puede disfrutar por 55 pesos por persona.
A 1.300 metros, El más allá ya no sólo se impone como el parador más visitado de la frontera por la tarde. Con la luna de fondo, el restaurante de noche ofrece una de las mejores alternativas de la ciudad balnearia. Con un menú de $ 120 por persona, los veraneantes pueden disfrutar de una exquisita fondue de queso; degustar una pierrade de verduras, carne vacuna, de cerdo y pollo, y saborear una deliciosa fondue de chocolate o exquisitos panqueques dulces.
“Esto era el basurero de la ciudad, cuando llegamos nadie sabía que la playa continuaba y Pinamar podía ofrecer esta maravilla”, dice Roby Cozzi, encargado del parador inaugurado en 2004. En la actualidad, con sesenta cubiertos, el restaurante abre durante todo el año los fines de semana y todas las noches en temporada.
Para los más jóvenes. Ya saliendo de La Frontera, los más jóvenes también se sienten atraídos por la noche en el mar. Ufo Point, uno de los más importantes balnearios se convierte por la noche en restaurante y disco. Ofrece un ambiente ideal para quienes gustan de disfrutar del sushi y luego continuar bailando con amigos. Ufo Point se transforma por la noche en uno de los lugares al que no faltan las bellas mujeres que buscan un lugar moderno para disfrutar de la música electrónica. Del otro lado del centro, hacia el sur y sobre Ostende, el parador Robinson Crusoe se transformó en otra de las opciones para pasar la noche frente al mar.
Cuando llega la noche, el balneario tiene tanta vida como de día. Así, el parador incorpora su restaurante y más barras, y algunos se animan a armar un fogón. Subiendo unas escaleras de maderas, que sólo descubren algunos curiosos, aparece otro de los secretos mejor guardados de Pinamar: el bar Big Sur, donde se puede disfrutar de la música reggae y de un ambiente caribeño e íntimo
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