En la última semana de junio empezaron a llegar fondos provinciales a La Matanza, Merlo, Moreno, Morón, Hurlingham e Ituzaingó. Son para pagar sueldos y garantizar servicios básicos.
La fuerte caída en la recaudación de tasas por causa de la pandemia preocupa a los Partidos del conurbano bonaerense y, para aliviar este impacto, en la última semana de junio el gobernador Axel Kicillof firmó convenios de asistencia monetaria con intendentes de la zona Oeste para que puedan enfrentar el pago de los salarios de empleados municipales, financiar los servicios básicos de salud, bienestar social, educación y relizar las obras de infraestructura más urgentes.
En el caso de la zona Oeste, el total de fondo que se reparte entre seis municipios supera los $435 millones, que empezaron a bajar progresivamente a partir de la última semana de junio. Naturalmente, el que recibirá mayor cantidad de recursos es La Matanza, el Partido más grande del país, al que se destinará casi la mitad del total para la región: $211.300.000.
Le siguen Merlo, que obtendrá $83.600.000. En tercer y cuarto lugar se encuentran Moreno y Morón, que tendrán partidas de $49.900.000 y $43.800.000, respectivamente. Por su parte, Hurlingham dispondrá de $26.900.000 e Ituzaingó de $ 20.400.000.
El rescate viene a paliar, en parte, el perjuicio que significa para la economía de los municipios las nuevas restricciones de una cuarentena endurecida, que comenzaron a partir de ayer y que significaron que muchas de las actividades que estaban autorizadas se volvieran a restringir, como los comercios de rubros no esenciales que deben bajar persianas otra vez.
La merma en la actividad económica repercute directamente sobre la recaudación de impuestos y muchos municipios acercaron su pedido de ayuda a la Provincia para poder afrontar los gastos más urgentes, relacionados con el pago de salarios, así como otro tipo de servicios esenciales.
La respuesta llegó pocos días antes de que se confirmara la nueva etapa de Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio, con un convenio de asistencia financiera que se realizó por videollamada entre intendentes del conurbano, el gobernador de la Provincia Axel Kicillof y su ministro de Hacienda y Finanzas, Pablo López.
Luego de la firma comenzó paulatinamente y sin fechas establecidas la transferencia de fondos, que los municipios reciben como aportes no reintegrables. El destino de este dinero es determinado por cada Comuna en función de las necesidades.
En Moreno, por ejemplo, los recursos estarán a disposición de la Secretaría de Salud y Desarrollo Comunitario para destinar a la compra de insumos. En Morón, sumarán también el pago de salarios y proveedores.
«En tanto sea necesario, los fondos recibidos serán destinados para cumplir con nuestros trabajadores y trabajadoras como así también con los proveedores, sobre todo con aquellos que brindan insumos críticos durante la emergencia sanitaria», aseguró el intendente de Morón, Lucas Ghi.
Hurlingham, por su parte, destinará esta ayuda a salud, educación, desarrollo social y obras urbanas. “Estamos invirtiendo todos los esfuerzos de la Nación, la Provincia y el Municipio para fortalecer el sistema sanitario y para atender la demanda social. La prioridad es cuidar la vida de la gente y poner en marcha la economía con todos los protocolos sanitarios; en el medio de un contexto muy difícil, este fondo es un apoyo importantísimo”, resaltó el intendente de Hurlingham, Juan Zabaleta.
Los distritos de La Matanza, Merlo e Ituzaingó aún no hicieron público en qué se utilizarán los fondos recibidos.
La distribución de los $3.000 millones que destinó Provincia a los 135 municipios bonaerenses se hizo en base al Coeficiente Único de Distribución (CUD), que determina cuánto corresponde a cada Comuna en función de ciertos parámetros de población y de los establecimientos oficiales para la atención de la salud que posean.
Además, se tuvieron en cuenta tres herramientas financieras: un fondo salarial, un fondo de emergencia COVID, dirigido principalmente al conurbano, y un fondo adicional por la utilización de las camas extrahospitalarias, que reciben los municipios por cada paciente internado en estos centros.
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