El Gobierno intenta mejorar la oferta luego de que un funcionario se fuera del oficialismo al Frente Renovador en las elecciones.
Hasta agosto, la presidencia de Centrales de la Costa –la empresa encargada de producir electricidad en la región con plantas en Mar del Plata, Necochea, Mar de Ajó y General Madariaga– estuvo a cargo de Tomás Hogan, ex intendente de General Alvarado, oriundo de Miramar y hombre de confianza de Daniel Scioli. Sin embargo, un compendio de severos errores en el mantenimiento técnico de las centrales térmicas y la candidatura a diputado provincial de Patricio Hogan, su hijo, en las filas del Frente Renovador motivaron la salida del viejo dirigente peronista de la compañía eléctrica.
Su paso no es bien recordado en la industria. Su alineamiento obtuso con el pedido del Gobierno de sustituir importaciones le terminó costando caro a la empresa. Hogan mandó reconstruir en una fundición de Tandil un álabe de una turbina de generación que estaba averiado. Buscando abaratar la operación, no escuchó las recomendaciones de ingenieros y ordenó probar la pieza elaborada en el taller tandilense sin certificar las homologaciones técnicas necesarias. El resultado fue catastrófico: dos turbinas de la central de Mar del Plata quedaron inutilizables.
Scioli se vio obligado a soltarle la mano y en septiembre asumió un nuevo management –esta vez conformado por técnicos– en Centrales de la Costa, que pertenece a la Provincia de Buenos Aires. La nueva gerencia tiene un objetivo claro: recuperar el estado del deteriorado parque térmico. El gobernador consiguió financiamiento del Ejecutivo nacional para reparar algunas máquinas. En esa dirección, Cammesa, la administradora del mercado eléctrico, le otorgó por pedido de la Subsecretaría de Energía Eléctrica, a cargo de Luis Beuret, un préstamo de 32 millones de pesos.
La demanda de energía en la costa atlántica se dispara en enero con la llegada de más de tres millones de veraneantes. Para evitar cortes en el suministro, la empresa eléctrica apuesta a recuperar el 75% de la potencia instalada en sus cuatro plantas, que suman en total 510 megawatts (MW). Hoy está en condiciones de producir el 50%. “Los próximos dos meses serán clave para poner en marcha las dos turbinas que están complicadas. Creemos que van a llegar con lo justo para enero”, admitieron desde Cammesa.
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