En el Ministerio de Hacienda aseguran que fue una decisión para ahorrarse 12 millones de pesos, pero hasta parece una respuesta a la crítica opositora respecto del endeudamiento tomado por la administración de Alfredo Cornejo. La Provincia canceló un viejo crédito tomado a fines de 2011, por 100 millones de dólares.

El banco que prestó la plata fue el Credit Suisse, a una tasa de 8,43% en moneda estadounidense y estaba garantizado con regalías petrolíferas.

El crédito vencía el año que viene. Según el ministro de Hacienda, Miguel Lisandro Nieri, si bien había una penalidad por cancelación anticipada, el ahorro en intereses ascendía a los $ 12 millones y quedaba saldo a favor de la provincia. Por eso el Gobernador tomó la decisión de cancelar los últimos 17 millones de dólares.

En las próximas horas saldrá publicado el decreto que formaliza el pago de la deuda con la entidad financiera.

El gobernador tomó la decisión de adelantar el pago y ahorrar así 12 millones de pesos en intereses.

Una de las condiciones de ese crédito era que Mendoza abriera una cuenta en una entidad fiduciaria, de la operación. 

La provincia tenía depositados U$S 5.989.210 en The New York Bank Mellon; con esa plata se pagaron parte de los 17 millones de dólares remanentes y el resto se transfirieron desde la provincia.

La historia de ese crédito fue una larga sucesión de zozobras. 

Esa historia que algunos memoriosos del Gobierno recuerdan con discreta malicia, otorga más significado al pago anticipado, que resulta hasta con saldo a favor de un puñado de millones de pesos; esta cancelación interpela al peronismo más duro que se negó a otorgar nuevos créditos para encarar obra pública en la discusión del Presupuesto 2018 argumentando el rechazo en la cantidad de endeudamiento tomado por la actual gestión.

En setiembre de 2011 el Gobierno provincial preadjudicó la licitación para seleccionar la entidad que otorgaría el crédito. En ese momento Celso Jaque era el gobernador de la provincia. El 19 de noviembre de ese año Los Andes informaba que el entonces gobernador electo Francisco Pérez buscaba apurar la llegada de los fondos ante la realidad demoledora que debería enfrentar: el déficit fiscal que le dejaba Jaque.

Los 100 millones de dólares eran unos 410 millones de pesos y Pérez esperaba poder cancelar sueldos y deudas con proveedores por unos 250 millones de pesos.