En una carta, el Consejo de Médicos de Córdoba advierte que el plasma que distribuye el Ministerio de Salud de la Provincia no tiene la concentración de anticuerpos que figura en el rótulo de las dosis y que son títulos más bajos que los necesarios para que esta terapia sea efectiva. Realizaron una presentación para que investigue la Justicia si hay un delito.
El Consejo de Médicos de la Provincia de Córdoba advirtió en una carta al Ministerio de Salud de Córdoba que el plasma de personas recuperadas utilizado para tratar a pacientes con Covid-19 no tiene la concentración de anticuerpos necesaria para que esta terapia sea efectiva.
También realizaron una presentación a la Justicia para que se inicie una investigación. "Vengo por el presente a poner en conocimiento de esta Fiscalía que se han desarrollado conductas que por acción u omisión podrían entrar en colisión con normas del Código Penal", dice el texto presentado por Andrés de León, presidente de Consejo de Médicos.
En ese marco, pidieron una reunión con el ministro Diego Cardozo para solucionar este problema y que se convoque de manera inmediata a la Comisión Provincial de Sangre.
El plasma comenzó a utilizarse como terapia hace seis meses en Argentina. En su momento, Córdoba fue el primer distrito en anunciar que titularía las donaciones. También creó un Centro de Plasmaféresis de Córdoba.
El plasma es uno de los primeros tratamientos en utilizarse para tratar el Covid-19. La evidencia científica no es contundente en cuanto a su eficacia, aunque algunos estudios indican que sería útil si se aplica rápidamente al inicio de los síntomas, y no sería recomendado su uso en pacientes con cuadros graves.
Qué es el plasma
El plasma es una parte de la sangre. En la mayoría de los pacientes que tuvieron Covid-19 y se recuperaron contiene los anticuerpos que naturalmente produce el sistema inmunológico para defenderse del virus.
Pero no todas las personas lo producen en igual concentración y no todos los anticuerpos detienen el virus (neutralizantes). Por eso es necesario medir la cantidad de anticuerpos neutralizantes de cada donante.
En junio Córdoba anunció que era la primera provincia en realizar esa tarea gracias al trabajo del Instituto de Virología José María Vanella de la Universidad Nacional de Córdoba (Inviv).
Estos investigadores pusieron a punto una técnica que es el estándar de oro. Se van utilizando diferentes diluciones del plasma. Llega un momento en que la concentración del plasma es tan baja que no puede neutralizar el virus. Ese es el título y se expresa como 1/20, 1/40, 1/80, etcétera. (mientras más alto el número más efectivo es el plasma). La prueba demora cuatro días.
Desde el instituto explicaron que ellos títulan todas las muestras de sangre de potenciales donantes que reciben del Centro de Plasmaféresis y le entregan esa información a la Provincia. Reconocen que algunas muestras tienen títulos bajos, pero aclaran que su trabajo termina allí y que es responsabilidad de la Provincia definir qué se hace con el plasma que tiene baja concentración de anticuerpos.
Títulos bajos
Según el Consejo Médico, se ha observado que el mayor número de los plasmas vienen rotulados con un título 1/40 que resulta el umbral mínimo que posee eficacia para el tratamiento.
En la carta se cita al Instituto Vanella, quienes le habrían informado al Consejo de Médicos que “muchas de las unidades que eran provistas e informadas con título 1/40, todavía no tenían hecho el screening y otras unidades poseían un título diferente al informado, dándose el caso de unidades que carecían o casi no poseían anticuerpos”.
Desde el Consejo de Médicos aseguran que la utilización de este plasma no adecuadamente rotulado o titulado induce a error al profesional y elimina cualquier mecanismo que con rigor científico pueda desarrollarse, incluso en el campo de investigación.
“No podemos hoy realizar estadísticas fiables sobre el plasma de convalecientes y su relación con la terapéutica del Covid-19, si las unidades recibidas se rotulan todas como aptas para el tratamiento (1/40) cuando algunas de ellas terminan siendo un placebo”, apuntan en la carta.
Además, genera incertidumbre en el personal sanitario de saber si un paciente no revierte la enfermedad por la ineficiencia del plasma o por otro motivo.
A su vez, y quizás lo más importante, esto repercutiría en una clara pérdida de chances recuperación del paciente con Covid-19 quien, al no recibir el plasma adecuado, no podría curarse y en muchos casos quedaría afuera de recibir otras terapias a la espera de los resultados del plasma que nunca llegarán por no tener la concentración suficiente.
Desde el Consejo de Médicos agregan otros inconvenientes como un quiebre en la confianza sobre este tratamiento y el acto solidario de donación que tiene implícito.
Finalmente, señalan un problema económico ya que cada extracción de plasma implica un costo de 25 mil a 30 mil pesos por el uso de materiales descartables.
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