Luego del pico alcanzado en 2005/6, cuando se cosecharon 673 mil toneladas, para este año se esperan sólo 392 mil. Todo pese a que hay 6,6% más de hectáreas cultivadas.
Según el pronóstico de cosecha frutícola de la campaña 2009-2010 difundido por el Instituto de Desarrollo Rural (IDR) los efectos perniciosos del clima y el derrumbe de los precios de hasta un 50% y 70%, en algunas variedades frutales, causaron una caída en la producción de alrededor del 22% en relación a la cosecha 2008/2009. Un proceso de deterioro continuo que, año tras año, viene sufriendo la actividad.
Concretamente, en una superficie de 32.091 hectáreas se cosechará este año 392.103 toneladas de las especies frutales que se cultivan en Mendoza. Con excepción de la manzana, en el resto de los cultivos, como ciruela (para consumo o industria), durazno (para consumo o industria) y pera, la merma es significativa.
Los duros efectos de la temporada 2008-2009 aún se sienten en el sector frutícola. La crisis internacional congeló las ventas y los destinos a los que se exportaba se comprimieron y compraron muy por debajo de lo que venían demandando. El sobre stock de mercaderías en las industrias locales hizo decaer los valores por kilo de aquella incipiente temporada.
La repentina depreciación de los precios de la fruta por kilo pagados al productor (que se movió en rangos de $ 0,14 a $ 0,40 en variedades como la pera, que tendría que haber valido entre $ 0,65 y $ 0,80 (dependiendo de la calidad) generó que, aún en los mejores casos, sólo se salvaran los costos y quedara muy comprometida esta temporada.
Los productores que no pudieron ni siquiera salvar los costos operativos no hicieron la reinversión necesaria en la tierra para las tareas culturales, bajando así el rendimiento de la cosecha.
Pero esto no es todo porque al analizar la secuencia de cosechas desde 1998-1999, y exceptuando la de 2001-2002 que llegó a mínimos históricos por la grave crisis nacional, la tendencia fue de leve crecimiento en la producción, aunque se detuvo a partir de 2005-2006 para comenzar a caer y ya en el último trienio las pérdidas han sido consideradas como "alarmantes".
Cuando comparamos los resultados de estas últimas cosechas con la de 2005-2006, año considerado "bisagra" por la disminución productiva de las temporadas posteriores, la pérdida se cifra en un 41%: de 673.966 cayeron a 392.103 toneladas. Justo cuando la superficie cultivada en este mismo período pasó de 30.859 a 32.901 hectáreas. Esto es un crecimiento del 6,6% en cuatro años, según el IDR.
"La caída de este año en el sector frutícola es muy importante sobre todo por la helada del Sur (San Rafael y General Alvear) y en el resto de la provincia. Pero también por los ciclos de las plantas", explica el coordinador técnico del IDR, Alfredo Baroni.
"El efecto climático, con viento y heladas, caso del durazno en la zona Este o Sur, provocó una disminución importante", señaló Juan Riveira desde la Cámara de Productores y Exportadores de Fruta Fresca (Apeff) quien relató que esta caída repercutió en los precios directamente.
Desde el Sur, el presidente de Federación Agraria, Carlos Achetoni, relató que las tormentas graniceras de diciembre de 2008 dejaron sin producción a San Rafael y Alvear por casi 5 años ya que muchos debieron erradicar las plantas dañadas. El 90% de los productores quedó gravemente afectado. En el Este 50% de los productores perdieron parte de su cosecha.
Achetoni dijo que "el problema de fondo es que la inflación afectó la rentabilidad. La suba de impuestos, agroquímicos un 200% y combustible, no se absorbieron en el valor final, o sea que estamos perdiendo".
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