Desde el 10 de diciembre, el intendente de Bahía Blanca, Héctor Gay, inició un fuerte enfrentamiento entre propios y ajenos para poder concentrar la administración de las obras de agua y cloaca que se están anunciando desde el gobierno provincial. Esto, resulta una situación compleja e inesperada para la interna del partido macrista.
En los pasillos de la municipalidad, se comenta que la intención del intendente está dirigida a poder administrar una parte de la inversión de más de 3.000 millones de pesos que se está proyectando desde el Ministerio de Infraestructura provincial y la empresa Aguas Bonaerenses S.A (ABSA),
En este sentido, una de las obras que genera mayor controversia es el acueducto del Río Colorado, que pretende asegurar el abastecimiento de agua en la región bahiense. La intención del intendente es hacer participar a distintas empresas amigas en su ejecución.
Gay, un ex periodista local, que no tiene antecedentes en gestión municipal y menos aún en grandes obras de infraestructura, se encuentra enfrentado con varios funcionarios del nuevo gobierno provincial.
Por su parte, las autoridades bonaerenses no quieren soltar las riendas del nuevo plan de obras de contingencia, según aseguran voceros calificados, la gobernadora María Eugenia Vidal pretende cumplir a rajatabla con los compromisos asumidos ante la población, y se entiende que las interferencias de los funcionarios municipales pueden entorpecer la celeridad que se le quiere imprimir a las obras.
La rotura del acueducto que abastece a la Planta Potabilizadora de Bahía Blanca, ha servido de motivo para iniciar una fuerte ofensiva sobre las nuevas autoridades de la provincia en el sector, y cuenta como aliado a un grupo de empresas que han contribuido a su campaña electoral, y que por estas horas lo presionan esperando una devolución de favores.
Pero para evitar que la interna llegue a mayores, apareció en escena el ex intendente Juan Carlos Cabirón, socio político de Gay en Cambiemos, que tomó riendas en el asunto para continuar con el reclamo y presión sobre el Ejecutivo provincial, sin que esto afecte al recientemente electo intendente.
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