El gobernador electo participó de una conferencia sobre federalismo junto a De la Sota, Urtubey y Sapag. “La Nación privilegia el consumo en detrimento de la producción del interior del país”, dijo. Reclamo de un fondo de compensación para las provincias.
Aunque le faltan cinco meses y medio para tomar las riendas de Mendoza, ayer fue su debut en la liga de los gobernadores. Alfredo Cornejo participó en Buenos Aires en una conferencia sobre la relación entre provincias y Nación junto a los actuales mandatarios de Córdoba, José Manuel de la Sota (peronista disidente); Salta, Juan Manuel Urtubey (kirchnerista) y Neuquén, Jorge Sapag (del Movimiento Popular Neuquino, aliado del oficialismo).
En el auditorio del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba), ante un centenar de políticos y empresarios convocados por el Grupo Clarín, organizador del ciclo de conferencias “Democracia y Desarrollo”, Cornejo se sumó a un diagnóstico bastante negativo sobre el estado del federalismo en la Argentina.
“Lo que queda de él es lo que dice la letra de la Constitución. Las provincias fueron cediendo su autonomía a medida que la Nación se fue apropiando de los recursos. En el período institucional que se iniciará en diciembre creo que llegó el turno de exigir más federalismo”, dijo Cornejo.
El futuro gobernador de Mendoza apoyó además a una idea que lanzó el kirchnerista Urtubey y que tanto De la Sota como Sapag abrazaron en el acto: la conformación de un fondo de compensación, costeado por la coparticipación primaria que corresponde a la Nación, que busque corregir los desequilibrios que hoy existen entre las provincias.
Actualmente, el Estado nacional concentra el 75% de los recursos que se recaudan, mientras que a las provincias les da el 25%. El problema es que éstas deben costear el 45% del gasto público de todo el país y no tienen las mismas herramientas que la Nación para financiarse. No puede emitir ni acudir a las cajas de la Anses o del Banco Central.
Las diferencias entre De la Sota, Urtubey, Sapag y Cornejo fueron sutiles. El salteño pidió que el fondo de compensación tenga en cuenta criterios objetivos como los índices de pobreza y de desarrollo. El líder radical mendocino en cambio agregó que se premie a las provincias que administren bien sus recursos.
“El equilibrio entre las provincias debe salir de las arcas nacionales, de la coparticipación primaria. Pero para ello se debe corregir primero el rumbo económico porque no es sólido cómo se está administrando los recursos públicos”, opinó Cornejo.
De la Sota coincidió con el mendocino. “Lo que se debe discutir es la coparticipación primaria. El Gobierno nacional no distribuye entre las provincias lo que nos saca y quiere que nos peleemos entre provincianos”, sostuvo.
Los cuatro disertantes admitieron que es casi imposible cambiar la ley de Coparticipación, que data de 1988, porque la reforma constitucional de 1994 puso demasiados impedimentos. Por eso apuntaron a medidas intermedias, como el fondo de compensación o una reforma tributaria integral.
El precandidato presidencial cordobés fue especialmente duro con el Gobierno nacional. “Yo no le debo nada a los Kirchner. Ya era gobernador cuando ellos llegaron al poder y estoy convencido de que han sido uno de los gobiernos más unitarios de la historia”.
Incómodos con estas críticas frontales, Sapag -que suena como posible ministro de Energía de Daniel Scioli- y Urtubey -que apoya explícitamente al candidato del Frente para la Victoria- prefirieron poner el acento en buscar soluciones para las economías regionales que hoy están en una crisis “terminal”.
Para el salteño, la solución no pasa sólo por “tocar el tipo de cambio” o subsidiar la producción de las regiones alejadas de la Pampa Húmeda.
“Permitiendo la llegada de capitales, invirtiendo en caminos, logística, impulsando acuerdos aduaneros con países vecinos, podemos reducir un 40% los costos de producción”, explicó.
Rápido de reflejo, De la Sota prometió que si llega a la Presidencia eliminará las retenciones a las economías regionales. Cornejo festejó la idea del cordobés y siguió con sus críticas a la política económica actual. “Todos sabemos que se privilegia el consumo de los grandes centros urbanos, donde está el 40% de los votantes, en detrimento de la producción en el interior del país”.
El radical logró una sorpresiva carcajada en el auditorio cuando puso el siguiente ejemplo. “Cristina entregará un déficit similar al que Menem le dejó a De la Rúa. Un amigo siempre dice que si De la Rúa hubiera tenido un precio de la soja como el que le tocó a Kirchner, hoy la presidenta sería Inés Pertiné”.
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