Ayer Kicillof encabezó una reunión especial; los intendentes, en alerta
La preocupación por la expansión del coronavirus tiene una estación clave en el conurbano bonaerense, donde hasta ahora solo se discriminaron dos de los 34 casos que se reportaron oficialmente en todo el país, aunque podrían ser más.
Algunos intendentes están preocupados por el gran potencial de propagación del virus en zonas densamente pobladas, que además adolecen de infraestructura hospitalaria comparable a otros centros urbanos.
Anteayer hubo una reunión con intendentes del Frente de Todos de la primera sección electoral, convocada por el gobernador bonaerense, Axel Kicillof. Según se informó oficialmente, allí "se realizó una evaluación de la situación de cada municipio y se abordaron las nuevas medidas en relación con la emergencia sanitaria. En ese marco, cada intendente recibió afiches y cartelería para la prevención del sarampión, el dengue y el coronavirus en su municipio".
Ayer Kicillof encabezó una reunión para analizar la situación, de la que participaron la ministra de Comunicación, Jésica Rey; el jefe de Gabinete, Carlos Bianco; el de Salud, Daniel Gollán; el de Seguridad, Sergio Berni; y el de Infraestructura, Agustín Simone. También estuvo el jefe comunal de José C. Paz, Mario Ishii. "Se trabajó para programar las respuestas del sistema de salud para las próximas semanas, así como la inversión necesaria en equipamiento y profesionales", confió uno de los participantes de la reunión y expuso que para atender esta contingencia "se van a reasignar partidas".
Sin embargo, algunos intendentes plantearon en reserva sus dudas sobre algunas de las disposiciones implementadas por Kicillof a nivel provincial, vinculadas con poner en estado de alerta al sistema sanitario. "¿De qué manera lo va a hacer, de dónde va a obtener los recursos?", se preguntan.
En este contexto, los intendentes admiten que enfrentan una creciente demanda social y consultas por supuestos casos de posibles infectados, y preparan por su cuenta medidas preventivas.
Por ejemplo, el municipio de Esteban Echeverría, que está a cargo del peronista Fernando Gray, ordenó una amplia compra de insumos, que van desde carpas aislantes a trajes especiales, además de disponer la suspensión de todas las actividades públicas, incluyendo las clases en el centro de artes y oficios municipal.
La preocupación del intendente es que la proximidad con el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, donde trabajan muchos residentes de su municipio, perfore el esquema preventivo y obligue a tomar medidas más drásticas.
También Fernando Espinoza avanzó en la declaración de la emergencia sanitaria en La Matanza, el municipio más populoso de la provincia, por 180 días. Al decretarlo, se permite reasignar partidas presupuestarias para atender la crisis sanitaria, en función de las decisiones que adopte el Consejo de Emergencia Sanitaria Municipal, creado con el mismo fin. Precisamente en La Matanza reside uno de los pacientes identificados con coronavirus.
Muchos otros municipios, como Hurlingham, donde administra Juan Zabaleta; Pilar, con Federico Achával; y Malvinas Argentinas, con Leonardo Nardini, también resolvieron la suspensión de todas las actividades y adhirieron a los lineamientos de prevención de la Nación.
Sin embargo, algunos de los jefes municipales están preocupados porque no perciben la dinámica necesaria de parte de la gestión Kicillof.
"Todavía no hay una clara conciencia de las implicancias que tendría que se instalen focos de contagio en el conurbano, lo cual es inevitable. Nosotros estamos siguiendo varios casos con síntomas, pero ahora ya es tarde para adoptar muchas medidas preventivas", señaló uno de ellos.
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