La propuesta de triple impacto de Ambiental Cord, consiste en darle una nueva vida a un residuo para convertirlo en materia prima para la producción de biocombustible de segunda generación. A la vez promueve el empleo verde y la economía local con un equipo de recolectores que trabajan con las localidades, la sociedad y los municipios. Cómo trabajan.
Por Rosana Guerra
La empresa desarrolla dos tipos de recolección: con los pequeños y con los grandes generadores.
Los pequeños generadores son los que utilizan aceite para freír en casa que deben separarlo y llevarlo a un punto limpio.
Los grandes generadores son los locales gastronómicos, comedores, hoteles, deliverys, comedores de escuelas, empresas, que generan aceite vegetal usado en grandes cantidades.
“Para los grandes generadores proveemos de bidones y el material necesario para que puedan separar y disponer correctamente su aceite vegetal usado. Se acuerda una frecuencia según la cantidad generada y se retira y entrega otro bidón para continuar el proceso”, señala Facundo Casciano, CEO de Ambiental Cord.
“Asimismo se otorga un certificado de disposición final que garantiza que ese residuo será acondicionado para ser convertido en materia prima para la producción de biocombustible de segunda generación”, explica Claudio Mior, CEO de DH-SH, que trabaja en alianza con Ambiental Cord.
“Con los recolectores generamos alianzas, con el compromiso de las comunidades con las que trabajamos en la instalación de puntos verdes para que puedan gestionar su aceite usado de cocina. Además tenemos un programa de educación ambiental con charlas gratuitas y virtuales a escuelas sobre el ciclo de vida del aceite, con material digital para trabajar en las escuelas”, explican desde Ambiental Cord, una empresa que tiene 20 años de trayectoria.
Cómo gestionar el aceite domiciliario
Los pequeños generadores domiciliarios deben dejar enfriar el aceite una vez utilizado y colocarlo con la ayuda de un embudo en una botella plástica. Este proceso deben repetirlo hasta que la botella esté llena. Luego, deben llevar la botella bien cerrada a un punto limpio. Podés consultar los puntos limpios, aquí https://dhsh.com.ar/recicla-tu-aceite/puntos-verdes/
En la provincia de Córdoba tienen casi 40 convenios firmados con municipios como la ciudad de Córdoba, Río Tercero, Villa Carlos Paz, San Francisco y Jesús María. “Nuestros convenios con los municipios tienen como objetivo generar conciencia en pequeños y grandes generadores y facilitar la gestión de este residuo/recurso en cada localidad”, agrega Mior.
Es importante mencionar que estos acuerdos no implican costo para el municipio ni para la comunidad e incluyec la instalación de puntos limpios, la gestión para grandes generadores y charlas virtuales sobre el ciclo de vida del aceite para las escuelas.
Según un reciente estudio realizado por la empresa DH-SH, que es la que acondiciona en su planta todo el aceite vegetal usado que recolectan, junto a la Facultad de Agronomía de la UBA, más de la mitad de los argentinos que elaboran frituras en su casa no separan su residuo. Esto significa que al año se están desechando más de 90 millones de litros de aceite vegetal usado producido en los hogares argentinos y que se encuentra incorrectamente gestionado.
El aceite mal dispuesto puede llegar y contaminar los ríos, mares, lagos, formando una película impermeabilizante que impide el paso del oxígeno y de la luz del sol alterando los ecosistemas acuáticos.
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