En el marco de la cosecha de papa, principal actividad agrícola del partido de General Puyrredon, el equipo de fiscalización del Registro Nacional de Trabajadores y Empleadores Agrarios (RENATEA) de la provincia de Buenos Aires, en conjunto con el de la Unidad Territorial de Mar del Plata, realizó tareas de inspección y relevamiento de trabajadores en tres establecimientos de la quinta sección.
Debido al previo trabajo logístico que la UT de Mar del Plata viene realizando en la región, se inspeccionaron dos establecimientos ubicados en la localidad de Otamendi, vinculados a la cosecha de papa, y uno en General Alvarado, dedicado al empaque de hortalizas, como zanahoria y remolacha.
En primera instancia, se brindó una charla informativa al personal que se encontraba realizando tareas acerca de los derechos otorgados por la Nueva Ley de Trabajo Agrario y los beneficios que les brinda el RENATEA, para continuar luego con el relevamiento de éstos trabajadores e inspeccionar las condiciones laborales de seguridad e higiene en las que se encuentran.
Respecto a los operativos, Stella Casasola, a cargo de la Unidad Territorial de RENATEA Mar del Plata, expresó que “el objetivo de éstas fiscalizaciones es avanzar en el empoderamiento de los trabajadores respecto a sus derechos; y que mediante ésta presencia activa del Estado, sus organismos y funcionarios sean realmente la herramienta que motorice la inclusión efectiva de todos los trabajadores agrarios”.
Por su parte, el delegado provincial de RENATEA, Pablo Diotto, manifestó que la delegación a su cargo “realiza diariamente inspecciones en todo el territorio bonaerense, al margen de ser geográficamente la provincia mas grande del país”.
Además, explicó que con estos abordajes donde se releva la situación de los trabajadores se pretende promover el trabajo registrado y garantizar que existan condiciones laborales dignas para todos los trabajadores del sector”.
Durante el operativo, entre los principales incumplimientos a la normativa vigente, el RENATEA pudo constatar que los trabajadores de los tres establecimientos carecían de los elementos de protección y seguridad como ropa y calzado adecuado para desarrollar sus tareas, como la faja y barbijo en el caso de los cosecheros de papa en forma manual, expuestos diariamente al residuo agroquímico.
A su vez, parte de los trabajadores manifestó no poseer la Libreta de Trabajo Agrario, de uso obligatorio en todo el país, ni percibir la provisión diaria de alimentos por parte de las empresas contratantes, según lo exige la ley 26.727.
Durante la inspección realizada en el establecimiento de empaque hortícola se detectaron situaciones insalubres y antihigiénicas, ya que el sanitario no sólo se encontraba en el exterior de la vivienda donde habitaban los trabajadores sino que el desagote del mismo debe realizarse en forma manual, por lo que se produce una acumulación de residuos cloacales.
En el transcurso del relevamiento, estos trabajadores del empaque expresaron desconocer efectivamente el salario a percibir y que la empresa les había exigido manifestar al personal del RENATEA que recibían una suma semanal de 3200 pesos por las tareas realizadas.
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