Muchos aprovecharon cómo cayeron los feriados y viajaron a brindar a la playa. Así se acentúa la tendencia de fragmentar el descanso en períodos cortos. Para fin de año esperan más turistas.
Si bien la tendencia se vio en años anteriores, las peculiaridades de este 2013 terminaron potenciándola. “Quedaron semanas de baja actividad por cómo cayeron los feriados. Por eso, muchos están aprovechando para tomarse unos días y retomar su actividad recién en enero”, argumentó el gerente comercial del apart hotel Torres de Manantiales, Carlos Eckhardt. También sumaron los asuetos decretados a último momento.
Luego de los festejos del 24, la ciudad amaneció ayer desierta y bajo una lluvia fuerte, anunciada y esperada luego de una semana con temperaturas por encima de los 30 grados. El 24 la marca había sido de 36 grados. La lluvia fue un paliativo efímero para semejante calor: ayer al mediodía el sol volvió a brillar y la temperatura llegó a los 28 grados, y los turistas debieron buscar alivio en las playas. Para hoy se esperan 31 grados.
“Como mínimo, para la semana que viene vamos a tener un nivel de ocupación hotelera del 75%, un número muy bueno para esta época”, describió el secretario de Turismo de Villa Gesell, Walter Fonte.
Dominan las reservas por cinco noches. Se trata de “escapadas” de gente acostumbrada a aprovechar los fines de semana largos y que, incluso, puede volver a la Costa en dos o tres momentos del año. Así, de paso, aprovechan que en diciembre los precios están más acomodados que en enero. En las oficinas de turismo creen que la particularidad tiene que ver con la tendencia de fragmentar las vacaciones en períodos cortos.
La novedad quedó a la vista el último fin de semana. El sábado llegaron a circular 2.000 vehículos por hora en la autovía 2, y algunas compañías de micros tuvieron que reforzar sus servicios. Ese día de Retiro salieron unos 3.330 servicios a diferentes destinos.
“Ocupamos los 200 cubiertos que tenemos en Nochebuena y creemos que va a pasar lo mismo para fin de año”, adelantó Rubén Greco, propietario del asador criollo La Tranquera de Mar del Plata. “El año pasado, en la cena de Nochebuena tuvimos un nivel de reservas que rondó el 60% y este año cubrimos los 100 cubiertos que tenemos”, se entusiasmó el gerente del restorán IVO, Edgardo Troiano, que proponía un menú con tres pasos de cocina gourmet y postre. En la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Mar del Plata explicaron que esta semana el nivel de ocupación es superior al 65%. Para la próxima, pasará el 80%.
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