La misma establece que es de interés público la investigación, desarrollo, fabricación y adquisición de las vacunas contra el covid-19. Cuestionamientos de la oposición a dos artículos del proyecto.
El Senado de la Nación aprobó este jueves 29 de octubre la ley que apunta a garantizar la adquisición de vacunas contra el Covid-19. El proyecto declara de interés público la investigación, desarrollo, fabricación y adquisición de las vacunas destinadas a generar inmunidad adquirida frente al coronavirus. Con 56 votos a favor y 12 en contra, el proyecto que ya había sido aprobado por la Cámara de Diputados fue convertido en ley tras un debate en el que se confrontaron los argumentos a favor de la necesidad de contar con las vacunas, y los cuestionamientos hacia los posibles requisitos que podrían imponer los laboratorios para vender ese insumo. La oposición votó dividida por las reservas de varios legisladores ante las condiciones que contempla la nueva norma para los contratos que firme el Estado con laboratorios. La iniciativa autoriza al Gobierno a adquirir las vacunas y a firmar convenios donde se podrá mantener la jurisdicción de tribunales extranjeros, cláusulas exigidas en algunos casos por los laboratorios, algo que fue motivo de cuestionamientos por un sector de Juntos por el Cambio y del Interbloque Federal.
De los 56 votos a favor, 40 fueron del Frente de Todos y 16 de la oposición. El senador del oficialismo, José Neder, habló sobre "la urgencia" del Estado con respecto a los convenios con la industria farmacéutica que le permitan al país "tener la vacuna y así solucionar el problema de salud de millones de argentinos" en el marco de la pandemia. En ese sentido, consideró que el proyecto aprobado "contiene requisitos excepcionales" para la adquisición de vacunas. Por su parte, el jefe del bloque de Juntos por el Cambio, Luis Naidenoff, sostuvo que es "un paso necesario e imprescindible" la ley, ya que el Estado debe "garantizar el bienestar general, y en esto no puede haber dudas", aunque coincidió con las observaciones sobre aspectos del proyecto que dijo compartir con sus pares de bancada. "En emergencia, las decisiones se toman y se adoptan como hicieron otros países y en esto no puede haber dudas, se tiene que avanzar, porque la pandemia ha destruido no solo la economía, tiene efectos en la salud, daño psicológico, cercenamiento de libertades", dijo el senador de Formosa. Cómo avanza la vacuna de la prueba de Pfizer en Argentina Entre los legisladores con las posturas críticas estuvieron la senadora radical María Belén Tapia, quien aclaró: "Comparto el anhelo de toda la humanidad de contar cuanto antes con una vacuna contra el coronavirus. Las vacunas son un instrumento indispensable para la salud pública. Sin embargo el proyecto adolece de graves falencias". Y planteó: "Me pregunto por qué piden esto las industrias farmacéuticas y por qué estamos tan dispuestos a dárselo?". En una línea similar, Laura Rodríguez Machado del mismo interbloque opositor, también votó en contra y argumentó que si bien es "una defensora fiel de las vacunas" no está de acuerdo con "obviar los procesos de transparencia del Estado, con una ley que no permite saber si lo que se compra es eficaz". Ana Almirón, senadora del Frente de Todos, aclaró que con la ley "se le está brindando al Estado herramientas para celebrar estos contratos" y sostuvo que "las empresas de la industria farmacéutica, que es sumamente compleja, pidieron requisitos que son excepcionales en un contexto de la emergencia". Respecto de las dudas de algunos legisladores de la oposición, sostuvo que "de ninguna manera es un cheque en blanco", y aseguró que los contratos pasarán por la Sindicatura General de la Nación y las comisiones de Salud del Congreso.
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