Corrientes: la pelea entre Gustavo Valdés y Ricardo Colombi lleva a la UCR al borde del colapso institucional

Corrientes: la pelea entre Gustavo Valdés y Ricardo Colombi lleva a la UCR al borde del colapso institucional

Las internas entraron en el barro judicial. El gobernador no tiene reelección, quiere controlar el partido y elegir su sucesor. Su antecesor busca volver.

Por César Pucheta.

El gobernador Gustavo Valdés seguirá recorriendo la provincia de Corrientes para convertirse en el nuevo titular del Comité Central de la UCR. 

Envuelta en una novela judicial que parece no tener fin, la pelea entre Gustavo Valdés y Ricardo Colombi pone a la UCR de Corrientes en una encerrona de la que parece no haber retorno. El primer objetivo es quedarse con el partido, aunque la pelea de fondo es por la candidatura a la gobernación en las elecciones de 2025.

Una cautelar de última hora dejó sin efecto la convocatoria a elecciones para renovar autoridades del Comité Central que Colombi había trasladado al 18 de mayo del año que viene y restableció el cronograma original que fijaba los comicios el próximo 27 de octubre. Por esa razón, en soledad, el espacio de Valdés presentó sus listas este sábado, pero nadie se anima a asegurar cómo continúa el camino.

Ambos bandos llaman a la unidad partidaria y miran con cierta incredulidad la escalada de la batalla. Valdés llegó al gobierno provincial impulsado por Colombi en 2017 y desde allí empezó a construir poder con base en la renovación generacional que enmarcó en una modernización del estilo de liderazgo, basado principalmente en la comunicación.

 

 

Fue reelecto en 2021 convirtiéndose en el candidato más votado de la historia de Corrientes y, ante la inminencia de su retirada, ahora quiere elegir a su sucesor. El nombre que resuena en los corrillos políticos provinciales y enoja a la vieja guardia radical es el del intendente de Ituzaingó, Juan Pablo Valdés, el hermano del gobernador.

El peso de Ricardo Colombi

Aunque sostiene el silencio, en Corrientes es un secreto a voces que Colombi quiere volver a ser gobernador. Fue el artífice del regreso del radicalismo al poder provincial luego de casi medio siglo. Asumió por primera vez en 2001, sin releección cedió el poder a su primo Arturo, y volvió en 2009 para gobernar ocho años más.

Es el creador de Encuentro por Corrientes (ECO), el último gran frente que concentró a toda la centroderecha provincial y se convirtió en una maquinaria electoral invencible. A través de ese espacio asumió Valdés, que había sido su ministro de Gobierno y, por entonces, diputado nacional.

“Lo que está haciendo Gustavo no tiene sentido, quiere quedarse con todo el poder”, dicen cerca de Colombi al advertir sobre las intenciones de Valdés, en las que observan un riesgo concreto de ruptura. Los argumentos no sólo corren por el lado de la disputa personal, sino en el plano estratégico: el hermano de Valdés no despega en la consideración pública.

La lista de Gustavo Valdés

“Es importante que tengamos consolidadas las autoridades en vista de los próximos comicios”, dijo el gobernador después de presentar su lista, Vamos Radicales, como la única boleta para la elección que, por ahora, se realizará el 27 de octubre.

Luego de que Colombi, ratificado por la Justicia como titular del Comité Central, decidiese patear las internas para el 18 de mayo del año próximo, Alfredo Vallejos, en su carácter de apoderado, presentó una cautelar que fue rápidamente aceptada ratificando el calendario original que prevé la elección para finales de este mes. La medida volvió a ser apelada mientras el gobernador presentaba su lista.

En el colombismo hablan de “muchísimas irregularidades”, sobre todo en lo que respecta a los padrones, que ya habían sido motivo de observaciones varias por parte de los afiliados. Del lado del gobernador, dicen cada vez más fuerte que Colombi “no quiere votar”. Las voces más filosas aseguran que el exmandatario quiere “sentarse sobre la caja” del partido hasta que llegue la campaña electoral.

Una mesa para acomodar a la UCR

Con la interna empujada por el valdesismo para dentro de 15 días y un gobernador que intenta salir lo más airoso posible del impacto político que significó el caso Loan, el niño de cinco años que está desaparecido desde hace más de 120 días, la política de Corrientes analiza el próximo paso de Colombi.

“No es que quiere, va a ser candidato y va a ser gobernador”, golpean la mesa en su entorno, mientras que Valdés prepara la gira para lo que, espera, sea el último tramo de la campaña para convertirse en el titular del Comité Central. Lejos de solucionar el problema, esa situación sólo serviría para prorrogar la resolución de fondo.

Ricardo Colombi en su banca de la Cámara de Senadores de Corrientes.

Pensando en ese escenario, hay sectores que empiezan a pensar en una mesa en la que la conducción partidaria ponga las barbas en remojo y evite la interna. Proponen que las cabezas valdesistas de la Convención provincial y el colombismo reafirmado en la conducción del Comité abran un espacio de diálogo.

“Sin Gustavo y Ricardo tironeando, a lo mejor es más fácil que nos pongamos de acuerdo”, afirma una de las voces en las que la idea suena como algo seductor. Los más pesimistas entienden que, más allá de las presencias, los intereses de cada una de las partes ya están “demasiado claros”.

Un escenario complicado en Corrientes

“Si nos separamos, perdemos” dicen en la UCR, donde la batalla interna ya contempla una ruptura: el gobernador ya anticipó que separará a Vamos Corrientes, su propia marca, de ECO en la elección que definirá a su sucesor.

En el oficialismo repiten que el peronismo tiene un piso de 30 puntos que se convierte en “demasiado alto” si el radicalismo no llega a un consenso interno y asiste a la elección en boletas separadas.

Ese escenario de tercios que rompe con la polarización histórica que en la provincia permitía resolver la contienda sin necesidad de una segunda vuelta, suma en Corrientes un fenómeno nacional que empieza a ser analizado con minuciosidad, también en el peronismo: la irrupción de La Libertad Avanza y el crecimiento de sus chances electorales.

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