De la torre les da cursos sobre corte. La derrota de las PASO, que arrastró hacia abajo a buena parte de los intendentes macristas que buscan reelegir, llevó a los mandatarios municipales a desarrollar una campaña local, donde se despegan de la campaña de Vidal y también de la campaña presidencial.
La caída de Mauricio Macri, al mantener unificada las elecciones –el desdoblamiento era un pedido de los intendentes PRO-, se llevó puestos a la mayoría en las PASO.
Por el resultado en las PASO, pero también por el antecedente de 2015, cuando Joaquín de la Torre consiguió su reelección con un derrotado Sergio Massa para la presidencial, San Miguel se convirtió en foco de consultas. Varios intendentes macristas empezaron a pedir la fórmula para cortarse solos.
En algunos distritos se esperaba la derrota como en Quilmes, en el que Martiniano Molina perdió por 20 puntos, o en Pilar, donde Nicolás Ducoté cayó por 13 puntos. Otras fueron sorpresas como Lanús, donde Néstor Grindetti quedó 12 puntos abajo; Tres de Febrero, donde Diego Valenzuela debe escalar también otros 12 puntos; o Morón, donde Ramiro Tagliaferro debe escalar desde los 7 puntos de diferencia que le sacó Lucas Ghi.
Otros quedaron en una situación de virtual empate, como el intendente de Bahía Blanca, Héctor Gay, quien fue crudo en sus primeras declaraciones tras la elección. "La elección en Nación y en Provincia está terminada", sentenció.
Según publicó el portal Diego Valenzuela fue uno de los interesados en escuchar el método de San Miguel. También hubo charlas con Néstor Grindetti, Ramiro Tagliaferro, y Julio Garro, entre otros de sus pares de la Provincia.
El sistema de cortes tiene una estructura definida. Primero, los funcionarios y dirigentes que responden al intendente visitan a los vecinos de los distintos barrios, casa por casa. La visita se repite al menos una vez y luego aparecen con la boleta exacta que demandan esos votantes.
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