Se trata de una celda de disposición final, que recibe los residuos sólidos urbanos de Córdoba y localidades cercanas. La obra incorpora tecnología para reducir el impacto ambiental y aprovechar el gas metano como fuente de energía.
CORMECOR habilitó la primera celda de disposición final de residuos sólidos urbanos (RSU) en la ampliación del predio de Piedras Blancas, ubicado a las afueras de la ciudad de Córdoba. El acto contó con la presencia del intendente Daniel Passerini y autoridades locales, quienes destacaron los avances en materia de gestión ambiental y sostenibilidad.
La nueva celda de enterramiento fue construida mediante una compleja obra de ingeniería ambiental, diseñada para garantizar el manejo seguro de los residuos. El sistema incluye la separación y recolección de líquidos lixiviados y gas metano, subproductos generados por la descomposición de la basura.
El proyecto contempla la instalación futura de una planta de biogás, en colaboración con EPEC, que capturará el metano para transformarlo en energía eléctrica. Este desarrollo se enmarca en una estrategia de economía circular, orientada a reducir la emisión de gases de efecto invernadero y la huella de carbono del predio.
Passerini destacó la importancia de esta iniciativa, que beneficia a Córdoba Capital y a 33 localidades metropolitanas, permitiendo avanzar hacia una gestión de residuos más sostenible y responsable con el medioambiente.
“Es un paso clave para transformar el tratamiento de los residuos en energía y disminuir el impacto ambiental", subrayó el intendente.
La obra representa un hito en el manejo de los residuos sólidos urbanos y posiciona a Córdoba como referente en la región en prácticas de sostenibilidad.
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