Admiten el problema y el riesgo que implica. Lo adjudican a las conductas de abandono y a la falta de programas de castración. Recuerdan una promesa incumplida del intendente Mestre.
Ocho organizaciones proteccionistas de Córdoba, que atienden parte de la problemática que se genera con el abandono y el maltrato de perros, responsabilizaron a los funcionarios por los inconvenientes que genera la proliferación de canes en las calles de la ciudad.
De esta manera salieron al cruce del informe que publicó La Voz sobre la creciente cantidad de perros sueltos y, en consecuencia, de ataques a personas registrados por dependencias públicas.
Las organizaciones son las siguientes: Registro Único de Animales Perdidos, Encontrados y en Adopción; Patitas de Perros; Asociación Civil Callejeritos; Mesa de Proteccionistas de Animales de la ciudad de Córdoba; Castración y Atención Veterinaria para los Animales de la calle; Proteccionistas Independientes; Grupo de Asistencia, Rescate y Readaptación Animal; y Fundación por los Animales sin Nombre.
En un comunicado, los proteccionistas aseguran haber llevado la preocupación por la superpoblación de perros y gatos en las calles "ante los distintos funcionarios municipales, autoridades del Colegio Veterinario y el referente del Programa Nacional ProTenencia".
Señalan que "la única respuesta" que recibieron surgió de la anterior gestión municipal (la que condujo Daniel Giacomino) "que puso en marcha un programa" de castraciones en 2010.
Demanda
Para estas asociaciones, ese programa debía ser optimizado y profundizado por la gestión de Ramón Mestre "para cubrir la demanda", pero eso no ocurrió.
"Todos los que participamos del movimiento proteccionista de animales de la ciudad de Córdoba –indicaron– recordamos las promesas de la gestión municipal para la realización de 200 castraciones diarias y el móvil quirúrgico".
Y agregaron: "Lo cierto es que hoy no alcanzan a las 20 castraciones diarias de hembras preñadas y el móvil quirúrgico presentado ocasionalmente funcionó tan solo dos meses, se prendió fuego y el nuevo no se usó nunca".
Sobre la base de estos argumentos piden que se respeten los derechos de los animales; rechazan "declaraciones que vayan en la dirección de retomar las prácticas eutanásicas de la población animal urbana".
Y demandan a las autoridades políticas la asignación de partidas presupuestarias para la ejecución de un programa sistemático de castraciones quirúrgicas tempranas, masivas, gratuitas y sostenidas en el tiempo".
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